La investigación de plataformas: inspiración para inversores ángeles
Andrei Hagiu, profesor de BU Questrom, lleva años trabajando en cómo la investigación sobre plataformas informa e inspira la inversión ángel, y viceversa. Sus estudios y docencia se centran en las empresas de plataformas (Airbnb, Alibaba, Amazon, Google, Grab, Facebook, etc.) y sus desafíos estratégicos únicos. Antes de trabajar en Questrom, impartió cursos sobre estrategia de plataformas en Harvard Business School y en MIT Sloan School of Management. Hagiu fue reconocido en la lista Thinkers50 Radar Class de 2020. En su exposición en el encuentro “Thinkers50@BUQuestrom: Passion & Purpose”, explicó cómo los resultados de su estudio le han servido para asesorar e invertir en start-ups que intentan crear plataformas y mercados, y para asesorar a grandes empresas que quieren convertir sus productos en plataformas. También habló sobre la ventaja competitiva que ofrecen las plataformas B2B que no son puramente digitales; plataformas que cruzan la frontera entre lo digital y lo físico.
Frutos de la interacción
“Mis investigaciones se centran casi exclusivamente en negocios de plataforma, tema que llevo estudiando ya dos décadas. Tenemos la idea de que estas plataformas tienen una influencia en el exterior en términos de valor y poder, y que ejercen esta influencia no solo el ámbito de los negocios sino también en la sociedad.
Como muchos de mis colegas, he realizado bastante consultoría, la cual ha servido para apoyar mis investigaciones. En mi caso, he profundizado en la teoría aplicada y, más específicamente en el desarrollo de marcos (frameworks) dentro de un entorno académico, que luego se aplican en empresas para ayudarlas a encuadrar problemas estratégicos con el objetivo de que puedan obtener respuestas para solucionarlos. De forma inversa, el haber podido trabajar en empresas me ha permitido obtener información útil para mis investigaciones.
Trabajar con compañías permite descubrir matices en los conceptos de las plataformas y las estrategias en dichos entornos. Al pensar sobre ellos desde la perspectiva académica, puedo refinar ideas y soluciones que luego se revierten a estas empresas. Esta forma de trabajo no solo brinda nuevas perspectivas sino que también revela problemáticas que antes no parecían tener importancia.
Si bien esa interacción entre ambos ámbitos, investigación y consultoría, es muy positiva, empiezan a resaltar algunas limitaciones que tiene la consultoría.
Es frecuente que los académicos demos conferencias a medida para grupos de formación de ejecutivos, con los que se pueden realizar sesiones de brainstorming y discusiones más en profundidad, pero, al final del camino, la ejecución depende de la empresa. Los académicos no estamos realmente involucrados en esa área. Esto, en mi caso, es positivo porque no estoy especializado en la ejecución, pero saco a relucir este tema porque creo haber encontrado una forma mucho más estimulante para apalancar mis investigaciones: utilizarlas para guiar mis actividades y decisiones como angel investor.
Aprender de la propia experiencia
El coautor de mi libro, que vive en Singapur, y yo comenzamos hace cinco años a invertir como angels en start-ups, la mayoría de las cuales eran negocios de plataformas. Nos planteamos seriamente la idea de que, como ya habíamos realizado toda esta investigación sobre plataformas y creíamos entender bastante sobre ellas, podríamos poner ese conocimiento a prueba de una manera que estuviese mucho más en contacto con la realidad. Algo más profundo que la simple consultoría.
A día de hoy, hemos invertido en más de 150 start-ups, habiendo analizado varios miles de ellas, en su gran mayoría plataformas o próximas al concierto de plataformas. Hemos aprendido muchísimo de esta experiencia que resulta más interesante que la consultoría, que se realiza típicamente para grandes compañías. El entorno de los business angels no solo es diferente sino que nos permite analizar las potenciales plataforma del futuro. Nos hemos encontrado con emprendedores apasionados que quieren cambiar el futuro.
Resulta muy complejo saber cómo utilizar nuestras investigaciones para tomar decisiones de inversión que generalmente resultan complejas. Sobre el papel, la mayoría de esas plataformas son fascinantes, pero ¿cuáles son las que tienen mayores posibilidades de sobrevivir? En todo este proceso, una de las mayores revelaciones ha sido la cura de humildad. He constatado dónde mi investigación puede ser aplicada y aportar, descubriendo que tiene límites y que es menos útil de lo que podía pensar al principio.
De toda esta experiencia, quisiera compartir algunos aprendizajes que considero son importantes.Cuando se invierte en una start-up, es crítico saber si se puede defender el negocio con facilidad. Esta pregunta adquiere una relevancia esencial si consideramos los efectos en red
Lo primero es definir dónde ha sido provechosa mi exploración y dónde ha aportado valor. Personalmente, pienso que es más efectiva cuando la utilizamos para apalancar y valorar la “defensibilidad” de ciertos negocios.
Cuando se invierte en una start-up, pronto surgen las principales preguntas a realizar: ¿Tendrá sentido este negocio? ¿Encontrará encaje el mercado para el producto? ¿Será capaz de responder a “qué fue antes el huevo o la gallina” respecto de marketplace y plataformas? Pero, como cuestión crítica y fundamental, destacaría preguntarse si ¿se puede defender este negocio con facilidad? Presuponiendo que fuese buena idea y que vaya a tener muchos competidores: ¿se puede defender esta start-up?
Esta cuestión adquiere una relevancia esencial, además de resultar fascinante, si consideramos los efectos en red. Una de las cosas que percibimos rápidamente es que, ante la existencia de efectos en red, las posibilidades defensa no son evidentes; hay que profundizar…, y mucho. Hasta hace no demasiado, y desde la visión académica, tendíamos a pensar que las plataformas tienen efectos en red y por lo tanto son más defendibles que otros negocios; pero… hay cientos de plataformas que se crean cada mes y la mayoría de ellas fracasan. La causa de muchos de estos fracasos es la incapacidad de “defenderlas”, algo que frecuentemente tiene su origen en que los efectos de red no son potentes. De ahí la importancia de tener una intuición clara respecto de lo que hace que algunos efectos de red sean más potentes que otros; que sean más “defendibles” que otros. Es en este campo, evaluando compañías, donde creo que he podido aprender mucho. Hay que profundizar para entender los matices de los efectos en red, cómo se diferencian entre negocios o cómo maduran alcanzando ese momento en que pueden aportar una ventaja competitiva sostenible, o si alguna vez la van a alcanzar
Habiendo partido de las ideas derivadas de nuestras investigaciones, que giran alrededor de que no todos los efectos en red se crean igual, he descubierto que hay que profundizar mucho para entender los matices de los mismos y comprender cómo se diferencian entre negocios o cómo maduran alcanzando ese momento en que pueden aportar una ventaja competitiva sostenible, o si alguna vez la van a alcanzar. Existe un factor que ayuda a ser muy disciplinado a la hora de convertirte en un angel investor: el invertir tu propio dinero.
Afinando la inversión
El otro área donde mis indagaciones resultan valiosas para invertir es cuando se intenta descubrir, o al menos evaluar, posibles aspectos positivos, en particular cuando se analizan start-ups que lanzan productos que potencialmente pueden dar lugar a plataformas.
Aquí la pregunta radica en que aun sabiendo que la mayoría de las start-ups van a fracasar, el objetivo de estas inversiones es que existe una probabilidad (algunas veces muy pequeña) de que aporten un retorno tremendo, brutal… y eso es lo que buscamos. Es aquí donde mis investigaciones académicas han resultado particularmente útiles. Me han ayudado a ser disciplinado, permitiéndome descubrir cuál es el mejor escenario posible para una start-up en concreto. Aun sabiendo que la mayoría de las start-ups van a fracasar, existe una probabilidad (a veces muy pequeña) de que aporten un retorno brutal, y eso es lo que buscamos. Es aquí donde mis investigaciones académicas han resultado particularmente útiles
Evidentemente, me doy cuenta de que hay un millón de cosas que importan a la hora de realizar inversiones, y que obviamente no están cubiertas en mis análisis, ni tampoco en los de ningún otro académico. Por eso he tenido que aprender mucho sobre esos otros “aspectos”, tales como la calidad de los equipos, la pasión y motivación de los fundadores, sus capacidades en marketing… elementos todos difíciles de evaluar, pero que pueden marcar las diferencias entre el éxito y el fracaso.
En esas 150 compañías en las que hemos invertido, estos efectos que acabo de mencionar, y sobre los que no estoy muy cualificado para evaluar y esperando que mis investigaciones hayan sido rigurosas y suficientemente buenas, lo que quede será una diferencia lo suficientemente grande para que el esfuerzo inversor realizado haya merecido la pena. Si aún es demasiado temprano para tener una respuesta, estoy convencido de que el riesgo habrá merecido la pena.
PREGUNTA: ¿A qué tendencias, relacionadas con las plataformas, deberían prestar atención los angel investors a la hora de evaluar oportunidades de inversión?
ANDREI HAGIU: A estas alturas, cualquier “secreto” es ya público y todo el mundo se percata de que las plataformas pueden ser muy poderosas. Hay una plataforma para cada cosa, pero siguen existiendo cientos de oportunidades para plataformas hacia los clientes (B2B). Otro aspecto a considerar son las nuevas tecnologías, como web 3.0, blockchain… Las tendencias apuntan a que estas tecnologías tienen la capacidad de restarle poder a las plataformas tradicionales.
P: ¿Veremos plataformas que dominen, como antes lo han hecho las tradicionales Web2?
A.H.: No creo que veamos en el futuro plataformas dominantes en el mundo Web3, que por definición permite a las personas cambiarse de una plataforma a otra, esconder su identidad e incluso llevar su contenido o productos de una plataforma a otra.No creo que veamos plataformas dominantes, como Facebook, en el mundo Web3, que por definición permite a las personas cambiarse de una plataforma a otra, esconder su identidad e incluso llevar su contenido o productos de una a otra
P.: Hablamos de productos pero cuando pensemos en productos más digitales que físicos, o una combinación de ambos, ¿decrecerán las dinámicas donde el vencedor se queda con todo el mercado?
A.H. Este es uno de los grandes cambios de tendencia que hemos podido observar. Cuando empecé, quería identificar al próximo Facebook, al próximo Airbnb o Uber…, a esas plataformas que se quedaban con todo el mercado. Cuanto más profundizo en este mundo y más investigo, más me doy cuenta de que las posibilidades de que esto vuelva a ocurrir son ínfimas. Empresas que se queden con un 90% del mercado o de un producto me parece muy difícil, por no decirte imposible. Pero eso no significa que haya plataformas que puedan tener muchísimo valor.Buscar a esos ganadores masivos que se queden con casi todo el mercado es ya imposible. Resulta más útil buscar plataformas que puedan dominar entornos verticales bien definidos y que se puedan defender con facilidad
De hecho, lo que ahora hago, en vez de buscar a esos ganadores “masivos”, es buscar preferentemente plataformas B2B que no son puramente digitales, sino que idealmente cruzan las fronteras entre lo digital y lo físico porque, francamente, son mucho más difíciles de construir y eso, en sí mismo, crea una ventaja competitiva. Conlleva mucho más trabajo y no es escalable como las plataformas de software puro, pero al final hay mayores ventajas y mejores oportunidades. Resulta interesante el que uno comience a invertir en este entorno porque cree que existirán plataformas que generen crecimientos masivos, pero luego te das cuenta de que ahora buscar situaciones donde el que gane se quede con todo el mercado es una ilusión. Por eso, creo más útil el buscar plataformas que puedan dominar entornos verticales bien definidos y que se puedan defender con facilidad".
Andrei Hagiu, profesor asociado en Questrom, experto en estrategia de plataformas y modelos de negocio.
Artículo publicado en Executive Excellence n186, junio 2023.