Structuralia, la apuesta de Kaplan en el mundo hispanohablante
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Desde su creación en el año 2001, Juan José Gálligo está al frente de Structuralia, la escuela líder internacional en el campo de la formación especializada en Ingeniería, Construcción, Arquitectura, Energía e Infraestructuras, tanto en sus formatos online como audiovisuales.
Pionera en incorporar soluciones integrales de formación con una innovadora metodología, en junio de 2011 Structuralia pasó a formar parte de The Washington Post Company, a través de su grupo de educación Kaplan, uno de los conglomerados empresariales más grandes del mundo de la educación, que actualmente opera 70 universidades en 30 países. Su consejero delegado nos cuenta las claves y expectativas de esta prometedora adquisición.
FEDERICO FERNÁNDEZ DE SANTOS: España cuenta con grandes y prestigiosos ingenieros y constructores. Después de una década trabajando en su formación, ¿qué ha pasado en Structuralia que ha generado el interés de un grupo de educación como Kaplan? ¿Cómo ha sido vuestro desarrollo en estos años?
JUAN JOSÉ GÁLLIGO: Structuralia fue creada por un grupo de ingenieros y empresas constructoras hace 10 años, con el fin de ofrecer formación durante toda la vida laboral a cualquier profesional del entorno de la Ingeniería, es decir, no solo ingenieros sino también profesionales de otros sectores relacionados, como es el de la construcción.
Tradicionalmente, cuando salías de la Universidad, de las Escuelas Técnicas o de Formación Profesional, empezabas a trabajar hasta la jubilación, sin volver a recibir ningún tipo de formación. Por eso, cuando en el año 2001 fundamos Structuralia, apostamos por un cambio cultural en la mente de un sector que, en estos 10 años, ha evolucionado muchísimo. Creo que cualquier profesional de cualquier sector relacionado con la construcción es consciente de que el proceso de formación a lo largo de su vida laboral es una obligación permanente, y los cambios estructurales que han ocurrido en estos últimos años así lo demuestran.
En definitiva, llevamos una década con la vocación de formar a los profesionales y trabajadores de nuestro sector, con una tecnología e-learning muy atractiva, la cual nació en un centro de I+D de la Universidad Politécnica de Cataluña, muy enfocada hacia el mundo de la empresa, que nos permitía gestionar amplios colectivos e impartir formación a distancia a través de Internet de una manera muy eficaz.
Un motivo tecnológico, como fue el nacimiento de dicha plataforma tecnológica, nuestra vocación por formar a los profesionales de nuestro sector a lo largo de su vida laboral y un modelo de actuación muy único han marcado nuestra diferencia. Nosotros percibimos que la compañía tenía que estar orientada a la creación de contenidos, y por tanto debíamos invertir en la generación de los mismos. Esa fue la clave estratégica de Structuralia: generar contenidos para un sector que adolecía de alta especialización, como era el de la construcción, en todas y cada una de las materias, y en un formato online.
Ahora mismo tenemos 430 profesores-autores, referentes en su especialidad, con los cuales, a la luz de la ley de propiedad intelectual, hemos establecido una relación a largo plazo. Estos profesores, que son remunerados trimestralmente dependiendo del número de alumnos e ingresos de cada curso, están ligados a Structuralia con un contrato de autoría intelectual. Funcionamos con este modelo, y nos ha ido muy bien.
F.F.S.: ¿Con qué apoyos contaron inicialmente?
J.J.G.: Nos ayudó mucho la iniciativa pública: el Ministerio de Ciencia y Tecnología, y el de Industria, a través de distintas líneas de ayuda y subvenciones. Se trataba de un proyecto de alta inversión, ya que nosotros invertimos mucho dinero por hora electiva, pues transformamos todos los contenidos que producen nuestros autores a soportes multimedia. Como consecuencia de eso, la compañía nació con un accionariado potente, pero tenía que vivir por sí misma, así que tuvo que buscar financiación por todo su entorno.
Accionarialmente, hubo dos empresas constructoras socias, OHL y Dragados, además del Santander (a través de BtoB Factory) y la Universidad Politécnica de Cataluña (a través del CIMNE, su centro de I+D). Ese fue el accionariado original, luego hubo una fase intermedia y, en junio de 2011, adquirió la compañía el grupo Kaplan, un conglomerado de 70 universidades privadas en 30 países del mundo, que opera fundamentalmente en el entorno anglosajón, siendo Structuralia su primera inversión fuera del ámbito de habla inglesa.
Desde que fue adquirido por The Washington Post Company, Kaplan ha crecido mucho por adquisiciones, y no solo orgánicamente. Para el grupo, adquirir Structuralia supone entrar en el mundo hispanoparlante, donde ya estaban otros competidores de la universidad privada (de la llamada profit education de Estados Unidos).
F.F.S.: Además del acceso al mundo de habla hispana, ¿qué otros motivos explican la adquisición?
J.J.G.: Efectivamente, además del que menciona y de la vocación de crecimiento del propio grupo Kaplan, destacaría nuestra especialización en Ingeniería. Nuestra rama de actividad no es solo la construcción, sino también la energía, la explotación y servicios de las infraestructuras, la logística, los servicios urbanos, el mantenimiento integral de edificios, los servicios socio-sanitarios… Todo este conglomerado que hoy en día se llama la gestión global de las infraestructuras.
Dentro de su estructura empresarial, Kaplan tiene distintos centros profesionales de formación, especializados en diversos temas: idiomas, finanzas…, y contar con uno centrado en Ingeniería era de su interés. También hay algo que yo creo que es muy sintomático: el tamaño de Structuralia, es decir, una compañía que está en el entorno de los 7 millones de euros de facturación y 70 empleados, que no es grande (sobre todo si consideramos que Kaplan factura 3.000 millones de euros al año y el grupo The Washington Post, 6.000), pero que tiene una tecnología muy potente y un mercado abierto hacia Latinoamérica, muy importante desde el punto de vista de la fidelización de los grandes clientes españoles, ha sido clave. Para nosotros, esto último es muy importante, pues aspiramos a acompañar a los grandes clientes en su proceso de globalización en lo que a formación se refiere, del mismo modo que hemos seguido la estela de diversificación de los grandes grupos constructores que, durante la última década, se han transformado en esos gestores globales de infraestructuras que citaba anteriormente.
En Structuralia, hemos sido capaces de ir creando una oferta formativa para todas las iniciativas empresariales de diversificación de estos grupos; es decir, cuando entraron en energía, nosotros también lo hicimos; en logística, en servicios urbanos, etc. Fuimos generando contenidos no solo para las constructoras sino también para las filiales de servicios, y ahora, en sus procesos de globalización e internacionalización, nos corresponde acompañarlas en cuanto a formación de recursos.
F.F.S.: ¿Qué cambios estratégicos han percibido desde la incorporación de Kaplan?
J.J.G.: La incorporación ocurrió en junio, de manera que todavía estamos en plena fase de definición estratégica. 2011 está siendo un año de transición, pero ya hay decisiones importantes tomadas como, por ejemplo, que para acompañar nuestra oferta global de formación nos iremos asentando de manera permanente en nuevos países latinoamericanos –desde 2007 tenemos subsidiaria en Chile–, como México, Brasil y Colombia, por ese orden. En los próximos meses, tomaremos una decisión definitiva sobre México, donde vemos grandes oportunidades para Structuralia.
Además, estamos dentro de un grupo que aúna las tres grandes “patas” que enriquecen a Structuralia: es un grupo universitario, editorial y tiene canales de televisión, de modo que entra en el mundo de la comunicación. Nosotros ya somos generadores de contenidos, con un modelo editorial y muy tecnológico, pero también realizamos documentales en temas relacionados con la Ingeniería, es decir, cada vez nos vamos diversificando en distintos formatos. Actualmente, la formación más profesional sigue el modelo e-learning, pero hacemos mucha producción audiovisual para una formación más cultural.
F.F.S.: Parece lógico pensar que el hecho de formar parte de Kaplan afectará positivamente a sus posibilidades de formación de las empresas españolas que están ya penetrando en Estados Unidos, y en otros países. ¿Qué podrá aportar Structuralia a ese grupo de empresas que ya está empezando a ganar concursos en el sector energético, en transporte, etc.?
J.J.G.: Es un tema muy interesante. Al amparo de nuestros proyectos con certificación universitaria -ahora mismo tenemos una oferta de 24 másters y programas superiores que tienen acreditación de universidades españolas-, estamos diseñando programas que pueden tener dobles titulaciones con universidades de Estados Unidos, Reino Unido, etc. Además de las otras dos líneas de crecimiento: la expansión en Latinoamérica y nuestra especialización en Ingeniería.
A tenor de esto, no solo nos interesa formar a las empresas españolas que tengan actividad en los distintos países de Latinoamérica, sino en otros mercados donde la lengua inglesa sea protagonista, como también sucede en Asia. A veces, en España, no somos conscientes del elevadísimo nivel de nuestros profesionales, no solo en el mundo de la ingeniería civil, que es algo evidente, sino también en los modelos de gestión de las empresas constructoras y en otros campos como son la construcción naval, la ingeniería aeronáutica, las telecomunicaciones, etc. En esa línea, nos damos cuenta de que incluso en los países muy desarrollados, Structuralia tiene grandes oportunidades de formación.
No debemos olvidar que España es puntera en infraestructuras ferroviarias de alta velocidad, en energías renovables, en modelos de gestión como los ppp (public-private partnership), que se han exportado al mundo entero; en la entrega de hospitales llave en mano de los grupos constructores, etc.
Nuestro objetivo es ser un proveedor de soluciones globales para nuestros clientes globales, a quienes ofreceremos formación tanto para sus profesionales que trabajan en España como los que se introduzcan en sus proyectos en otros territorios. Por primera vez, se dará la circunstancia de que esos proyectos que hacemos a medida para nuestros grandes clientes tendrán un alumnado diverso en lo geográfico, pero sobre todo contribuirán enormemente a la homogeneización de los recursos humanos y a tener una misma cultura de multinacional. Creo que estos grandes grupos españoles que actúan en el exterior están tratando de dar el salto, porque todavía no lo han conseguido plenamente, de internacionales a multinacionales. En ese sentido, Structuralia tiene la oportunidad de homogeneizar su formación.
F.F.S.: Si consideramos que un 70% de los ingresos de las empresas del IBEX 35 ya procede del exterior, ¿prevén una situación similar para Structuralia?
J.J.G.: Por el momento, el volumen de actividad que tenemos en España es muy fuerte. Si consulta a las grandes constructoras qué porcentaje del EBITDA genera la construcción nacional, con respecto a hace 15 años, comprobará el impresionante descenso de las cifras. Esto ha provocado un cambio estructural del sector y del tejido empresarial, con gran cantidad de autónomos desaparecidos y con pymes cuya viabilidad se ha visto afectada, pero también han surgido oportunidades de reciclaje de profesionales a otros sectores, y de formación para actuar en el exterior (de hecho, muchos de nuestros alumnos se forman con la clara vocación de internacionalizar su empresa o para, personalmente, poder trabajar en el exterior).
Debido al fenómeno de Internet y a nuestra presencia en la red, actualmente tenemos alumnos de 17 países lo que, en volumen de ventas, representa solo en torno al 5%, así que hay mucho campo de crecimiento.
F.F.S.: ¿Cuáles han sido las principales dificultades de esta adquisición? ¿Qué lecciones están aprendiendo de la incorporación a una nueva cultura?
J.J.G.: Personalmente, he trabajado muchos años en el exterior y he vivido en Estados Unidos, Chile, Colombia…, de manera que siempre he tenido actividad internacional, pero efectivamente hemos pasado de ser una estructura pequeña con accionariado diverso a ser una gran compañía porque se encaja en un gran grupo multinacional, y además con un único accionista.
En este primer año, estamos trabajando en esas pautas de integración, siguiendo sus mecanismos de control, sus formas de hacer, etc. Todo esto conlleva un esfuerzo titánico, pero al final aprendes muchísimo, porque te das cuenta de que todo está diseñado para una concepción mucho más genérica, es decir, para empresas que son muy diferentes a Structuralia, aunque también se dediquen a la formación profesional o a la universitaria. Por primera vez en nuestra historia, tenemos un accionista cuyo core business es la formación y la educación. En ese sentido, sí se ha producido un cambio cultural.
F.F.S.: Si analizamos este cambio cultural –más aún desde la perspectiva del entorno anglosajón y en el ámbito universitario–, encontramos una diferencia todavía mayor: la relación entre universidad y empresa en Estados Unidos, donde una y otra se nutren mutuamente, frente a la relación “distante” de ambas en España. El hecho de contar con las 70 universidades del grupo Kaplan les dota de un enorme potencial, ¿puede ser esta una nueva área de crecimiento?
J.J.G.: Sí, de hecho, las alianzas que nosotros hemos hecho con universidades siempre han sido ad hoc para cada proyecto, nunca hemos tenido un acuerdo global con ninguna de ellas, ni siquiera con la Politécnica de Cataluña, si bien hemos desarrollado proyectos fantásticos con ella.
Al final, lo que siempre hemos hecho en Structuralia es ver cuál es el proyecto formativo que queremos diseñar y concebir, detectar quiénes son los autores, socios y universidades del máximo prestigio que, de verdad, pueden aportar, e ir a por ellos. Por ejemplo, en el mundo de la energía y generación eléctrica, nos dimos cuenta de que la escuela del ICAI era el mejor partner posible y llegamos a una alianza con ella que nos ha permitido desarrollar un proyecto online y tener un máster de Generación Eléctrica, otro de Infraestructuras Eléctricas de Alta Tensión, etc.
Efectivamente, esta andadura la vamos a seguir haciendo y, gracias al abanico de universidades del grupo Kaplan, contamos con una oferta de formación potentísima para enriquecer nuestros proyectos. En ese sentido, creo que somos un puente de unión entre el mundo de la universidad y el posgrado y la empresa.
Una de las claves del éxito de Structuralia ha sido el hecho de estar aterrizados en las necesidades reales de la empresa –y con mayor motivo siendo profesionales procedentes de ese entorno empresarial–. Todos nuestros proyectos formativos se diseñan desde la satisfacción de una demanda para las empresas de cada mercado, de manera que es imposible que estemos alejados. Por supuesto, seguiremos muy próximos a sus necesidades de formación en nuevos proyectos, así como a las universidades, siempre y cuando aporten valor a estos. Sobre todo, nos hace mucha ilusión poder tener una oferta formativa desde el mundo anglosajón para incorporar acreditaciones de sus universidades, complementarias a las del modelo europeo y del Tratado de Bolonia, que se refieren a la homologación de los profesionales. Al final, es necesario tener una concepción más global que el mercado europeo y, en ese sentido, las universidades americanas y británicas van a ser muy importantes para nuestros proyectos.
Entrevista con Juan José Gálligo, consejero delegado de Structuralia.
Publicado en Executive Excellence nº87 dic11