Cómo aumentar satisfacción y productividad en tiempos de crisis
LIDERAZGO / TALENTO / GESTIÓN EMPRESARIAL
Las empresas que ofrecen en sus instalaciones servicios de restauración a los empleados transmiten, hacia dentro y fuera de la organización, mensajes relevantes, siendo uno de los más importantes la preocupación y el interés que muestran por el bienestar de sus profesionales.
Para la empresa es una inversión importante, y también una responsabilidad. Los espacios han de ser diseñados y preparados a tal efecto, separados de los puestos de trabajo, y cumplir con los requerimientos legales en cuanto a prevención, higiene y seguridad de la salud, además de la normativa y obtención de licencias, el sometimiento a las necesarias inspecciones y revisiones continuas; la contratación de los proveedores, que ha de demostrar unos niveles de calidad y máximas garantías en el servicio... Todos ellos son requisitos imprescindibles para una buena prestación.
El nivel de satisfacción que genera este servicio de restauración puede ser medido periódicamente, puesto que es un área que genera un alto nivel de sensibilidad. De esta manera, si se hace bien, tiene una incidencia muy positiva en factores que veremos con posterioridad; si, por el contrario, se gestiona inadecuadamente, puede suponer un foco importante de insatisfacción.
En un escenario donde la gestión del servicio es la adecuada y se cumplen los requisitos anteriores, podemos afirmar que son muchos los beneficios -tangibles e intangibles, pero igualmente valiosos- que el servicio de restauración aporta a la empresa. Quiero detenerme especialmente en los intangibles: la comunicación interna y la socialización, la atracción y retención de talento, y la mejora del trabajo en equipo.
¿Cuánto tiempo de nuestra vida transcurre en el lugar de trabajo? En España las jornadas laborales, de media, suelen ser prolongadas, y las prácticas de trabajo flexible, como el teletrabajo, aún no están muy extendidas. Por ello es habitual que los empleados tengan que comer fuera de casa. Para algunos, comer es un trámite. Además, la presión de aprovechar el tiempo al máximo hace que, al cabo de un tiempo, comer se convierta simplemente en una necesidad vital a satisfacer con urgencia, para poder mantener el ritmo el resto del día. El trámite se resuelve con un sándwich delante del ordenador, sin tener en cuenta el agotamiento tanto físico como emocional que supone esta práctica en el largo plazo. Otras veces nos encontramos casos en los que el intervalo para la comida es extenso, por lo que la mayoría de los empleados aprovecha para ir fuera de la oficina, a un restaurante. Esta opción, además del tiempo que requiere el desplazamiento, no resulta siempre la ideal, pues muchas veces esas comidas no cumplen con los criterios óptimos nutricionales, perjudicando el rendimiento posterior en el trabajo a causa de malas digestiones o somnolencia.
Las tendencias globales y locales y los estudios realizados por empresas que llevan mucho tiempo operando en el mercado en este sector nos dicen que, cada vez más, este servicio se incluye dentro del paquete de beneficios que se ofrece a los empleados, como un factor de atracción y retención, que contribuye a optimizar el tiempo de trabajo y a conciliar mejor la vida personal y laboral. Disfrutar de espacios acogedores, diferentes, donde apetezca quedarse en esos periodos de descanso -que coinciden con las horas de comida- disfrutando de una dieta saludable y equilibrada hace que ese intervalo se convierta en una experiencia agradable y motivadora.
Una experiencia que además contribuye a consolidar una serie de valores relevantes como son la comunicación, el sentido de pertenencia, la socialización y el trabajo en equipo. Y es que no podemos olvidar que la hora de la comida nos permite compartir un tiempo con otros empleados, de cuya compañía no podemos disfrutar de forma distendida durante la jornada laboral. Se pueden intercambiar pareceres o simplemente charlar, lo que refuerza y genera un ambiente de confianza que se refleja de forma positiva en el clima laboral. Así, durante el receso para comer, también se ve reforzado el sentimiento de trabajo en equipo al mejorar la comunicación: en la comida surgen temas de conversación comunes o diversos, se intercambian opiniones sobre el trabajo, se puede profundizar o prolongar una conversación laboral inacabada... De una manera informal, se favorece la transmisión del conocimiento dentro de la empresa. Las personas que se sienten integradas en un grupo y comparten también parte de su tiempo particular generan vínculos de compañerismo y amistad, que redundan en beneficios para la organización. Un equipo que funciona siempre generará mejores resultados que un individuo trabajando en solitario; donde existe compañerismo y la comunicación fluye, la calidad de la información es mayor; cuando te sientes parte de un equipo, aumenta la motivación y el compromiso hacia tu trabajo.
Además se fomenta la relación personal: al estar en un lugar diferente al puesto de trabajo de la oficina, el empleado tiene la oportunidad de hablar de otros temas que favorecen el descanso mental y la relajación, se produce ese paréntesis necesario para poder reincorporarse a la jornada laboral. Todo ello sin tener que perder tiempo en desplazamientos y, muy probablemente, a un precio más económico que en la calle.
Los espacios habilitados para restauración en la empresa son lugares que habitualmente permiten romper fronteras e incluso disolver las barreras organizacionales, ya que propician que los empleados de distintos departamentos y/o niveles estén sentados en la misma mesa, compartiendo un espacio común. Si el mismo es ordenado, cómodo y diferente se promueve, de esta forma, un entorno adecuado para la socialización, para reforzar códigos internos de conducta y valores que son comúnmente reconocidos en la empresa y que los empleados tienen la oportunidad de poner en práctica, reforzando la cultura existente.
Asimismo, otro elemento clave de un buen servicio de restauración, que claramente afecta a la salud y al bienestar del empleado -y por ende, a su motivación-, tiene que ver lógicamente con el menú, que ha de ser variado, completo, atractivo en su presentación y ajustado a los estándares nutricionales. Una dieta saludable permite mantener un ritmo de vida activo, aumenta los niveles de energía anímica y física, mejora la manera en que el cuerpo funciona, refuerza el sistema inmunológico, nos previene de ciertas enfermedades y, además, es una forma de disfrutar de la vida.
Para las compañías líderes del sector de la restauración, la percepción de los empleados sobre los servicios que ofrecen sus empresas, orientados a satisfacer sus necesidades, se entiende como parte del atractivo de sus paquetes retributivos. Así las empresas que tienen un servicio de restauración en sus instalaciones transmiten a sus clientes y proveedores que cuidan de sus empleados y les ofrecen las mejores condiciones laborales posibles, de igual manera que lo harán con sus productos y servicios.
Por tanto, el servicio de restauración en la empresa es una gran herramienta que influye en la mejora de la comunicación y del trabajo en equipo, así como en la atracción y retención del talento. Y es que cada vez más se valora la conciliación y la calidad de vida, prestando mucha atención a la alimentación. Que la empresa cuide de la salud y del bienestar del empleado es un valor adicional muy valorado por este.
Mayte Montero, directora de Recursos Humanos de Avanade.
Opinión de expertos: Compass Group, líder mundial en restauración.
Artículo publicado en Executive Excellence nº89 febrero 2012