Skip to main content

Comienza la era de la reutilización en el espacio

(Tiempo estimado: 3 - 5 minutos)

Quizás algunos conozcan la película surcoreana Space sweepers o hayan leído esos cada vez más frecuentes artículos sobre la basura en el espacio, la reutilización o el aprovechamiento de satélites. En todos los sectores se está reaccionando ante la contaminación, y el espacial no es ajeno a esta circunstancia. Plantearse hoy acciones de limpieza cósmica suena a ciencia ficción, como la película surcoreana; pero, gracias a la compañía Northrop Grumman y su proyecto para prolongar la vida de los satélites, esa ciencia ficción está por convertirse en una realidad.

Mission Extension 

Una nave espacial del tamaño de una furgoneta se acercó el lunes por la tarde a un satélite activo, de 6 toneladas y posicionado a 36.000 kilómetros de la Tierra. El satélite de 17 años, propiedad de Intelsat, funcionaba sin problemas, prestando activamente servicios de banda ancha y otros medios de comunicación a Europa, Oriente Medio y África… pero se le estaba agotando el combustible. 

El siguiente paso para el satélite habría sido el de dirigirse a la denominada “órbita cementerio” y apagarse. Y el siguiente paso para Intelsat, el de lanzar un nuevo satélite.

Aquí es donde entra en la ecuación Northrop Grumman y sus nuevos servicios de extensión de vida. Lanzado el año pasado, el "Mission Extension Vehicle-2" utilizó propulsión eléctrica con bajo consumo de combustible para acercarse a la órbita de Intelsat 10-02, acoplándose con él. Gracias a este acoplamiento, el satélite ha sido “recargado” para que funcione durante cinco años más. 


Gracias al acoplamiento del vehículo de Northrop, el satélite de Intelsat ha sido “recargado” y podrá funcionar durante cinco años más


Jean-Luc Froeliger, vicepresidente para Espacio, Ingeniería de Sistemas Espaciales y Operaciones de Intelsat, explicó que el coste del servicio ofrecido es mucho menor que los ingresos que aportarán otros cinco años adicionales de actividad.

Esta extensión permitirá además a Intelsat realizar la sustitución dentro de un lustro, cuando haya vehículos más modernos y eficientes. "Es una situación win-win, todos salimos ganando", dijo en una teleconferencia con periodistas. "Esta prórroga para el 10-02 es muy valiosa para nosotros"…, y quizás también es una victoria.

La empresa ya hizo historia en 2020,  cuando su primer vehículo Mission Extension se acopló a otro satélite Intelsat , devolviéndolo a la vida: lo sacó de una órbita cementerio, lo puso en marcha y lo encendió, devolviéndolo al servicio activo. Nunca antes dos naves espaciales comerciales se habían acoplado en órbita. La diferencia de lo sucedido en esta ocasión es que el vehículo de servicio se acopló a un satélite activo en una órbita más concurrida. Los dos vehículos Mission Extension se desprenderán de sus objetivos de Intelsat en 2025 y pasarán a otros satélites para el mismo servicio; teniendo además una vida útil funcional hasta el 2035.


Los dos vehículos Mission Extension se desprenderán de sus objetivos de Intelsat en 2025 y pasarán a otros satélites para el mismo servicio; teniendo además una vida útil funcional hasta el 2035


Northrop ha comenzado a operar ofreciendo sus capacidades a un cliente comercial privado como Intelsat; sin embargo, la empresa espera que en el futuro gran parte de su negocio provenga de gobiernos que busquen proteger y prolongar la vida de sus activos en el espacio.

 "El interés de los gobiernos se está acelerando a medida que ven que esta capacidad se está desarrollando", dijo Tom Wilson, vicepresidente de Northrop Grumman y presidente de su filial SpaceLogistics. "Y estamos a punto de poner en marcha iniciativas de mayor calado con ellos".

Con el éxito de esta segunda misión, Northrop ha dado un gran paso hacia su objetivo de ofrecer una amplia gama de servicios para satélites. “Ya hemos demostrado la capacidad de encuentro y acoplamiento; así como la capacidad de suministrar energía y dar movilidad a los satélites. Evidentemente, esto parece solo el principio de lo que serán los servicios en órbita”, declaró Wilson. 

Próximas funciones

En 2024, Northrop prevé lanzar un vehículo con capacidades robóticas, que pueda prestar servicios básicos de inspección y reparación, aparte de ser capaz de extender la duración de la misión original de dichos satélites. Para ello, planea desarrollar capacidades de reabastecimiento de combustible, así como la retirada de desechos próximos que pudieran representar un peligro para el satélite. Para la década de 2030, prevé iniciar las capacidades de ensamblaje y fabricación en órbita.


En 2024, Northrop prevé lanzar un vehículo con capacidades robóticas, que pueda prestar servicios básicos de inspección y reparación


Pronto tendrán acceso a la entrevista que Peter Diamandis le ha realizado a Elon Musk, de quien dicen en Northrop que ha cambiado radicalmente el paradigma del lanzamiento, pasando de los cohetes no reutilizables a poder reciclar/reutilizar, por ahora, las primeras etapas de los propulsores. Este planteamiento de redución del coste de lanzamiento ha permitido a las empresas poner cada vez más satélites en diversas órbitas alrededor de la Tierra.


A medida que el espacio comience a saturarse, lo responsable será repostar, reciclar y desechar los satélites de forma más activa


Conforme el espacio esté más y más saturado, lo responsable es repostar, reciclar y desechar los satélites de forma más activa. Northrop Grumman ha hecho progresos significativos hacia ese futuro de servicio de satélites. Como resultado, la reutilización se está trasladando a este entorno.


Fuente: Ars Technica.

Fotos de interior © Northrop Grumman.

Primera: Imagen del Intelsat 10-02 tomada por MEV-2 durante una aproximación de calibración.

Segunda: Una imagen del Intelsat 10-02 tomada por la cámara infrarroja de amplio campo de visión del MEV-2 a 15 metros de distancia.

Artículo publicado en abril de 2021.


Últimos artículos

Herminia Ibarra
Personajes con talento
21 de Noviembre de 2024
Empresas
13 de Noviembre de 2024