Andrew Barnes: Más productivos en menos tiempo
¿Se puede aumentar la productividad reduciendo las horas de trabajo? En 2018, el empresario neozelandés Andrew Barnes realizó un experimento en su propia empresa, Perpetual Guardian (la empresa fiduciaria corporativa más grande de Nueva Zelanda) para averiguarlo. El resultado, también avalado por investigaciones académicas, fue un rotundo sí. Desde entonces, Barnes abandera la revolución de la Semana de 4 Días, un propósito bajo el que reúne a académicos, pensadores y profesionales.
A través de 4 Day Week Global, organización sin ánimo de lucro fundada por Barnes para “cambiar el futuro del trabajo trabajando de forma más inteligente, no durante más tiempo”, empresas de todo el mundo han experimentado y establecido la transición a una semana de cuatro días. En su reciente conversación con Des Dearlove, cofundador de Thinkers50, Barnes explicó los detalles de “este viaje” que no solo beneficia la productividad de quienes lo han puesto en práctica sino también aspectos como el medio ambiente, el equilibrio salarial de género, la cohesión familiar o las responsabilidades del cuidado.
La duración idónea de la semana laboral es un asunto controvertido, y no nuevo, que ha ido variando a lo largo del tiempo, motivado por razones empresariales. Des y Andrew recordaron cómo, durante la Revolución Industrial, la semana de trabajo en las fábricas a menudo alcanzaba los seis días, e incluso a veces los siete. O cómo en el siglo XIX en Reino Unido, el primer país industrializado, hubo movimientos de 12-10 horas, 6-7 días. A comienzos del XX, Henry Ford introdujo la semana de cinco días; curiosamente, porque quería desarrollar un mercado para sus coches. No tuvo nada que ver con el equilibrio entre vida laboral y personal. Ford razonó que si el trabajador podía ir a la iglesia un domingo, no necesitaba un auto; pero si tenía un día libre extra, entonces podría llevar a los niños a la playa y, por lo tanto, necesitaría un coche para hacerlo. Se produjo una reducción lógica de la semana laboral como consecuencia de un imperativo empresarial. De este modo, se creó la semana de cinco días para la industria manufacturera de la década de 1920. En el siglo XXI, cuando mayoritariamente la fabricación iterativa es realizada por robots o máquinas, no hemos cambiado la forma en que construimos nuestra semana laboral.
Sin embargo, Andrew Barnes se preguntó por qué no hacerlo: “¿Es posible instaurar la semana de cuatro días en cualquier organización manteniendo la productividad? ¿Funcionaría igual en economías desarrollas que en países en vías de desarrollo?”, se planteó. Nada mejor que ponerlo en práctica para disipar las dudas. Este es un resumen de su periplo personal y profesional hacia una 4 Day Week, que se ha convertido en movimiento global respaldado por cientos de empresas.
Predicar con el ejemplo
“Al inicio no hubo ciencia, fue una corazonada descabellada. Tenía el presentimiento de que si le preguntaba a mi gente qué harían diferente, cuáles son las cosas que les impedían ser productivos y hacer su trabajo lo mejor posible; o qué estaban haciendo, que no deberían estar haciendo, para llenar las 40 horas de su semana laboral convencional, llegaríamos a algo que les permitiese trabajar mejor y tener más tiempo libre y que, con suerte, eso les convertiría en la mejor versión de sí mismos en el lugar de trabajo, e incluso en casa.
No sabíamos si iba a funcionar, pero nos pusimos manos a la obra e hicimos una prueba de tres meses, acompañada de investigación académica, para analizar qué pasaría si cambiábamos a una semana de cuatro días con salario completo.Aplicamos la regla 100-80-100. Pago del 100% del sueldo, por el 80% del tiempo de trabajo, siempre que consigamos el 100% de productividad
Lo llamamos la regla 100-80-100. Pago del 100% (es decir, pago de cinco días), 80% del tiempo (es decir, el 80% de su semana laboral normal), siempre que consigamos el 100% de productividad.
Para algunas personas, esto se tradujo en una semana de cuatro días. Para otras, en un par de tardes libres, y otras trabajaron cinco días a la semana, pero el 80% de las horas. Esta fórmula también pudo aplicarse al personal a tiempo parcial. La clave es cómo tomarse el tiempo libre, porque en realidad la gente valora el tiempo que es importante para cada uno. Quizá para un padre que trabaja, darle un día libre no le ayude en gran medida, pero poder dejar a sus hijos en la escuela y recogerlos cinco días a la semana marca una gran diferencia y reduce aspectos como los costes de pagar a otras personas por el cuidado infantil.
A través de investigadores, cuantificamos lo conseguido en ese tiempo: la productividad aumentó un 25%, pero cuestiones como el compromiso, el empoderamiento y la motivación se incrementaron un 40%. Según los investigadores, el porcentaje más elevado que jamás habían visto en Nueva Zelanda. Los niveles de estrés disminuyeron, el absentismo (entendido como personas que se ausentaron por días de enfermedad) se redujo a la mitad y los niveles de agotamiento cayeron aproximadamente un 60%. En este ensayo, no hubo ni una sola métrica que resultase negativa.
Cuando se habla de una semana de cuatro días, la mayoría de los líderes empresariales pone instantáneamente los ojos en blanco y mira a media distancia. La evidencia, no solo del ensayo sino del trabajo que hemos realizado posteriormente, muestra que esta es probablemente una de las decisiones comerciales más sensatas y racionales que se pueden tomar.Existía la teoría de que si podíamos obtener más productividad en cuatro días, ¿por qué no intentábamos obtener más productividad en cinco? Pero eso no funciona así. El incentivo del tiempo libre es lo que impulsa el mayor nivel de productividad
Mi propia junta directiva no estaba a favor. Se sorprendieron de los resultados, pero creo que nunca los convencí del todo, pues existía la teoría de que si podíamos obtener más productividad en cuatro días, ¿por qué no intentábamos obtener más productividad en cinco? Pero eso no funciona así. El incentivo del tiempo libre y tener gente inspirada, renovada y comprometida es lo que impulsa el mayor nivel de productividad. Si simplemente empujas y presionas a las personas, no obtendrás esa elevación. Esto es algo que confirma la investigación. Mi junta esperaba que, una vez terminada la prueba, la experiencia fracasaría. Creo que todavía están decepcionados de que no sea así.
Pensando a lo grande
Mi pareja Charlotte y yo creamos entonces una organización sin ánimo de lucro, 4 Day Week Global, para que cualquiera pudiera probar una semana de cuatro días. No pretendimos un cambio en la legislación vigente para conseguir que algo así se hiciese obligatorio; solo pensamos que, como se trataba de una decisión empresarial sensata, las empresas deberían intentarlo. También escribí un libro y comenzamos a generar material para ayudar a las organizaciones a implementar una semana con esta duración.
Hasta la fecha, hemos realizado pruebas en EE.UU., Canadá, Reino Unido, Irlanda, Portugal, España, Italia, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica. Tenemos ensayos en marcha en Oriente Medio y América del Sur, además de proyectos incipientes en la India. Se ha creado un verdadero movimiento global.
Cada vez que realizamos un ensayo, conseguimos que una universidad local se asocie con nuestros investigadores principales del Boston College y de la Universidad de Cambridge. Creo que la pobreza de tiempo es universal, pero no la forma en la que impacta en cada sociedad, donde se aprecian diferencias de un país a otro. Por eso siempre contamos con un socio investigador local, para asegurarnos de que las cuestiones culturales se incluyan en el ensayo, de modo que, obviamente, busquemos puntos de referencia generales para poder comparar y contrastar.Hemos realizado pruebas en EE.UU., Canadá, Reino Unido, Irlanda, Portugal, España, Italia, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica. Tenemos ensayos en marcha en Oriente Medio y América del Sur, además de proyectos incipientes en la India. Se ha creado un verdadero movimiento global
Sudáfrica fue el primer país en desarrollo donde llevamos a cabo nuestro primer ensayo y los resultados, curiosamente, fueron absolutamente consistentes con los que obtuvimos en las economías desarrolladas. Sin embargo, aborda diferentes temas, ya que el gran problema en Sudáfrica es el desempleo juvenil. Cuando se crea una estructura como la semana de cuatro días que puede mejorar la productividad, se tiene la oportunidad, con las instalaciones existentes en una determinada empresa, de crear más puestos de trabajo. Eso es realmente lo que están buscando los sudafricanos. En la India, por ejemplo, se está promulgando alguna legislación que permite trabajar una semana de cuatro días, pero la jornada laboral es increíblemente larga. Por supuesto, ese no es el modelo que defendemos. Los Emiratos Árabes Unidos han pasado a una semana de cuatro días. Sinceramente, nunca hubiera pensado que este sería uno de los primeros países en subirse a “este tren”, pero estamos viendo que parece ser consistente. Las razones por las que lo desea y los problemas que aborda pueden ser diferentes culturalmente, pero todo el mundo demanda más tiempo libre.La pobreza de tiempo es universal, pero no la forma en la que impacta en cada sociedad. Por eso siempre contamos con un socio investigador local, para asegurarnos de que las cuestiones culturales se incluyan en el ensayoCuando se les pregunta, alrededor del 80% de las personas en cualquier parte del planeta dicen que les gustaría tener más tiempo. Esto es así, independientemente de dónde se encuentren, de la industria en la que trabajen o del país en el que residan.
Algunos resultados
Durante todo este tiempo, desde 2019, hemos evaluado el desempeño de las empresas se han sumado a la semana de cuatro días, no solo de la mía propia, que lleva cinco años haciéndolo. Encontramos que, en términos generales, la productividad ha aumentado un 33% en aquellas empresas que la han implementado; y este dato es consistente en los ensayos británicos, estadounidenses o canadienses.
Se producen caídas del 60%, y hasta del 70%, en el agotamiento y cada vez más personas reniegan de una jornada de cinco días. Según las estadísticas, el 15% de la fuerza laboral afirma que: “No podrían pagarme lo suficiente para volver a trabajar cinco días a la semana”. Otro 15% sostiene que “volvería con un aumento del 75%” y el resto demanda al menos un "aumento del 50% o más”. Esto demuestra que la gente valora más el tiempo libre que la cantidad de dinero que una empresa esté dispuesta a pagar por él, lo cual es interesante.Descubrimos que la gente valora más el tiempo libre que la cantidad de dinero que una empresa esté dispuesta a pagar por él
También descubrimos mejoras vinculadas con la salud y el bienestar. No podemos olvidar que hoy uno de cada cinco trabajadores tiene un problema de estrés o de salud mental. Asimismo, la semana de cuatro días tiene impacto en la educación, al disponer los padres de más tiempo para dedicar a sus hijos, en lugar de tenerlos bajo el cuidado de terceros, e igualmente más tiempo para cuidar a sus padres mayores, más aún en un contexto de progresivo envejecimiento de la población.La investigación reveló que, al implementar este modelo, los hombres hacen más tareas domésticas y asumen más responsabilidades de cuidado
La investigación reveló que, al implementar este modelo, los hombres hacen más tareas domésticas y asumen más responsabilidades de cuidado; y la cifra aumenta aproximadamente un 22% si nos referimos al problema del equilibrio salarial de género y el acceso de las mujeres a puestos superiores. Ya no están negociando una semana de cuatro días con un salario de cuatro días, lo que contribuye materialmente a la brecha salarial. De hecho, pueden trabajar cuatro días a la semana con un mayor nivel de producción. Es más, las mujeres casadas y con familia suelen ser los miembros más productivos de su equipo porque son buenas administrando el tiempo. No es una panacea, pero ayuda a “cambiar el dial” en lo que a igualdad se refiere.El 42% de los empleados realiza actividades bajas en carbono durante su tiempo libre adicional
Cuestiones como el medio ambiente se ven igualmente favorecidas. No solo se beneficia a la economía al sacar vehículos de las carreteras y reducirse las emisiones de carbono, sino que el 42% de los empleados realiza actividades bajas en carbono durante su tiempo libre adicional.
Más creativos y flexibles
Nuestro modelo pregunta al empleado qué va a hacer diferente, cómo puede mejorar sus procesos de trabajo. Con demasiada frecuencia, los líderes empresariales confían a un consultor la reestructuración y la eliminación de costes, y lo único que escucha el empleado es: "Quiere que haga más con menos".
La semana laboral de cuatro días tiene un componente actitudinal. Cuando se busca aumentar la productividad en menos tiempo, y se pregunta al trabajador cómo hacerlo, surge más creatividad y compromiso por parte del equipo. Por ejemplo, observamos que la navegación por los cinco principales websites no relacionados con el negocio cayó un 35% o que descendieron las llamadas telefónicas personales. Son iniciativas sencillas que tienen impacto. Como la eliminación de reuniones demasiado largas. Microsoft Japón obtuvo una mejora del 39,9% en la productividad al restringir las reuniones a cinco personas y no más de media hora.
Nuestra gente también nos ayudó a medir la productividad, sin utilizar el tiempo como sustituto de la productividad. Le preguntamos al empleado: “¿Cómo demostramos que estás entregando lo que quiero que entregues?”. Los equipos propusieron muchas medidas diferentes para evaluar si la productividad se mantenía igual o no. En última instancia, el empresario puede ratificarlo en su línea de ingresos, en su línea de rentabilidad, pero en el fondo, lo importante era llevar la discusión a los resultados. ¿Cómo vamos a ofrecer el mismo nivel de producción?
Una vez hecho esto, el lugar desde donde se trabaja (en el caso de mi empresa) es irrelevante. La pandemia ha servido como "combustible" para esta cuestión particular. Curiosamente, encontramos que con una semana de cuatro días, es más probable que las personas vayan a la oficina en busca de camaradería y no estén tan preocupadas porque tienen un día libre completo. Creo que este modelo permite brindar la flexibilidad que la gente espera, especialmente los empleados más jóvenes que desean autonomía, y a la vez mantener las protecciones sociales (vacaciones, salario mínimo, paga por enfermedad…) por las que tan duramente se ha luchado.Curiosamente, con una semana de cuatro días, es más probable que las personas vayan a la oficina en busca de camaradería
Si alguien cree que su empresa, su negocio, su industria no puede encontrar una mejor manera de hacer las cosas, entonces es que ha alcanzado la cima del logro humano. Pero, sinceramente, creo que si aprovechas la creatividad y la imaginación de tu fuerza laboral, encontrarás una mejor manera de hacer las cosas. Si aprovechas la creatividad y la imaginación de tu fuerza laboral, encontrarás una mejor manera de hacer las cosas
El último capítulo de mi libro, titulado “Las vacas necesitan ordeño dos veces al día”, sirve para ilustrar el caso de quienes creen que este modelo no funcionaría en su negocio. En una ocasión, un caballero me dijo: "Esto no funcionaría en los lácteos". “¿Por qué no funcionaría en las granjas lecheras?", le pregunté. "Porque las vacas necesitan ser ordeñadas dos veces al día".
Después de escribir el libro, una empresa de Nueva Zelanda llamada Halter desarrolló una tecnología (un collar) que permite monitorizar las vacas a través teléfono móvil del ganadero que, sentado en su sillón, puede enviarlas a la sala de ordeño y de regreso al prado. Eso es algo que, literalmente, ha aparecido en los últimos cinco años.
La policía de la ciudad de Golden en Estados Unidos tiene una semana de cuatro días y sus tasas de resolución han mejorado. La industria manufacturera, Volkswagen, Lamborghini y Panasonic tienen una semana de cuatro días… Todo esto está sucediendo y cualquiera puede unirse a la revolución.
En 4 Day Week Global tenemos el objetivo de crear un millón de nuevos años de tiempo libre. Espero que lo logremos mucho más rápido de lo que nadie creía hace cinco años”.
Miembro de Thinkers50 Radar Class 2024, Andrew Barnes es pionero de la revolución de la Semana de 4 Días, fundador de Perpetual Guardian y cofundador de la organización 4 Day Week Global.
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Artículo publicado en mayo de 2024.