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Generación Z

14 de Diciembre de 2017

Nuria Vilanova e Iñaki Ortega / Plataforma Actual_ 

¿Cómo se relacionan los jóvenes que han nacido de lleno en la era digital? ¿Qué inquietudes tienen? ¿Cómo ven su futuro y de qué habilidades disponen? ¿En qué se diferencian de otras generaciones y por qué este salto no es comparable a los anteriores? Estas son algunas de las preguntas a las que ha intentado dar respuesta el libro 'Generación Z. Todo lo que necesitas saber sobre los jóvenes que han dejado viejos a los millennials'.

La Generación Z la componen los nacidos a partir de 1994, que suponen casi ocho millones y más de un 25% de la población mundial. Ya no cabalgan entre lo analógico y lo digital como sus hermanos mayores, los millennials, sino que son 100% digitales porque se han educado y socializado con internet plenamente desarrollado.

La generación de las íes

El libro, que recoge algunas de las conclusiones del estudio cuantitativo y cualitativo desarrollado por Atrevia y Deusto Business School –Generación Z: El dilema-, detalla en profundidad las principales características de los jóvenes Z: digitales, emprendedores, comprometidos, marquistas e inconformistas.

“Comienzan a salir de las universidades para incorporarse al mundo laboral y reclamar su sitio en el mundo. Son la primera generación que ha incorporado internet en las fases más tempranas de su aprendizaje y socialización, y también aquella a la que la crisis ha marcado más directamente su personalidad. Gracias a la democratización de internet, disponen de potentísimas herramientas para cambiar su entorno o el destino al que están llamados”, explica Núria Vilanova.

Pero si algo define a esta generación son las denominadas 4 íes, que, junto a internet, serían: irreverencia, inclusión, inmediatez e incertidumbre. Tal y como asegura Iñaki Ortega “son irreverentes porque no dudan en llevar la contraria a sus padres, profesores o mayores, entre otras cosas porque han sido autodidactas. Inmediatez como las redes sociales que frecuentan donde todo es rápido y fugaz. La economía colaborativa y la diversidad que abrazan les convierte en inclusivos. El mundo líquido en el que han nacido, en palabras del filósofo Bauman, donde nada es estable y todo cambia, hace que la incertidumbre sea su compañera desde que nacieron en plena crisis global”.