Quiero ser excepcional con un excellence touch
En los complejos y tan competitivos tiempos por los que atravesamos, pero que han llegado para quedarse, no nos engañemos, muchos estamos encontrando crecientes dificultades para satisfacer las demandas de nuestros clientes, mientras estamos teniendo que contener e incluso recortar los gastos de todo tipo, incluso los que afectan al factor humano.
El desempleo está en cifras desconocidas por lo abultadas y las reducciones salariales son el pan nuestro de cada día.
Por eso otra pregunta clave hoy es ¿cómo conciliar cada vez mejor el reto de satisfacer, entusiasmar, clientes con la necesidad de contener, o incluso reducir, el número de colaboradores en tu equipo? La respuesta Dylan… “my friend, is blowing in the wind”… no es la que te voy a dar, pero sí una que apunta a nosotros mismos, en lugar de remitir esto a la tarea de las empresas. Mi respuesta es desarrollar nuestras competencias para tratar de convertirnos en profesionales y personas excepcionales. Ni más ni menos.
Cuando uno amplía y potencia sus competencias hasta sobresalir en ellas, la productividad se dispara, y con ella la rentabilidad. Sin embargo, durante mucho tiempo lo habitual ha sido identificar debilidades para después corregirlas, más que identificar fortalezas para después acercarlas a la excelencia.
Si uno tiene debilidades significativas, unas que pudiésemos calificar de graves carencias, mejorarlas puede tener un impacto positivo sustancial en la eficacia global. Sin embargo, aunque centrarse en las debilidades te pueda llevar a una posición donde tu comportamiento no represente una rémora para tu rendimiento general, eso no te elevará mucho más allá. Y ¿por qué digo esto? Porque los diferentes líderes que he conocido a lo largo de una ya larga carrera profesional, con los que he trabajado directamente, diría yo que todos eran y son excepcionales, aunque todos tenían o tienen debilidades, porque no eran ni son perfectos.
Entonces, si tienen debilidades los líderes sobresalientes ¿qué es lo que les hace excepcionales? Respuesta: ¡sus fortalezas! Aquello en lo que son excepcionalmente buenos contrarresta y oscurece las debilidades que puedan poseer.
Por ello, si inviertes todo tu tiempo en corregir debilidades, tus fortalezas potenciales nunca alcanzarán la cota de excepcionales. De ahí que se imponga un cambio de prioridades, es decir, que pasemos de intentar no estar por debajo de la media en nada, a buscar el excellence touch en unas relativamente pocas competencias, pero eso sí, en aquellas que tengan un gran impacto sobre los demás y te puedan llevar a convertirte en alguien excepcional.
Además, hay una gran diferencia en motivación entre centrarte en corregir debilidades y potenciar fortalezas. Esa diferencia de motivación, hablo por mi propia experiencia, tiene enormes consecuencias sobre el éxito final de tu empeño. Cuando intentas mejorar tus debilidades con perseverancia, se logran progresos, pero cuando trabajas tus fortalezas sistemáticamente, los progresos son sorprendentes. Esto es obvio porque si trabajas sobre algo con lo que disfrutas, inviertes más tiempo y pones más energía y entusiasmo en ello.
Una competencia en la que eres suficientemente bueno, que además en la organización en la que trabajas es altamente valorada y por la que sientes cierta atracción o pasión, es la competencia ideal para trabajar sobre ella. Los valores universales de la excelencia, de los que hemos hablado en ocasiones anteriores, proporcionan pistas para escoger acertadamente. Muchas de esas habilidades se aprenden observando a otros cómo las ejercen, especialmente a los líderes que admiramos. El coaching formal e informal que puedas obtener de aquellos con los que trabajas o de coaches externos es también enormemente útil. Ahora bien, solo podrás beneficiarte del feedback que puedas recibir, si realmente crees en ello y aceptas sin reservas el que te ofrezcan. Y no es fácil, porque es preciso ser, al mismo tiempo, humilde y reflexivo, íntegro y honesto, receptivo y proactivo, para actuar y responder con energía y entusiasmo.
Por todo ello, el lugar donde trabajas, las organizaciones como el Club Excelencia en Gestión donde participas, así como la función que desempeñas, ofrecen por sí mismos un enorme abanico de oportunidades que, utilizadas adecuadamente, juegan un importantísimo papel en nuestro objetivo de convertirnos en alguien excepcional, pero claro, si quieres serlo.
LIDERAZGO / GESTIÓN EMPRESARIAL / RECURSOS HUMANOS
Juan Liquete, secretario general del Club Excelencia en Gestión.
Artículo publicado en Executive Excellence nº 102, abril 2013.