Ejercicio de buen gobierno y transparencia
El Grupo CLH ha impulsado en los últimos años diferentes acciones destinadas a introducir las mejores prácticas de buen gobierno en su gestión diaria. Una de las últimas ha sido el nombramiento de un director general, lo que permite a la compañía separar las funciones de presidente del Consejo y las del órgano ejecutivo.
Las políticas de buen gobierno corporativo han experimentado un importante desarrollo en los últimos años, tanto a nivel nacional como internacional, configurándose en la actualidad como una pieza fundamental en el funcionamiento de las organizaciones.
Las grandes compañías son conscientes de la importancia de incorporar principios y recomendaciones de buen gobierno en su cultura empresarial, lo que les permite cumplir sus objetivos estratégicos de manera transparente, así como reforzar los derechos de los accionistas y generar valor.
El Grupo CLH comparte esta filosofía, que conlleva beneficios tanto para el funcionamiento de las empresas como para el conjunto de la sociedad, y ha implantado las mejores prácticas de buen gobierno en su gestión diaria.
La compañía cuenta con una importante y rigurosa normativa dirigida a promover la transparencia de sus actuaciones y a garantizar un correcto funcionamiento de sus órganos de gobierno.
CLH no concibe estos textos como códigos cerrados ni estáticos, sino como documentación en permanente cambio y revisión, que se adapta periódicamente a las nuevas recomendaciones que van surgiendo.
La última modificación se produjo recientemente con el nombramiento de un director general y la separación de las funciones del presidente del Consejo y las del órgano ejecutivo.
La compañía ha nombrado como nuevo director general a Salvador Guillén, que ocupaba el cargo de director general comercial, y que a partir de ahora se encarga de la operativa diaria para el normal funcionamiento de la empresa.
Por su parte, el presidente, José Luis López de Silanes, continúa manteniendo la representación del Consejo de Administración y conserva las funciones y facultades ejecutivas que le corresponden como presidente del Consejo.
Otra de las reformas más recientes se produjo durante la última Junta General de Accionistas, en la que la compañía aprobó la modificación de sus estatutos sociales para aumentar el número de miembros del Consejo de Administración y permitir la incorporación de un consejero independiente, que también se ha integrado en el Comité de Auditoría.
Esta decisión refuerza la representación de los diferentes grupos de interés en el Consejo de Administración, de acuerdo a las recomendaciones de buen gobierno corporativo y a la Ley del Mercado de Valores. Al mismo tiempo, mantiene el equilibrio existente en este órgano, en el que la práctica totalidad de los accionistas se encuentran representados.
Esto es posible porque la compañía establece en sus estatutos sociales que todo accionista con una participación igual o superior al 5% del capital social tenga garantizada su presencia en el Consejo de Administración.
De esta forma, más del 99% del capital social está presente de manera directa en este órgano, lo que posibilita que las acciones de consulta con los accionistas tengan una incidencia directa en los procesos de toma de decisiones del Consejo.
Ética e integridad
El Grupo CLH ha ido introduciendo en su gestión diaria otros mecanismos incluidos en los códigos de buen gobierno que contribuyen a fomentar una actitud responsable dentro de la empresa.
La compañía cuenta con un Código de Conducta, que ha permitido fomentar un comportamiento profesional entre todas las personas que forman parte de CLH, así como crear una cultura empresarial basada en la integridad.
Esta norma recoge valores éticos universales y principios básicos de conducta, inspirados en la misión, visión y valores de la compañía, las normas de buen gobierno corporativo y los principios del Pacto Mundial de Naciones Unidas.
El Código se aplica a todas las personas que trabajan en el Grupo CLH, incluidos los miembros de los órganos de administración y de dirección. Además, la compañía también promueve el respeto de este documento entre todos los proveedores, contratistas y colaboradores.
Para asegurar su efectividad, existe un Comité de Ética, encargado de velar por el cumplimiento del Código y promover su conocimiento.
CLH también tiene una plataforma de comunicación específica para enviar consultas y aclarar dudas sobre el Código de Conducta, así como para informar de un modo directo y confidencial sobre cualquier presunto incumplimiento.
El Comité de Ética se encarga de evaluar estas comunicaciones y de decidir las acciones requeridas en casa caso, atendiendo a la naturaleza de los hechos.
La compañía también ha entregado a sus trabajadores un ejemplar de esta norma y utiliza todas las herramientas de comunicación a su alcance, como la página web o el portal corporativo, para difundir su contenido.
Además de este texto, la compañía dispone de un “Protocolo para fomentar la igualdad y prevenir el acoso laboral en el trabajo”, que tiene como finalidad principal garantizar un entorno laboral satisfactorio, en el que se respete la dignidad de las personas y se erradique cualquier comportamiento hostil o intimidatorio.
Colaboración con la Agencia Tributaria
Dentro de su compromiso con las mejores prácticas de gobierno corporativo, el Grupo CLH también colabora con la Administración para garantizar un comportamiento ético en materia fiscal y trabajar de forma conjunta en la detección de prácticas fraudulentas.
En este sentido, la compañía se ha adherido al Código de Buenas Prácticas Tributarias, un texto articulado desarrollado conjuntamente por la Agencia Tributaria y el Foro de Grandes Empresas.
Para entender la verdadera importancia de esta acción, hay que destacar el papel clave que CLH desempeña en la gestión del Impuesto Especial sobre Hidrocarburos. La compañía es sujeto pasivo de este tributo, ya que se devenga a la salida de los productos petrolíferos de sus instalaciones de almacenamiento, lo que determina que CLH sea la principal recaudadora.
En esta misma línea, la compañía obtuvo a principios de año el certificado de Operador Económico Autorizado, en la modalidad de simplificación aduanera, protección y seguridad, el más completo que existe actualmente a nivel europeo y que confirma a CLH como un operador económico de confianza para realizar operaciones aduaneras en el territorio comunitario.
Para conseguir este certificado, otorgado por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, la compañía tuvo que superar una auditoría realizada por la propia Agencia Tributaria, que comprobó que la empresa cuenta con un historial satisfactorio de cumplimiento de los requisitos aduaneros, un sistema adecuado de gestión de los registros comerciales, una solvencia financiera acreditada y unos niveles de seguridad excelentes.
La transparencia es otra de las prioridades de la compañía y, por ello, CLH fomenta la difusión de contenidos relacionados con el gobierno corporativo. De este modo, se ha renovado la página web para actuar como sede electrónica del Grupo, desde donde es posible acceder a todo tipo de contenidos.
Además, por sexto año consecutivo, la compañía ha publicado su informe de Responsabilidad Social Corporativa, de acuerdo a las directrices de Global Reporting Initiative, y ha obtenido una vez más la calificación A+.
Con el fin de continuar incorporando a su gestión las mejores prácticas y recomendaciones, la compañía ha puesto en marcha el segundo Plan Director de Responsabilidad Social Corporativa, que incluye un conjunto de medidas relacionadas con la seguridad, el respeto por el medio ambiente, la calidad, el desarrollo, la transparencia y el compromiso ético, con las que CLH espera seguir potenciando la competitividad de sus servicios y reforzar la confianza entre los grupos de interés con los que se relaciona.
SOSTENIBILIDAD / ESTRATEGIA
Artículo publicado en Executive Excellence nº108 dic13