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Endesa invertirá 25.000 millones para que el 80% de su producción esté libre de CO2 en 2030

(Tiempo estimado: 5 - 10 minutos)

Endesa ha presentado hoy a la comunidad inversora la actualización de su plan estratégico para el periodo 2021-2023 así como, por primera vez, una visión de lo que será la compañía a final de la década, en 2030. En el corto plazo, para el periodo 2021-2023, Endesa ha anunciado una aceleración en la senda de la descarbonización y la Transición Energética sustentada en un relevante aumento de sus inversiones en energías renovables y digitalización de su red, así como en electrificación de la demanda residencial y de sectores como la industria o el transporte.
 
En primer lugar, Endesa va a aumentar un 25% el volumen de sus inversiones para los tres años del periodo 2021-2023, en relación al plan estratégico 2020-2022, hasta alcanzar los 7.900 millones de euros. De esta cifra, 3.300 millones estarán destinados a incrementar el parque generador de energía renovable, una cifra que es un 20% más elevada que en el plan precedente. 
 
Con esta inversión, la empresa alcanzará los 11.500 MW solares, eólicos e hidráulicos a final de 2023. Es decir, en torno a un 50% más respecto a los 7.700 MW con que concluirá el presente ejercicio 2020. La inversión en renovables permitirá que el 89% de la producción de energía de Endesa en la Península Ibérica a cierre de 2023 esté libre de emisiones de CO2, seis puntos porcentuales más que en 2020. 


Esta aceleración de la inversión en renovables permitirá conectar 3.900 MW adicionales de potencia, de los que 3.000 MW serán solares fotovoltaicos y el resto (900 MW), eólicos. Esta nueva potencia superará ampliamente la reducción de 2.500 MW en el mix de generación de Endesa derivada del cierre de centrales de carbón en la Península Ibérica durante 2021. Con todo ello, el 62% del parque generador de la compañía en la península será de origen renovable a final de 2023, desde el 45% actual.
 
El crecimiento en energías limpias se sustenta sobre un portfolio de proyectos de 7.300 MW con fecha estimada de entrada en operación entre 2021 y 2025. De ese portfolio, el 68% corresponde a plantas fotovoltaicas y el 32% restante, a eólicas. Endesa prevé obtener un retorno rentable de toda su inversión en energías limpias apoyándose en su base de clientes. 
 
Esfuerzo en redes e impulso a la electrificación
 
El segundo gran capítulo de inversiones del nuevo plan es el de las destinadas a la red de distribución. Se elevan un 30% en relación al plan anterior, hasta los 2.600 millones de euros. Se prevé con ello reducir tanto el número de interrupciones como la duración de las mismas, en un 23% y un 27%, respectivamente. La digitalización también apoyará la disminución de las pérdidas de la red, estimada en una mejora del 3%. 
 
Sobre esta base, Endesa proyecta acrecentar el esfuerzo en electrificación de la demanda que viene realizando desde hace años. Como fruto de ello, y de la recuperación de la demanda, la venta total de electricidad crecerá un 8% en 2023 respecto a 2020 hasta los 99 teravatios/hora (incluyendo las ventas internacionales que serían de 2,7 teravatios/hora en 2023). 
 
La compañía estima que los clientes del mercado libre se incrementarán en 400.000, hasta 6,1 millones, lo que supone un 7% más. Se pondrá el foco en fidelizar a los clientes, sobre la base de ofrecer servicios personalizados, adaptados a sus necesidades y de asesoramiento y consultoría energética. En concreto, el esfuerzo en ofrecer servicios de mayor valor al cliente final se reflejará en un aumento de los contratos inteligentes (E-home contracts) del 42% durante los tres próximos años hasta totalizar 2,7 millones.


En el corto plazo, el nuevo plan estratégico 2021-2023 aumenta las inversiones un 25% hasta 7.900 millones para acelerar la descarbonización y la digitalización.


En este último objetivo tiene un papel clave Endesa X, la filial de la compañía destinada a descarbonizar los usos de la energía en hogares, empresas, industrias y administraciones públicas. Endesa X, líder en la red de puntos de recarga para vehículos eléctricos en España, prevé tener instalados 56.000 sumando los de carácter público y privado a cierre de 2023 -desde los 8.000 a final de 2020-. Esto le permitirá consolidar su posición de actor de referencia en este segmento. Cara a clientes industriales y domésticos, Endesa X prevé poner en operación instalaciones de producción (modelo autoconsumo) con una potencia gestionada de 161 Mw a cierre de 2023. 
 
En palabras de José Bogas, consejero delegado de Endesa: "Tenemos una visión ilusionante para esta próxima década, hasta 2030. Y, para comenzar a materializarla, presentamos este nuevo plan  industrial 2021-2023 basado en el crecimiento y que pone las bases para sustentar nuestro liderazgo a futuro. Necesitamos el compromiso de todos para llevarlo a cabo y conseguir nuestros objetivos. Estamos en una gran empresa, tenemos un gran equipo humano y he de decir que somos líderes, lideraremos la transición energética y saldremos más reforzados al final de este ciclo".
 
Renovables, clave en el crecimiento de la rentabilidad
 
En cuanto al desempeño financiero, Endesa prevé incrementar el beneficio bruto (ebitda) un 10% en el periodo, desde 3.900 millones estimados para 2020 hasta 4.300 millones de euros en 2023 como fruto de ese aumento de la inversión del 25% hasta 7.900 millones. En concreto, Enel Green Power España, la filial de renovables de Endesa, doblará su aportación al Ebitda desde 300 millones a 600 millones entre 2020 y 2023. Otros 100 millones adicionales de Ebitda procederán del negocio de distribución, que pasará de un beneficio bruto de 2.000 millones a 2.100 millones. 
 
El crecimiento del Ebitda tendrá su reflejo en el alza del 12% en resultado neto previsto, que pasará de 1.700 millones estimados en 2020 a 1.900 millones a cierre de 2023. Endesa confirma la política de payo out del 100% en 2020, 80% en 2021, y 70% en 2022, extendiendo el 70% a 2023. Endesa adapta así su política de dividendo a un perfil de crecimiento mucho mayor derivado de este plan estratégico.
 
A todo ello cabe añadir que Endesa podría sumar oportunidades derivadas de la ejecución del Plan de Recuperación en España y Portugal financiado con fondos europeos.
 
 Deuda con bajo coste y criterios sostenibles
 
Con respecto a la evolución del endeudamiento, crecerá para respaldar el incremento de la inversión contenida en el plan. El pasivo aumentará en 2.900 millones, hasta una deuda neta de 10.000 millones a final de 2023. Sin embargo, Endesa prevé beneficiarse de un coste de la deuda extremadamente bajo, que pasará de un promedio del 1,8% en 2020 a un 1,4% al final del plan estratégico.
 
La gestión del endeudamiento seguirá atendiendo a criterios de sostenibilidad, de manera que el porcentaje de la deuda bruta ligada a objetivos de sostenibilidad pasará del 45% del total estimado en el presente 2020 (sobre 7.300 millones), a alrededor del 60% en 2023 (sobre 10.200 millones de pasivo bruto estimado). 
 
Luca Passa, director financiero de Endesa, señala sobre estos objetivos: "Con este plan incrementamos de forma muy relevante nuestras inversiones tanto en renovables como en redes. Es un plan que está enfocado claramente a la sostenibilidad, tanto en el destino de la inversión como en la financiación de la misma. Además, este esfuerzo inversor nos permite confirmar nuestros objetivos financieros a 2023 en un entorno macroeconómico mucho más retador respecto al plan anterior".
 
Visión a 2030: hasta 25.000 millones en inversiones
 
Junto a la actualización del plan estratégico a 2023, Endesa ha presentado por primera vez una visión de sus principales objetivos de negocio en el horizonte 2030. La compañía ha hecho este ejercicio para transmitir la estrategia a seguir en una década que se vaticina clave para el sector por los múltiples y profundos cambios que afronta la actividad energética en España y Portugal derivados de la descarbonización, la electrificación masiva de la demanda y el respeto a los criterios de sostenibilidad y circularidad de la actividad empresarial. Endesa es un actor fundamental en la reconfiguración del sector, ya que es el mayor productor, distribuidor y comercializador de electricidad en la Península Ibérica. 
 
Para aprovechar las oportunidades derivadas tanto del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima español, como de los fondos para la recuperación postcovid que llegarán de la Unión Europea, Endesa estima unas inversiones de 25.000 millones entre 2021 y 2030. De ellos, el 40% irá a aumentar el parque generador renovable hasta alcanzar más de 18.000 MW, es decir más de 10.000 MW adicionales a los operativos a cierre de 2020.


La nueva potencia solar y eólica que se añadirá en los tres próximos años, 3.900 MW, supera a los 2.500MW que Endesa dará de baja con el cierre de las dos últimas centrales de carbón peninsulares.


Otro 40% irá destinado a la red de distribución, lo que elevará la base de activos regulados de redes desde los 11.600 millones a los 13.000 millones a final de 2030. Con ello se pretende profundizar en la mejora de la seguridad y calidad del suministro, así como hacer la red más eficiente y flexible para encarar las nuevas necesidades de la nueva generación renovable prevista. Y, también, las nuevas necesidades de los clientes.  En este sentido, el tiepi (que mide el tiempo medio de interrupción del suministro) está previsto que se reduzca un 29%, hasta 44 minutos al año en promedio.
 
Este ambicioso plan de inversión facilitará que el porcentaje de toda la producción de Endesa libre de emisiones de CO2 alcance el 80% a final de la década. La senda de descarbonización se acelerará respecto al plan anterior, que preveía que en 2030 se emitieran 140 gramos de dióxido de carbono por kilovatio/hora de electricidad producida. Un umbral que ahora se reduce a 95 gramos -un 80% menos respecto a 2017 -. Endesa prevé igualmente haber cesado completamente todas sus operaciones de generación con carbón, dentro y fuera de la Península, en 2027. 
 
La apuesta por nuevas tecnologías se traducirá en el impulso de sistemas de almacenamiento con baterías y de proyectos de hidrógeno potencialmente elegibles al Fondo de Recuperación Europeo.
 
El número de clientes en el segmento de mercado libre crecerá previsiblemente un 23%, situándose en el entorno de los 7 millones en 2030 -desde 5,7 millones a final de este año 2020-. La electrificación de la demanda será igualmente impulsada para alcanzar los 575.000 puntos de recarga de vehículos eléctricos a final de esta década. Al mismo tiempo, se prevé contar con una base de hasta 1.000 megavatios en instalaciones de autoconsumo en hogares y empresas, lo que permitirá el uso de nuevos sistemas y modelos de gestión de la demanda apoyándose en las nuevas funcionalidades de la red de distribución.


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