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ESIC: cuando el propósito da sentido

(Tiempo estimado: 2 - 4 minutos)

Las crisis siempre remueven los cimientos de las personas que las sufren; una enfermedad, una pérdida, una partida –por citar algunos ejemplos–, desencadenan un tiempo de reflexión profunda que nos conduce a la casilla de salida, a revisar nuestros fundamentos vitales y aquello que da sentido a nuestra existencia.

Cuando trasladamos esta misma experiencia al mundo corporativo, los paralelismos resultan llamativos. Por imprevista, por la crudeza de sus consecuencias, por su alcance global, una crisis de la envergadura de la que estamos viviendo, la provocada por el COVID, produce tal sacudida que cuesta imaginar una sola empresa que no haya tenido que cuestionarse a sí misma para reforzar o reorientar su rumbo.

La búsqueda del propósito, ese término que tanto se escucha últimamente en los foros empresariales, es precisamente una invitación a revisar los pilares sobre los que se asienta la organización. Una revisión más profunda que la de marcar objetivos estratégicos, pues lleva a la empresa a cuestionar su razón de ser, aquello para lo que existe.


Si el propósito está bien arraigado en la cultura organizativa, es poco usual que sufra vaivenes de calado, algo que sí puede darse cuando hay dudas sobre el verdadero valor que aporta la empresa a la sociedad


Se trata de un ejercicio necesario, que convendría realizar también en periodos menos convulsos y más sosegados; así lo hacemos muchas organizaciones, que con cierta periodicidad –normalmente, coincidiendo con la actualización de la estrategia– volvemos a revisitar nuestros cimientos para reconstruir o retocar nuestros objetivos, políticas y planes de acción, pero sin perder el norte. Las estrategias van cambiando, van adaptándose a las nuevas demandas que los grupos de interés nos exigen. Sin embargo, cuando el propósito está bien arraigado en la cultura organizativa, es poco usual que sufra vaivenes de calado, algo que sí puede darse cuando hay dudas sobre el verdadero valor que aporta la empresa a la sociedad.


La búsqueda del propósito lleva a la empresa a cuestionar su razón de ser, aquello para lo que existe


El propósito de ESIC está muy claramente definido desde hace tiempo y bien interiorizado por parte de todas las personas de la organización. Todo nuestro esfuerzo contribuye, y lo sabemos bien, a “impulsar la transformación de las personas para que se desenvuelvan con éxito en su vida profesional de una forma responsable y sean actores de cambio en las organizaciones y en la sociedad”. Esa es nuestra razón de ser.

Los docentes, los investigadores, el personal de administración y servicios, y el equipo directivo, somos conscientes de la importancia –y la responsabilidad– de nuestro trabajo. Todos, desde nuestras respectivas funciones, contribuimos a la formación de los estudiantes para que a través de su desempeño profesional cambien, a mejor, el mundo en que vivimos. Tanto el de las organizaciones donde trabajarán, como el de las personas que se verán afectadas por las decisiones que allí tomen.

La situación vivida con la pandemia nos ha demostrado la fuerza con la que este compromiso está arraigado en ESIC. Conscientes de la importancia, se han puesto los medios tecnológicos, humanos y operativos para seguir cumpliendo con nuestro propósito, a pesar de las adversidades, tratando de minimizar el impacto negativo que el confinamiento trajo consigo. Una adaptación rápida que nos ha demostrado la capacidad de resiliencia de todo el equipo, y de los estudiantes para continuar impartiendo y recibiendo formación.


En ESIC, todo nuestro esfuerzo contribuye a “impulsar la transformación de las personas para que se desenvuelvan con éxito en su vida profesional de una forma responsable y sean actores de cambio en las organizaciones y en la sociedad


Siguiendo la estela de este propósito, en ESIC también se han buscado fórmulas para dar apoyo a antiguos alumnos y colectivos sociales que han podido verse más perjudicados por la crisis; personas para quienes volver a formarse se convierte en un imperativo para salir adelante y mejorar. De ese modo, se han puesto en marcha programas de voluntariado para formar a personas en situación de desempleo, como el proyecto RelánzaT, y nuestra plataforma de contenidos en abierto ESIC Play,  para facilitar que la puesta al día de habilidades y conocimientos, contando con el apoyo de voluntarios en el marco de MASESIC, nuestro departamento de extensión universitaria.

Ello ha sido posible gracias a contar con un propósito claramente definido, identificado por las personas de la organización y reconocido por nuestros estudiantes, empleadores y por las empresas y organizaciones con las que colaboramos. Un propósito que nos motiva, más aún en tiempos de crisis, a dar sentido a nuestra labor.


Segundo Huarte, director de Reputación Corporativa de ESIC.

Artículo publicado en Executive Excellence n178, enero 2022.


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