La acción social de la empresa global
El auge actual de las actividades relacionadas con la acción social de las empresas ha traído consigo la figura de la fundación corporativa, una herramienta para canalizar iniciativas sociales y culturales cada vez más extendida entre las grandes firmas comerciales de nuestro país.
De acuerdo con el Instituto de Análisis Estratégico de Fundaciones (INAEF), el sector fundacional español está compuesto por organizaciones “jóvenes” puesto que el 65% de las fundaciones registradas y no extinguidas tiene una antigüedad inferior a quince años, es decir, que han sido creadas después de la Ley de fundaciones de 1994. De las más de 12.000 fundaciones registradas, aproximadamente el 14% del total depende de sociedades mercantiles. Por otro lado, más de la mitad de las empresas que integran el IBEX-35 cuenta con una fundación corporativa a través de la cual articula su actividad social. Constituye por tanto un modelo de filantropía en alza.
Una fundación es una organización sin fin de lucro que, por voluntad de sus creadores, tiene afectado de modo duradero su patrimonio a la realización de fines de interés general y cuyos beneficiarios son colectividades genéricas de personas. En el caso de la fundación de empresa, ésta puede tener una relación estrecha y directa con la corporación, tanto en su estructura como en el diseño de sus actividades, o por el contrario, puede presentar un mayor grado de independencia. Lo que parece evidente es que la fundación corporativa debe orientar su acción hacia iniciativas relacionadas directa o indirectamente con el core business de la matriz; por ejemplo, en el caso de empresas petroleras su acción social a menudo está centrada en el medio ambiente, y en el caso de las operadoras de telecomunicaciones, es habitual que desarrollen proyectos orientados a cerrar la brecha digital de los colectivos más desfavorecidos. Se trata de, por una parte, aplicar el know-how del negocio a la parte sin ánimo de lucro de la organización, y por otra, de reforzar a través de la fundación la imagen de marca corporativa entre los distintos colectivos de stakeholders de la empresa, y en última instancia, entre el público en general.
La fundación de empresa suele compartir la los valores y la filosofía operativa de la compañía, además de su dinámica de gestión y su eficacia productiva. La acción social se dirige hacia las sociedades en las que la firma está presente, y en el caso de una empresa global, las iniciativas filantrópicas adquieren igualmente una dimensión global. Este es el caso de Telefónica, cuya presencia en veinticinco países conlleva que su actividad sociocultural traspase las fronteras de nuestro país y emerja en los numerosos mercados de la operadora, siendo ésta gestionada y canalizada por Fundación Telefónica que, como espejo del negocio, es igualmente una organización global.
De esta manera, Fundación Telefónica es una constelación de fundaciones que trabaja directamente en España y ocho países de América Latina, e indirectamente, es decir sin presencia sobre el terreno, en otros cinco, y es guiada por la estrategia general de Telefónica que persigue contribuir a mejorar el nivel de vida de las poblaciones de las naciones en las que la compañía está presente. Adicionalmente, Fundación Telefónica colabora con las cinco operadoras europeas de Telefónica en Reino Unido, Irlanda, Alemania, República Checa y Eslovaquia.
La definición de las líneas estratégicas de la acción social de la empresa debe conjugar tanto los principios y valores de la misma como las necesidades de las sociedades a las que atiende. Debe ser una acción continua en el tiempo y sostenible, evitando en lo posible la improvisación y un enfoque excesivamente cortoplacista. A lo largo de sus más de diez años de existencia, Fundación Telefónica ha perseguido el objetivo de contribuir al desarrollo social a través del acceso al conocimiento. Su misión se resume a través del enunciado siguiente: “El desarrollo de una acción social y cultural relevante y transformadora, enfocada en facilitar el acceso al conocimiento desde una gestión innovadora, integrada y global.” Las líneas de actuación y los proyectos que lleva a cabo parten de los principios de innovación permanente y del uso intensivo de las tecnologías de la información y las comunicaciones.
El foco de actividad de Fundación Telefónica se articula en torno a tres líneas de actuación que rigen el desarrollo y la ejecución de los distintos proyectos:
l Acceso a la educación.
l Mejora de la calidad educativa.
l Divulgación del conocimiento.
La primera línea se orienta a impulsar la educación y el conocimiento, especialmente en colectivos socialmente desfavorecidos, como es el caso de los niños trabajadores de Latinoamérica. Fundación Telefónica ha desplegado desde 2005 un ambicioso programa, Proniño, dirigido a contribuir a erradicar el trabajo infantil, que actualmente está presente en trece países de América Latina y que beneficia a más de 211.000 niños y niñas de 5.860 centros escolares. El programa reposa sobre una filosofía de trabajo colaborativo en red conjugando las políticas públicas de defensa de los derechos de la infancia con la iniciativa privada y aquella que procede de las organizaciones del Tercer Sector. Proniño está alineado con las Metas del Milenio de las Naciones Unidas, que entre otros objetivos plantean que para el año 2015 todos los niños y niñas del mundo puedan terminar un ciclo completo de enseñanza primaria.
Sin embargo, promover la escolarización de los menores trabajadores no es suficiente para garantizar la igualdad de oportunidades en la Sociedad del Conocimiento. Por ello, la segunda línea de actividad de Fundación Telefónica persigue la mejora de la calidad educativa a través de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), tanto en España como en Latinoamérica. De esta forma, se ha dotado a una parte importante de los colegios que participan en el programa Proniño de aulas informáticas y se ha creado un modelo avanzado on line de formación del profesorado de dichos centros conceptualmente basado en el trinomio: tecnología, pedagogía y contenido.
Adicionalmente, este segundo foco de actuación de la Fundación incluye iniciativas basadas en el intercambio de experiencias y la colaboración entre estudiantes de Latinoamérica y España, proyecto bautizado como “Escuelas Amigas”, así como el apoyo a los profesores pedagógicamente más innovadores por medio de portales web de recursos educativos, como es el caso de EducaRed.org, o acciones de apoyo a los docentes emprendedores, cuyo paradigma es la acción denominada Movimiento E3.
La última línea estratégica citada hace referencia a la generación y difusión del conocimiento en sentido amplio y comprende, por un lado, la realización de exposiciones centradas con el arte y la tecnología, así como la gestión del patrimonio artístico de Telefónica; y por otro, el análisis y la divulgación del impacto en la sociedad de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), y en concreto de Internet, a través de publicaciones y ciclos de conferencias.
Mención aparte merece el programa de voluntariado corporativo de Telefónica, que es impulsado y gestionado por su Fundación. A finales de 2010, el colectivo de voluntarios de Telefónica integraba a casi 22.000 empleados de la compañía, procedentes de España, trece países de Latinoamérica y cinco países europeos, que solamente durante ese año participaron en 1.285 iniciativas de voluntariado. Éste es sin duda un gran ejemplo de modelo de voluntariado corporativo en una empresa global.
Artículo publicado en Executive Excellence nº84 sept11