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La fuente de la prosperidad

(Tiempo estimado: 3 - 6 minutos)

LIDERAZGO / GESTIÓN EMPRESARIAL

Desde BT España queremos felicitar muy cordialmente a Executive Excellence, y todos y cada uno de sus profesionales, por sus 100 números de vida. Un recorrido ya largo que, sin duda, recalca la sana ambición de esta publicación de trabajar por y para el liderazgo, habiéndose granjeado un merecido espacio en el ámbito de la gestión empresarial en un momento difícil para las empresas, las instituciones y también para las personas.

Desde BT España esperamos y deseamos que esta publicación continúe informando puntualmente, durante muchos años más, y trabajando desde su privilegiada atalaya como difusor de toda actividad capaz de fomentar una gestión de procesos más eficaz y sostenible, la cual desemboque en un incremento de nuestra productividad y competitividad como país.

Una voluntad esta, tan loable como necesaria, en la que las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) deben desempeñar un papel fundamental por ser capaz de optimizar procesos, generar nuevas oportunidades de negocio y crecimiento que permitan crear empleo de calidad, uno de los grandes déficits de la maltrecha economía española.

Hoy nadie duda de que las TIC permiten mejorar el nivel de vida de una población concreta y también medir su nivel de desarrollo. El creciente acceso a la información y la posibilidad de compartirla instantáneamente tiene como consecuencia el impulso de las capacidades personales y profesionales de los individuos y, en el caso de las empresas, permite experimentar notables mejoras en su desempeño que desembocan en una mayor productividad y competitividad.

En un momento de profunda crisis económica como el actual, tenemos la oportunidad poner en marcha un proyecto ilusionante en el que la innovación, entendiendo esta como nuevas maneras de hacer las cosas y donde las TIC desempeñen un papel central, nos abra un camino de creación de valor y crecimiento. Un modelo de negocio basado en el conocimiento que permita generar empleo de calidad y sostenible en el tiempo.

En este sentido, la Agenda Digital Europea 2020, plenamente suscrita por nuestro país, plantea que las TIC tienen que formar parte nuclear de la estrategia de crecimiento de la Eurozona. Incluso, algunos vamos más allá y estamos convencidos de que las TIC se erigirán en el nuevo motor del desarrollo del modelo económico que tiene que ayudarnos a crecer y dejar atrás lo peor de la crisis y volver a ilusionarnos por el futuro.

De acuerdo con la Comisión Europea, cada incremento del 10% en la penetración de la banda ancha en la sociedad se traduce en un crecimiento de entre el 1% y el 1,5% del PIB; un dato que, sin duda, avala la previsión de la UE de generar, asociados a la innovación en servicios, 100.000 nuevos empleos entre 2010 y 2015, y dos millones en 2020.

En busca de la eficiencia

A nadie se le escapa que, en medio de la crisis, las TIC no han permanecido al margen de los severos procesos de racionalización del gasto que afectan a todos los entornos y sectores. Sin embargo, es en momentos así cuando la idea de invertir para impulsar la productividad y el crecimiento ha de prevalecer. Tenemos que plantearnos ahora qué papel queremos que desempeñen las TIC en nuestro futuro económico pensando en que, como país, debemos desenvolvernos en un mundo más global y competitivo.

En ese sentido, las Administraciones tienen una responsabilidad fundamental, facilitando a los ciudadanos servicios basados en las TIC y con calidad creciente. El incremento de la eficacia y eficiencia de la Administración, al mismo tiempo que se optimiza el gasto público, no está reñido con unos servicios de calidad y universales. Más bien todo lo contrario. Una de las áreas donde mayor impacto positivo ha producido la aplicación de las nuevas tecnologías, a todos los niveles, es el sector público. Su papel como dinamizador social y favorecedor de la competencia entre los proveedores tiene que traducirse necesariamente en la calidad y cantidad de los servicios a los ciudadanos, así como en más innovación y eficiencia a menor coste, siempre y cuando la competencia entre proveedores sea real.

En el ámbito de la empresa privada, está surgiendo con fuerza el trabajo en movilidad prácticamente ubicuo que, en grandes corporaciones, está muy extendido y configura un modelo de eficacia a propagar, puesto que  permite conciliar la vida familiar con la laboral. A su capacidad para generar flexibilidad en el puesto de trabajo, con ahorros en espacio físico de oficina, mobiliario y gasto en electricidad, se suman otras ventajas directas para el empleado, que podrá reducir gastos de transporte, comida, tiempos de desplazamientos y emisiones de CO2 a la atmósfera por el uso masivo de las distintas modalidades de transporte.

Otra de las ventajas de las TIC es que facilitan la expansión geográfica de las empresas, dando la posibilidad a los colaboradores de trabajar desde cualquier punto del planeta de forma transparente, utilizando las múltiples posibilidades de la nube, y aportando nuevas formas de hacer y de pensar que aportan valor e incrementan la productividad.

Cualquier empresa que quiera desarrollar un plan de internacionalización se enfrenta con dos requisitos fundamentales sobre su infraestructura tecnológica: que sea flexible y que acelere la llegada al mercado de sus productos y servicios. Hoy la tecnología permite nuevas fórmulas que aligeran la fuerte carga económica que suponía tener que hacer una fuerte inversión en recursos.

Nuevos modelos de suministro, como el cloud computing, permiten acceder a servicios de alta calidad desde infraestructuras de datos a redes de comunicaciones avanzadas en todo el mundo, y gestionarlos con flexibilidad y eficiencia. El cloud computing ha abierto nuevas posibilidades para las empresas, que pueden acceder ahora a la tecnología más avanzada sin tener que realizar fuertes inversiones iniciales ni ocuparse de su actualización y mantenimiento.

Estas son algunas ideas de las muchas que se pueden aplicar en ámbitos empresariales. Lo importante es tener muy claro que la inversión racional en soluciones TIC forma parte de la solución no solo para salir de la crisis, sino para alcanzar un futuro de prosperidad sostenible.


Jacinto Cavestany, vicepresidente de BT para España y América Latina.

Artículo publicado en Executive Excellence nº100 feb13

 


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