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Carlo Ancelotti: 7 claves de su ‘liderazgo tranquilo’

(Tiempo estimado: 5 - 9 minutos)
Carlo Ancelotti

El pasado 1 de junio el Real Madrid se alzaba en el mítico estadio de Wembley (Londres) con su 15ª Champions League, tras vencer al Borussia Dortmund alemán por 2 goles a 0. Su entrenador, Carlo Ancelotti, conocido como el ‘líder tranquilo’, acumula 5 ‘orejonas’ en su palmarés (2003, 2007, 2014, 2022 y 2024) siendo el técnico que más Champions ha ganado de la historia. Además, es el único (the only one) en haber conquistado el campeonato de liga en las ‘Big Five’: Inglaterra (Chelsea), Alemania (Bayer Munich), Italia (AC Milan), Francia (PSG) y España (Real Madrid).

Del liderazgo del entrenador italiano se pueden extraer muchas lecciones y enseñanzas para la vida y para la empresa. Apuntamos solo algunas: 

1. INTELIGENCIA EMOCIONAL: “Hay una cosa difícil que hay que entender bien: tienes que tener una buena relación con los jugadores, pero debes ser el jefe al mismo tiempo”.

La exigencia sin afecto es tan inútil como el afecto sin exigencia. Si te pasas de cercano, se aprovechan de ti; si eres muy distante, no conectas con la gente. Ese es el reto. Lo fácil es aplicar mano dura (modelo dictador) o ser un flojo (modelo pelele). Ir de amigo no suele dar resultados; aplicar el látigo, menos todavía. El éxito está en encontrar el equilibrio entre cercanía y distancia. Esa es, probablemente, la principal virtud de Carlo Ancelotti: su habilidad para mantener un cierto equilibrio emocional sin pecar por exceso ni por defecto. En el término medio está la virtud: cercanía justa y distancia precisa. La exigencia sin afecto es tan inútil como el afecto sin exigencia2. GESTIÓN DE LA PRESIÓN: “Cualquier líder debe sentirse cómodo con las exigencias de su cargo”.

O lo mejor es que dé un paso al costado y deje a otro. Liderar puede ser apasionante: definir una visión, crear equipo, inyectar energía y compartir triunfos y derrotas. Pero no es un camino de rosas: conlleva una gran responsabilidad, compromiso y desgaste físico y emocional. No es una guardería. Ancelotti siempre ha tenido que lidiar con las presiones propias de los grandes clubes, y ha tenido que despachar con cuatro peces gordos cuyas exigencias eran máximas: Silvio Berlusconi (AC Milan), Florentino Pérez (Real Madrid), Román Abramóvich (Chelsea) y Nasser Al-Khelaïfi (PSG). En los clubes de élite, las expectativas están siempre por las nubes, lo que dificulta aún más la gestión. El propio Ancelotti manifestaba: “Gestionar las expectativas de arriba es el pan nuestro de cada día”. La serenidad y la tranquilidad son esenciales para no perder los nervios y poder pensar con claridad sin bloquearse.

3. PERSONAS: “Mi punto de partida es que los jugadores y el personal técnico son primero y ante todo personas: no vienen definidos por sus papeles, sus posiciones o sus empleos”. 

191 carlo ancelotti 400Un jugador es una persona que juega al fútbol; y un entrenador es una persona que ejerce el papel de entrenador. Personas, en definitiva. La persona está por delante del profesional. Si no conoces a las personas, no puedes liderarlas bien. Es muy difícil relacionarse con otro ser humano sin conocerlo (comprenderlo); y para conocerlo (comprenderlo) tienes que mostrar interés por su vida; y mostrar interés por su vida es escucharlo bien. Los grandes líderes son grandes escuchadores. El propio Ancelotti explica: “Me gusta hablar con los jugadores, no solo de táctica, sino también de asuntos personales y bromear. No todo tiene que ser tan serio en el trabajo. Me preocupo por cada jugador y esto contribuye a estrechar la relación para cuando llegue el momento, tomar decisiones difíciles”. La empatía es esencial para sacar lo mejor de cada persona. John Terry, jugador que estuvo en las filas del Chelsea inglés a sus órdenes, decía: “Trata siempre a los jugadores como seres humanos: ganes, pierdas o empates”.

4. HUMILDAD: “Me gusta estar abierto a las ideas ajenas, vengan de donde vengan: de mis superiores, de mis iguales, de mi personal ayudante, de los jugadores, incluso de personas ajenas al fútbol”.

La falta de humildad es falta de inteligencia, y más aún en un mundo tan cambiante como el que vivimos. En entornos tan complejos, los especialistas son esenciales. En un club de fútbol de élite conviven nutricionistas, fisioterapeutas, preparadores físicos, analistas de datos y otras personas que aportan su visión particular que puede ser muy enriquecedora en la toma de decisiones. Estar abierto, escuchar y ser flexible son rasgos que distinguen a un buen líder. Ancelotti reflexiona sobre ello: “Los líderes no pueden permitirse el lujo de estar quietos, tienen que estar siempre en desarrollo, progresando. Una cultura de superación es esencial para el éxito”. Un futbolista de la Premier League que jugó en su equipo confesaba: “Estaba abierto a las ideas ajenas. Teníamos un equipo de nutricionistas y analistas, así que mientras jugábamos llevábamos siempre pulsómetros, GPS y aparatos por el estilo ya que querían utilizar esa información para los entrenamientos. Él accedió a ello. Una vez que sabes que alguien te escucha, te sientes más relajado exponiendo tus ideas”.

5. AUTENTICIDAD: “Si salgo ganador es porque soy un tipo tranquilo; si salgo perdedor, también es porque soy un tipo tranquilo”.

Hay un rasgo en el que convergen todos los líderes: la autenticidad. Los mejores líderes son fieles a sí mismos: a su esencia, a sus convicciones y valores. No intentan ser quienes no son, ni aparentar: simplemente su comportamiento es una expresión de su personalidad, para lo bueno y para lo malo. Aceptan con naturalidad sus luces y sombras, sabedores de que ser líder no significa ser perfecto. Liderar también es saber cuando no se sabe y compensar carencias, para eso se trabaja en equipo. Dice el entrenador blanco: “Vaya donde vaya yo soy siempre el mismo. Mi personalidad o estilo no cambian y se me contrata por ser como soy”. Esa es la actitud adecuada, y si luego hay que marcharse porque los resultados no acompañan, uno se marcha con la cabeza bien alta: leal a sus principios y defendiendo unas ideas. La autenticidad es el sello distintivo de las personalidades que dejan huella e impactan. Si no somos diferentes, ¿qué nos va a hacer distinguibles? Si no hay nada que nos diferencie, ¿de qué nos vamos a sentir orgullosos? Lo que te hace diferente te hace único. El sueco Zlatan Ibrahimović, que compartió vestuario con él en el PSG francés, afirmaba: “No finge, no hay nada falso en él. Carlo siempre es fiel a sí mismo”.Ser líder no significa ser perfecto. Liderar también es saber cuando no se sabe 

6. SERENIDAD: “Un liderazgo tranquilo podría parecerles a algunos un método blando, quizá débil, pero eso no es lo que significa para mí”.

Cuando vemos a Vito Corleone en la película de El Padrino, con su forma de hablar pausada y tranquila: ¿Vemos a un hombre débil o vemos a un hombre sereno que domina la situación? La calma es poder. Las personas calmadas siempre inspiran respeto. Cuando uno tiene confianza en sí mismo no necesita gritar, ni despotricar, ni discursear, ni hacer aspavientos... Exaltarse nubla el cerebro y hace perder autoridad. Esa actitud serena y tranquila del entrenador blanco es una de sus principales virtudes. David Beckham, que coincidió con él en el AC Milan, decía: “Su método en el vestuario es invitar a la calma. Algunos managers gritan y se enfadan para expresar su autoridad, pero Carlo tiene ya esa autoridad, porque se le respeta mucho. La serenidad que inspira en todo el vestuario ayuda a los jugadores a estar tranquilos, los incita a jugar para él y esa es una de sus grandes fortalezas”. 

7. GESTIÓN DEL TALENTO: “Sin jugadores no hay fútbol, ni afición, ni nada. Gestionar el talento es el eje del desafío que afronta el liderazgo en toda organización”.

“El talento es el diferenciador último. Solo las mejores personas te darán una ventaja competitiva”, decía Jack Welch, CEO de General Electric durante veinte años. Un equipo ganador se hace con personas ganadoras. Todo gira en torno a la gestión del talento; y la gestión del talento engloba muchas cosas, pero tiene como punto de partida conocer muy bien a cada individuo. Los directivos gestionan equipos, pero sobre todo personas, porque ninguna persona es igual a otra. Cada una es un mundo, con sus miedos, inseguridades y ambiciones. Ahí reside gran parte de la complejidad del liderazgo. Los mejores líderes son especialistas en cada uno de los seres humanos que tienen a su alrededor. El propio Jack Welch señalaba: “El trabajo más importante como líder es identificar y desarrollar al talento. Los líderes mejoran constantemente a su equipo, utilizando cada encuentro como una oportunidad para evaluar, orientar y construir confianza en sí mismos”. Liderar es crear contextos donde el talento florezca

En definitiva:

  • Liderar es crear contextos para que el talento florezca.
  • Liderar es crear un espacio al que los demás desean pertenecer.
  • Liderar es crear el entorno correcto para que se dé el comportamiento correcto. 
  • Liderar es crear un clima de ‘seguridad psicológica’ donde el talento se siente confiado y respaldado.
  • Liderar es tener vocación de servicio hacia la gente. 
  • Liderar es, sobre todo, un compromiso con las personas.

Liderar es, sobre todo, un compromiso con las personas El primer deber de un líder es definir la visión; el último es dar las gracias. Entre medias, el líder es un sirviente. La grandeza de un líder se mide por su legado, ahí es donde se demuestra si su influencia fue constructiva o destructiva, y el de Ancelotti no es poca cosa en sus treinta años como entrenador. Un legado que viene definido por una adecuada combinación de excelencia técnica (resultados) y excelencia ética (valores).

189 paco libros


  Francisco Alcaide Hernández, conferenciante, formador y coach en liderazgo y motivaciónAutor del bestseller internacional Aprendiendo de los mejores (31ª edición).

Artículo publicado en Executive Excellence n191, junio-agosto 2024.


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