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Guía de gestión de proyectos

17 de Febrero de 2010

Paul Roberts / Gestión 2000

La historia está llena de ejemplos de proyectos que han fracasado por estar mal dimensionados, mal planeados o, simplemente, por no llegar a tiempo. Para dilucidar el modo en que una organización puede llevar a cabo sus proyectos con éxito, debemos considerar que supone un cambio de cultura que exige modificaciones de actitud mental, valores y comportamiento, debiendo dejar a un lado algunas veces normas y tótems sagrados.

 

La gestión de proyectos no puede separarse de la dirección general de una empresa. Una gestión eficaz del día a día conduce a mejoras graduales. La buena gestión de proyectos se traduce en cambios de enfoque en la actuación. Para que los proyectos se transformen en realidades provechosas, es esencial tener en cuenta tanto el entorno del plan como su propia esencia. Sin embargo, la gestión de proyectos es considerada demasiado a menudo como una disciplina que concierne únicamente a los denominados gestores de proyectos. Esta función es delegada en personas que se enfrentan en condiciones a veces prácticamente insuperables con el objetivo de llegar a buen puerto. La práctica enseña que un proyecto requiere la colaboración de muchos participantes, incluyendo quienes lo encargan y financian, los que utilizarán el resultado final y aquellos que se encargan de erigirlo. Para que un proyecto tenga éxito hace falta toda una organización. 

Este libro explica no sólo los principios y las técnicas de la gestión de proyectos, sino también el motivo de que esté relacionada con la gestión empresarial. Reunir una serie de trabajos y llamarlos “proyecto” no protegerá a una empresa de las consecuencias de su fracaso. De la misma manera que un negocio puede beneficiarse de un proyecto bien gestionado, es posible que resulte perjudicado si aquél fracasa.