La responsabilidad de los directores de proyectos frente a la crisis
La crisis sanitaria internacional del COVID-19 ha impactado prácticamente a cualquier organización en el planeta. La responsabilidad de los líderes es trabajar con la situación actual y responder a los enormes retos que el virus ha causado. De forma similar, los directores de proyectos tenemos que hacer nuestra parte, también como líderes en nuestro ámbito, ajustándonos al entorno y haciendo avanzar los proyectos.
En un contexto de incertidumbre, debemos poner a trabajar todos nuestros recursos y experiencia como directores de proyecto, para conseguir generar los resultados y el valor que nuestros proyectos deben aportar. Para ello, tenemos que aceptar esta incertidumbre, centrándonos en nuestro círculo de influencia y apalancándonos en nuestros conocimientos y experiencia.
Estos conocimientos y experiencias nos tienen que permitir adaptarnos de forma rápida a las condiciones cambiantes, pivotando entre diferentes metodologías de dirección de proyecto, distintos procesos y herramientas, siempre poniendo el foco en el valor que nuestro proyecto debe aportar de forma alineada a la estrategia de nuestra organización.
Ante la incertidumbre, la gestión de riesgos que realizan los directores de proyecto cobra especial importancia, trabajando en las acciones para conseguir evitar el peor escenario o mitigar su impacto, y favorecer las opciones que más aporten buscando también el aprovechar las oportunidades que toda crisis conlleva.
La incertidumbre no suele ser un estado permanente. Las crisis crean inseguridad porque hay elementos, de gran relevancia para nosotros, que desconocemos en el momento en que se produce. Debemos enfocarnos en aportar claridad, definiendo qué elementos son aquellos que desconocemos, qué preguntas se deben formular, de quién podemos obtener las respuestas y cuándo es posible obtenerlas. De esta forma, una gran incertidumbre puede convertirse en una serie de piezas de información en cascada que nos permitan movernos hacia una mayor certidumbre y entendimiento.
Nos enfrentamos a disrupciones como nunca antes, con pérdidas masivas de empleos y cierre de industrias enteras, lo que indudablemente generará cancelaciones de proyectos. Ante esta situación como directores de proyectos tenemos que buscar maneras de hacer crecer y proteger nuestro principal activo, que son nuestras habilidades, conocimientos y conexiones.
A través de los recursos que el PMI pone a nuestro alcance, como puedan ser projectmanagement.com, fuente de inspiración de este editorial, iniciativas como Brightline y todas las actividades de actualización y networking que ofrecen los capítulos del PMI, disponemos de una fuente inmejorable para abordar el mantenimiento de estos conocimientos y habilidades.
Estos deben contemplar un mix de las importantes habilidades técnicas, sin dejar de lado otras como el liderazgo, autogestión, pensamiento sistémico... Habilidades y conocimientos que tienen un gran valor en cualquier situación económica e industria, y que nos permitirá enfrentarnos a los desafíos que se nos presenten y encontrar nuevas oportunidades.
Con el recopilatorio que nos presenta Executive Excellence, tenemos una forma estupenda de invertir en nuestro principal activo, de modo que contribuyamos al éxito de nuestros proyectos y a través de ellos al de las organizaciones en las que participamos y al de la sociedad en general.
Miguel Femenia, presidente de PMI Capítulo de Valencia.