La riqueza de las diferencias
El último Cuaderno de la Fundación CEDE centra su atención en la diversidad en las organizaciones desde sus distintas perspectivas. El trabajo cuenta con las opiniones y testimonios de destacados directivos, cuyas empresas y organizaciones han apostado decididamente por la diversidad en su estrategia empresarial. Una de ellas es Repsol.
Durante el acto de presentación, Antonio Brufau, presidente de Repsol y vicepresidente de la Fundación CEDE, calificó la diversidad como un elemento crítico para la competitividad: “En este mundo globalizado, ciertos aspectos pierden protagonismo. La productividad deja paso a la competitividad, entendida como la maximización del talento. Por eso hay que buscar dónde está el talento que puede hacer que tu compañía, en su cadena de negocio, pueda ser más competitiva”.
Esta exploración sin límites lleva a la incorporación en las organizaciones de personas de diferente raza, religión, cultura… El reto está en “conseguir que la gente que no es de tu propio origen sienta que tiene las mismas oportunidades”, explicó.
En Repsol, este objetivo de integración de la diversidad se aplica en el más amplio sentido de la palabra: “La diversidad es buena siempre que haya igualdad de oportunidades. Sabemos que de los 25 a los 40 años es el tiempo de máximo crecimiento profesional, pero también de mayor dependencia familiar. La igualdad de oportunidad debe ser la misma para mujeres y hombres. Potenciar y respetar la diversidad pasa por integrar a las personas de diferentes capacidades, pero es necesario preparar la organización para la diversidad”. ¿Cómo se consigue esto? “En primer lugar, con el compromiso firme de la alta dirección. También consiguiendo que nuestros clientes y proveedores piensen y actúen como nosotros; aprendiendo y colaborando con aquellas organizaciones especializadas en la integración de capacidades distintas; generando el hábitat adecuado para acoger a todas las personas y sacar su máximo valor; así como creando liderazgos inclusivos, porque todos trabajamos por un mismo objetivo”. Al respecto, Brufau destacó la cohesión del equipo humano de Repsol, “un colectivo de 25.000 personas trabajando por el mismo objetivo, cada uno desde su responsabilidad”.
Para Eva Levy, Diversity Senior Advisor de Atos y presidenta de honor de WomenCEO, la “diversidad es un elemento positivo, que debe abordarse con seriedad y realismo”. ¿Cómo definir un buen uso de la diversidad?, se preguntó. “En primer lugar, concretando los principios, es decir, lo que no es negociable y lo que debe ser admitido por todos; en segundo, gestionando la temporalidad. Debemos pensar en lo que debe acontecer en un futuro no tan lejano, no estancarnos en lo que existe”, matizó. En este sentido, reflexionó sobre la necesidad de las cuotas como recurso temporal, para romper, por ejemplo, la inercia y la costumbre de muchas realidades, como el déficit de mujeres en los Consejos de Administración.
En tercer lugar, “integrando la diversidad conscientes de que es un proceso justo y coherente con la sociedad en que vivimos, pero también eficiente y rentable. Por último, abordando el problema del límite, porque si bien hay que preparar la integración, también hay que dejar espacio a suficientes diferencias para que el mundo no sea monolítico, aburrido y triste”.
Para finalizar, Amparo Moraleda, patrono de la Fundación CEDE, subrayó que la gestión de la diversidad es imposible en organizaciones donde no se aplique la meritocracia y animó a los directivos presentes a “estar abiertos y disponibles para que todos puedan contribuir a la creación de valor”.
El Cuaderno está disponible en http://www.directivoscede.com/misc/pdf/CuadernoDiversidad.pdf
Artículo publicado en Executive Excellence nº127 febrero2016