¿Hará la IA a las profesiones expertas lo que el Modelo T hizo a los ferrocarriles?
Por Rita McGrath /
Como tan elocuentemente expone la economista Carlota Pérez, los cambios sistémicos en las tecnologías siempre conducen a cambios sistémicos en la sociedad. Los ganadores de un antiguo régimen se convierten en los perdedores del nuevo. Muchos predicen que la revolución de la IA democratizará el acceso a la experiencia, ¿qué cambios podemos esperar?
Supuestos asumidos y organización de las sociedades
Los avances tecnológicos hacen posible lo que antes era imposible, despiertan entusiasmo cuando se materializa su potencial y luego pasan a ser considerados algo absolutamente ordinario. En el momento en que las tecnologías se hayan difundido tanto que formen parte de la vida cotidiana, habrán reconfigurado por completo las sociedades en las que se comercializan.
El ferrocarril, por ejemplo, con su capacidad para transportar mercancías a precios bajos sin precedentes, dejó obsoleto el sistema de canales y autopistas que lo precedió y dio origen a los barones ladrones y a los magnates del acero.
Esta es la tesis de muchos economistas que estudian los ciclos largos de desarrollo en el capitalismo, como Joseph Schumpeter y más recientemente Carlota Pérez. Schumpeter situó al emprendedor tecnológico en el centro de sus teorías del cambio económico, señalando que cada sucesiva "ola de destrucción creativa", como él decía, dejaba obsoletas muchas de las soluciones de una época anterior.Atraídos por las nuevas tecnologías que prometen grandes riquezas, los capitalistas inundan de dinero los nuevos sectores y animan a los empresarios a romper los viejos sistemas y crear algo nuevo
Carlota Pérez desarrolla la idea de Schumpeter argumentando que los auges y declives del capitalismo son una característica, no un defecto. Atraídos por las nuevas tecnologías que prometen grandes riquezas, los capitalistas inundan de dinero los nuevos sectores y animan a los empresarios a romper los viejos sistemas y crear algo nuevo. Con el tiempo, a medida que las nuevas tecnologías se adoptan más ampliamente, las sociedades cambian para reflejar la nueva economía de lo que ahora es posible. Los ganadores del antiguo régimen se convierten en perdedores en el nuevo y se resisten a él. Finalmente, el capital vuelve a la "economía de producción" y lo que antes se consideraba una fantasía imposible se convierte en una realidad ordinaria.
El Modelo T y la producción en serie
En 1901, William Maybach de Alemania diseñó lo que es ampliamente reconocido como el primer automóvil moderno , el Mercedes, un producto caro que tenía un rendimiento de alto nivel. Fue necesaria la adopción por parte de Henry Ford de la línea de montaje para crear las condiciones en las que producir automóviles a una escala sin precedentes y a un precio notablemente asequible.
Con el tiempo, se vendieron millones de coches. El capitalismo parecía haber cumplido su promesa de utilizar los aumentos de productividad para mejorar la calidad de vida de mucha gente, dándoles la posibilidad de esperar un futuro mejor. Pérez señala que esto es característico de una "edad de oro", cuando la tecnología se adopta de forma generalizada y ya se perciben sus beneficios de productividad.
Des-cualificación involuntaria
Otras innovaciones hicieron que los procesos de fabricación se estandarizaran, permitiendo la producción de todo tipo de bienes sin artesanos cualificados. Las innovaciones se acumulaban, creando nuevos empleos y posibilidades, pero también destruyendo los antiguos. La electricidad, por ejemplo, acabó con los faroleros. Pero la sociedad cambió de otras maneras: la producción en masa significaba que una persona con una educación general podía ser productiva.
Una de las consecuencias no deseadas de este tipo de cambios es la "des-cualificación" de ciertos tipos de tareas. En la medida de lo posible, las nuevas técnicas permitieron que la producción de artesanos, maquinistas o trabajadores industrales pudiera ser realizada de forma más barata por personas con menos formación y práctica. Lo que esto significa en la práctica es que tareas equivalentes pueden ser realizadas por personas menos costosas. Empieza a hablarse mucho de la posibilidad de que la IA provoque la democratización de los empleos basados en el conocimiento
Hasta ahora, se consideraba que la "des-cualificación" consistía en eliminar tareas de los puestos de trabajo físicos. Sin embargo, se empieza a hablar mucho de la posibilidad de que la inteligencia artificial provoque la desclasificación o democratización de los empleos basados en el conocimiento.
¿Profesiones del conocimiento en riesgo?
David Autor, economista del MIT, ha insinuado algunas de las implicaciones de la IA para los trabajos que antes requerían un escaso juicio de expertos. En su opinión, "la oportunidad única que la IA ofrece al mercado laboral es ampliar la relevancia, el alcance y el valor de la experiencia humana. La IA ofrece al mercado laboral la oportunidad única de ampliar la relevancia, el alcance y el valor de la experiencia humanaGracias a su capacidad de entrelazar información y reglas con la experiencia adquirida para apoyar la toma de decisiones, la IA puede aplicarse para permitir que un mayor número de trabajadores con conocimientos complementarios realicen algunas de las tareas de toma de decisión más arriesgadas que actualmente se encomiendan a expertos de élite, por ejemplo, la atención médica a los médicos, la producción de documentos a los abogados, la codificación de software a los ingenieros informáticos y la educación universitaria a los profesores".
A medida que más sectorse de la economía global han recompensado el trabajo del conocimiento, la experiencia se ha vuelto cara y altamente retribuida. Como expresa Autor en otro artículo: "Pensemos en las profesiones de controlador aéreo y guardia de tráfico. A grandes rasgos, se trata del mismo trabajo: tomar decisiones rápidas, a vida o muerte, para evitar colisiones entre pasajeros de vehículos y transeúntes. Pero los controladores aéreos cobraban un salario medio anual de 132.250 dólares en 2022, o casi cuatro veces el salario medio anual de 33.380 dólares de los guardias de tráfico". La razón es que se necesitan largos años de práctica para convertirse en un controlador de tráfico aéreo; la experiencia es escasa, por lo tanto, requiere una prima de precio para compensar esa inversión. La IA es capaz de responder de formas novedosas, no preprogramadas, a los estímulos
Lo que hace la IA que no podían hacer las generaciones anteriores de ordenadores es responder de formas novedosas, no preprogramadas, a los estímulos. Esto abre la oportunidad de que personas con menos formación y menos habilidades sean capaces de producir resultados (en muchos casos, elecciones o decisiones) que antes habrían requerido una amplia formación y práctica sobre el terreno.
Autor sugiere las consecuencias: "Al brindar apoyo a la toma de decisiones en forma de orientación y guardarraíles en tiempo real, la IA podría permitir que un conjunto más amplio de trabajadores que posean conocimientos complementarios realice algunas de las tareas de toma de decisiones de mayor riesgo que actualmente se arrogan a expertos de élite como médicos, abogados, codificadores y educadores."Los resultados de investigaciones únicas (basadas en encuestas, por ejemplo) podría ser menos valiosos que las conclusiones basadas en datos reales de comportamiento¿Qué puede significar todo esto para la profesión de consultor y otras? Pues que con las respuestas a preguntas fácticas clave disponibles con solo pulsar un botón, sea probable que esa forma de experiencia se vuelva mucho menos costosa. Los resultados de investigaciones únicas (basadas en encuestas, por ejemplo) podrían ser menos valiosos que las conclusiones basadas en datos reales de comportamiento. Conforme la IA incorpore modelos que permitan a las personas practicar y obtener retroalimentación, incluso la función "tranquilizadora" de un consultor podría llegar a ser menos valiosa.
Del mismo modo que la conveniencia y el menor coste del transporte provocados por el Modelo Ford T diezmaron el negocio ferroviario, la conveniencia y el abaratamiento del apoyo a la toma de decisiones que posibilita la IA podrían erosionar el sustento del negocio de la consultoría.
En Valize tenemos la misión de rediseñar la consultoría para reflejar las nuevas posibilidades creadas por la IA, aportando un punto de vista "AI first" a nuestras ofertas, incluido el software SparcHub que hemos desarrollado para guiar a las empresas a través del proceso de planificación basado en el descubrimiento. Creemos que todo gira en torno a la creación de capacidades, mostrando a las empresas cómo crear continuamente oportunidades y aprender a forjar su futuro mientras ejecutan sus negocios del presente.
Rita McGrath es profesora en Columbia Business School. Thinkers50 top 10 & #1 en estrategia. Autora de The End of Competitive Advantage y Seeing Around Corners. CEO y fundadora de Valize.
Este artículo es una síntesis del aparecido originalmente en diversos medios digitales (Substack, ritamcgrath.com, LinkedIn...) se publica en español en Executive Excellence con la autorización expresa de su autora.
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Artículo publicado en junio de 2024.