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¿Qué vemos que otros no ven?

27 de Marzo de 2014//
(Tiempo estimado: 2 - 4 minutos)

“Todo gran avance en la ciencia ha estado precedido de una nueva audacia de imaginación”, John Dewey en The Quest for Certainty. Esto mismo puede ser válido tanto para líderes como para científicos ¿y qué mejor manera, para propulsar tu imaginación, que inspirarse observando más allá de tu propio campo de acción?

 Los dirigentes del mundo de los negocios, del de la política, del de otros campos, por todas partes, parecen inmersos en una colosal cruzada por reinventar la manera de liderar, trabajar y conseguir resultados. En esta época de feroz competencia y obstinada recesión, el status quo se tambalea y hay que abrirse camino bajo una enorme presión para hacer las cosas de la misma manera que los demás.

Muchos ejecutivos, aparentemente, están más preocupados de que el barco no se hunda que de perder o no el tren, lo que explicaría ese comportamiento, tan generalizado ahora, excesivamente precavido y conservador. Sin embargo, la oportunidad está, para los que albergan un alma de emprendedor en su interior, en reconocer el poder de la búsqueda de grandes ideas a la vez que de pequeños “guiños del destino”, dentro y fuera de la propia organización, que contribuyan a cambiar tendencias y en definitiva el curso de los acontecimientos.

El reto hoy es ser capaz de emerger de las turbulencias en las que vivimos inmersos, con conexiones más y más estrechas con nuestros clientes, con más energía y creatividad de nuestros colaboradores y con mayor distancia de nuestros competidores. Actuar con exceso de precaución y conservadurismo, haciendo más de lo mismo con cada vez menos confianza y convicción, es la fórmula para el desastre y no una fuente de estabilidad o refugio para protegerse de la tormenta perfecta que nos asola. 

No nos engañemos. Uno ya no puede hacer grandes cosas si se contenta solo con hacerlas un poquito mejor que los demás o un poquito diferentes de como las ha hecho siempre hasta ahora. Los más eficaces hoy, son también los más ambiciosos. Se esfuerzan por encontrar su océano azul, por reinventar las reglas para competir aplicando ideas rompedoras, diametralmente opuestas a la filosofía del “me too thinking”. Esto nos lleva a definir nuestro reto como: ¿qué vemos que otras organizaciones no ven?

Aprender a mirar a los demás, a las demás organizaciones, y cuanto más diferentes mejor, ayuda enormemente a solucionar problemas aparentemente intratables. La “audacia de imaginación” que evocaba al comienzo de esta página no tiene por qué brotar de la imaginación de unos pocos altos directivos.

Un ejemplo audaz de este fenómeno lo contaba un hospital antiguo, con 400 médicos y 5.000 empleados. Sus finanzas a lo largo de los años habían ido deteriorándose progresivamente, sus procesos tornando inoperantes y la calidad de sus servicios alcanzado niveles inaceptables, es decir, como en otros hospitales. 

Debidamente asesorados y en la búsqueda de nuevas fuentes de ideas, se toparon con Toyota y su particular sistema de producción. Quedaron fascinados con sus prácticas de calidad, una mezcla de técnicas de ensamblaje “just in time”, mejora continua “kaizen” y resolución de problemas por los propios operarios de línea en tiempo real “jikoda”. Tras un programa intensivo de aprendizaje y viajes a Japón del equipo directivo para observar sobre el terreno el funcionamiento de todas esas técnicas, el hospital logró poner en marcha y acabar implantando un gran proyecto de transformación. 

Después de algunos años de intensa labor, el hospital ha logrado dar la vuelta a su precaria situación anterior. Entre sus muchos logros, está el haber eliminado millones de euros en inventarios innecesarios, reducir un 85% el tiempo que el laboratorio necesitaba para entregar resultados y disminuir a 90 km. por día la distancia que toda la plantilla debía recorrer andando de una dependencia a otra. Incluso un equipo de mejora rediseñó el proceso mediante el cual las enfermeras interactuaban con los pacientes y entre ellas, permitiéndoles dedicar un 90% de su tiempo a permanecer al lado de sus pacientes frente al 35% anterior.

La conclusión es que aquello que ves, perfila cómo vas a cambiar, y aquello que miras, determina lo que acabas viendo. Ver lo que otros líderes han logrado te ayudará a lograr tus propios objetivos de renovación, e incluso transformación.


 Juan Liquete, secretario general del Club Excelencia en Gestión.

Artículo publicado en Executive Excellence nº110, marzo 2014