El sector de auto ante el consumidor digital
Actualmente, la fabricación de automóviles ya no solo gira en torno al vehículo, sino que también lo está haciendo en torno a los servicios digitales. Transformándose digitalmente en todas las áreas del negocio, los fabricantes (OEMs, Original Equipment Manufacturers) podrían aumentar sus ingresos y rentabilidad de manera exponencial. Si bien es cierto que muchos están considerando convertirse en negocios digitales, también lo es que ya puede ser tarde. Y el impacto del retraso, además de afectar a los beneficios, podría abrir la puerta a nuevos competidores en el mercado.
Un estudio realizado por Accenture demuestra que, en 2020, para un OEM con unos ingresos netos anuales de 55.000 millones de dólares, la digitalización podría liberar más de 2.300 millones. Entonces, ¿qué se necesita para alcanzar este objetivo?
La mayoría de los fabricantes reconocen el poder de la digitalización para transformar sus marcas. Sin embargo, aunque son muchos los que están digitalizando parcialmente las áreas claves de su cadena de valor, hay pocos aún que hayan ido lo suficientemente lejos o lo suficientemente rápido. Para aprovechar plenamente el potencial de la digitalización, los OEMs deberían desarrollar nuevas cadenas de valor.
En este sentido, hay tres áreas clave en las que los OEMs pueden adoptar la tecnología digital para crear modelos digitales que les proporcionen ventajas competitivas impidiendo, además, la entrada de nuevos competidores. Estas áreas incluyen al consumidor digital –aplicando la tecnología para comunicarse de una manera más sofisticada con el fin de incrementar ingresos y rentabilidad–; la empresa digital –en la que la tecnología puede bajar los costes de las funciones principales de la cadena de valor, como I+D, RR.HH., IT o Finanzas–; y el negocio digital –en el que los fabricantes pueden desarrollar nuevos modelos de negocio para generar ingresos basados en tecnologías digitales–.
Los que decidan esperar podrían encontrarse en una situación de desventaja e indefensión. Creemos que los OEMs que fracasen en sus procesos de digitalización están en peligro de perder hasta un 15% de su rentabilidad actual, y un porcentaje aún mayor en la pérdida de oportunidades. Disruptores digitales, más ágiles y rápidos –muchos de ellos externos a la industria e incluso fuera del sector tecnológico– están acechando en todas las áreas de la cadena de valor de la automoción, consiguiendo acceso directo tanto a los consumidores como a sus datos.
Las apps, los servicios complementarios y las plataformas de servicios digitales vinculados al coche conectado y su ecosistema digital están definiendo los nuevos modelos de negocio en la industria… y los disruptores digitales están liderando estos avances. Además, el acceso a los datos de los consumidores y su monetización emergen como factores decisivos en la construcción de un ecosistema exitoso para la industria. Y aquí también los disruptores podrían estar llevando la iniciativa.
Los fabricantes de automóviles deben considerar una estrategia agresiva para la digitalización de sus operaciones, porque es probable que los que no lo hagan rápidamente no puedan beneficiarse de los mismos niveles de crecimiento, pues, de nuevo, son los disruptores digitales los que están redefiniendo qué es un negocio exitoso. También en el sector de automoción.
Joan Cavallé, managing director de Automoción de Accenture.
Artículo publicado en Executive Excellence nº134 noviembre 2016.