Tres tecnologías que cambiarán nuestro futuro
Durante las últimas décadas, la revolución digital ha transformado nuestra vida prácticamente en todo.
El ritmo del progreso de los ordenadores se ha ido acelerado y, en la actualidad, las redes y los ordenadores están presentes en prácticamente todos los hogares e industrias del mundo.
Muchos observadores percibieron esta aceleración con la llegada de los microchips modernos, pero como escribió Ray Kurzweil en su libro The Singularity is Near, existen tendencias inquietantemente similares en otras áreas.
Según la ley Kurzweil de la aceleración de los resultados, el progreso tecnológico avanza a un ritmo exponencial, especialmente en todo aquello relacionado con las tecnologías de la información. Esto significa que las mejores herramientas que tenemos hoy nos ayudan a crear otras que mañana serán mejores aún, impulsando esta aceleración. Ahora bien, dado que nuestros cerebros tienden a anticipar el futuro de forma lineal en lugar de exponencial, no nos damos cuenta que aparecerán tecnologías poderosas antes de lo que imaginamos.
En este entorno de aceleración, ¿qué sorprendentes cambios nos esperan? El siguiente artículo explora tres áreas tecnológicas que, según Ray Kurzweil, están posicionadas para cambiar nuestro mundo este siglo XXI.
Genética, nanotecnología y robótica
De todas las tecnologías que cabalgan la ola del progreso exponencial, Kurzweil identifica la genética, la nanotecnología y la robótica como las tres revoluciones superpuestas que definirán nuestras vidas en las próximas décadas. Pero, ¿por qué son tan revolucionarias?
Las innovaciones en el ámbito de la genética nos permitirán reprogramar nuestra propia biología.
Los avances en nanotecnología nos permitirán manipular la materia a escala molecular y atómica.
La revolución robótica nos permitirá crear una inteligencia no biológica superior a la de los humanos.
Si bien estos tres ámbitos de conocimiento alcanzarán sus cúspides en diferentes momentos de los próximos años, en diferentes sectores ya experimentamos su impacto; y si individualmente ya son poderosos, sus convergencias hacen que lo sean aún más, tal y como señalaba Kurzweil en The Singularity Is Near hace más de una década.
La revolución de la genética: "la intersección de la información y la biología"
El ser humano ha estado "reprogramando" el entorno desde que comenzó a habitar el planeta. Ahora que hemos acumulado suficiente conocimiento sobre cómo funcionan nuestros cuerpos, podemos empezar a tratar el problema de las enfermedades y envejecimiento desde la raíz celular y genética.
La biotecnología hoy
Hace tiempo que se anticipa el poder de la ingeniería genética y ya en 1975, durante la Conferencia de Asilomar se debatió el papel de la ética en este proceso. Desde entonces, hemos visto un progreso notable tanto en el laboratorio como en la práctica; los cultivos modificados genéticamente, aunque controvertidos, están ya muy extendidos. Desde que en 2003 se completó el Proyecto Genoma Humano, se han logrado significativos avances en la lectura, escritura y hackeo de nuestro propio ADN.
En la actualidad ya reprogramamos ese código “vital” tanto en bacterias como en perros y, quizás muy pronto, lo hagamos en humanos. El cómo, cuándo y por qué de la ingeniería genética está aún siendo debatido, pero los tiempos se aceleran.
Las principales innovaciones en biotecnología de la última década incluyen:
- Inducción de Células madre (iPSC)
- Edición del genoma humano (CRISPR)
- Bio-impresión 3D
- Análisis completo del genoma por $ 1,000
- Tejidos cultivados en laboratorio
- Almacenamiento de ADN
- Aumento de los biohackeadores
Antes de que estas nuevas tecnologías puedan aplicarse ampliamente a los humanos han de superarse muchos retos, pero las posibilidades son increíbles; solo hemos de asumir que la velocidad del progreso seguirá incrementándose. Kurzweil afirma que la mayoría de las enfermedades se curarán, ralentizándose e, incluso, revirtiéndose el envejecimiento en las próximas décadas.
La intersección entre la información y el mundo físico
Muchas voces unen el nacimiento de la nanotecnología conceptual al discurso pronunciado en 1959 por Richard Feynman titulado "Hay sitio de sobra abajo al fondo", donde el físico estadounidense describía las "profundas implicaciones que el poder de diseñar máquinas a nivel atómico iba a tener". Pero no fue hasta la invención del microscopio de túnel de barrido, en 1981, que la industria de la nanotecnología no comenzó a despegar.
Kurzweil argumenta que por mucho que afinemos nuestra biología basada en el ADN, no será para nada comparable con lo que seremos capaces de hacer con la manipulación de la materia a nivel molecular y atómico.
La nanotecnología, dice Kurzweil, nos permitirá rediseñar y reconstruir "molécula a molécula, nuestros cuerpos, nuestros cerebros y el mundo en el que vivimos".
La nanotecnología hoy
Si bien ya tenemos evidencias de la "revolución genética" en los medios, e incluso nuestra vida cotidiana, a la gran mayoría la nanotecnología les parece ciencia ficción. Sin embargo, lo más probable es que ya hayamos utilizado productos que se hayan beneficiado de la investigación nanotecnológica como protectores solares, ropa, pinturas, automóviles, etc... Por otro lado, la revolución digital ha continuado gracias a los nuevos métodos que nos permiten fabricar chips a nano-escala.
Además de tener ya aplicaciones prácticas, hay mucha investigación y experimentación en nanotecnología innovadora, aunque todavía experimental, como:
- Lentes de contacto inteligentes
- Micro baterías impresas en 3D
- Nanopartículas anti-cancígenas
- Computación basada en ADN
Aunque los avances en manipulación de materia a nano-escalas continúan, estamos todavía lejos de crear nanobots o nano-ensambladores que construirían y repararían átomo por átomo.
Tal y como señaló Feynman, los principios de la física no contradicen un futuro como el descrito; solo necesitamos observar nuestra propia biología para encontrar un modelo de vida funcional con nano-maquinaria compleja e intricada.
Construyendo una Inteligencia Artificial sólida
El nombre de esta revolución puede resultar un poco confuso. Kurzweil dice que la robótica es Inteligencia Artificial corporizada, pero es la inteligencia en sí lo que más importa. Reconociendo los riesgos, argumenta que la revolución de la IA será la transformación más profunda que experimentará la civilización humana a lo largo de toda su historia. Esto se debe a que esta revolución se caracteriza por poder replicar la inteligencia humana: el "atributo más importante y poderoso de nuestra civilización".
Actualmente nos encontramos en la era de la "IA estrecha" –máquinas programadas para realizar una o varias tareas específicas-, pero eso es solo un adelanto de lo que está por venir.
La IA fuerte será, a la hora de resolver problemas, tan versátil como la de un ser humano. E incluso, como vaticina Kurzweil, la IA capaz de funcionar a nivel de la inteligencia humana superará a esta, ya que contará con características exclusivas de las máquinas:
- Las máquinas tienen capacidades para agregar recursos inexistentes en las personas.
- Memoria precisa.
- Las máquinas no solo pueden funcionar constantemente al máximo, sino que lo hacen combinando habilidades extremas.
Inteligencia Artificial hoy
La mayoría de nosotros usamos algún tipo de Inteligencia Artificial débil de forma regular, como Siri, Google Now, o Watson. Otras formas de IA débil son programas como:
- Software de reconocimiento de voz e imágenes
- Software de reconocimiento de patrones para armas autónomas
- Programas utilizados para detectar fraudes en transacciones financieras
- Métodos de aprendizaje estadístico basados en Inteligencia Artificial que Google usa para clasificar enlaces
El próximo paso hacia una IA fuerte será que las máquinas aprendan por sí mismas, sin programarse o alimentadas por humanos. Esto se denomina "aprendizaje profundo", una nueva y poderosa forma del machine learning que actualmente experimenta un boom en desarrollo, investigación y aplicaciones.
¿Por qué es esto importante?
Para Kurzweil, la genética, la nanotecnología y la robótica son “revoluciones superpuestas”, porque, según él, continuaremos experimentando sus efectos de forma simultánea a medida que cada una de estas tecnologías madure.
Estas y otros tecnologías convergerán entre sí, impactando sobre nuestras vidas de formas aún difíciles de predecir. Además, Kurzweil advierte que tendrán el poder de hacer tanto grandes bienes como grandes males, como ha ocurrido con todos los grandes inventos de la humanidad. La capacidad que tendremos de utilizar estas tecnologías para mejorar nuestras vidas depende de las decisiones que tomemos, y de las acciones que pongamos en marcha, hoy.
“GNR (Genetics, Nanotech & robotics) proporcionará los medios para superar problemas ancestrales como las enfermedades y la pobreza, pero también empoderará ideologías destructivas”, afirma Kurzweil. "No tenemos más remedio que fortalecer la defensa de los valores humanos mientras aplicamos estas tecnologías aceleradoras, a pesar de la falta de consenso sobre cuáles deberían ser esos valores", continúa.
Cuanto más anticipemos y debatamos sobre estas tres poderosas revoluciones tecnológicas, mejor podremos orientar su desarrollo hacia el bien común.
Ray Kurzweil, inventor, músico, empresario, escritor, futurólogo y científico especializado en Computación e Inteligencia Artificial. Director de Ingeniería de Google desde 2012
Texto publicado en Executive Excellence nº169, sept. 2020
Fuente: Singularity Hub
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