Microcréditos que financian pasiones
MicroBank, el banco social de CaixaBank, ha concedido 25,8 millones de euros en microcréditos entre enero y septiembre de 2021 para apoyar a emprendedores que han necesitado el asesoramiento de entidades colaboradoras de ámbito social. Esta cifra representa un incremento del 68,5% respecto al mismo periodo del año anterior.
Detrás de estas cifras, hay historias humanas con nombres y apellidos. Ideas que un día rondaron las cabezas y fueron motivo de desvelo. Ideas que se fueron afianzando pero que no acababan de cristalizar porque, en cuestión de emprendimiento, la barrera financiera es la segunda gran piedra que sortear.
MicroBank concede 25,8 millones de euros en microcréditos a emprendedores asesorados por entidades de ámbito social
En MicroBank no tienen dudas: “Tanto si eres un emprendedor que quiere iniciar un proyecto como si eres un autónomo o una microempresa, creemos en ti”. Y justamente esa es la primera piedra: conseguir que alguien crea en ti, y en tu proyecto.
Así sucedió con Yasmina González, fundadora de Flamencura Ordóñez, firma sevillana especializada en la confección de trajes de flamenca y de fiesta a medida. Hace cuatro años, Yasmina solicitó un microcrédito para montar su taller de diseño y costura, con su propia marca. “Mis conocimientos financieros eran nulos,” –nos cuenta– “pero me derivaron a la Cámara de Comercio y allí conocí a Mamen Soria, que creyó en mí desde primera hora y me apoyó en todo”.
La concesión de microcréditos a este colectivo se ha incrementado un 68,5% entre enero y septiembre
RED DE ENTIDADES COLABORADORAS
MicroBank colabora con más de 300 entidades que ayudan a los emprendedores a llevar a cabo su proyecto de negocio. Algunas de las más destacadas en cuanto a número e importe de operaciones son Incorpora-Fundación ‘la Caixa’, Andalucía Emprende, las Cámaras de Comercio, Industria, Servicios y Navegación de España, el Instituto de las Mujeres, Cruz Roja Española, Servicio Canario de Empleo o Fundación Acción contra el Hambre.
Se trata de organizaciones de todo tipo con experiencia en acciones de asistencia económica y social, dirigidas a potenciar la creación de microempresas, fomentar el autoempleo e incentivar la actividad emprendedora. Estas entidades aportan conocimiento sobre los préstamos a las personas destinatarias, además de asesorarles y realizar un seguimiento de los proyectos.
“Primero le trasladé lo que tenía en mente,” –explica Yasmina– “cuál era mi trayectoria, mi proyecto y mi visión sobre el mismo. Gracias a Mamen, de la Cámara de Comercio, pude crear un plan de empresa con fundamento y argumento sólido”.
En el caso de Oner Rodríguez y Diana Priakhina, fundadores del obrador Dulzura Mía, fue la Fundación de la Esperanza, un centro de acción directa de la Fundación “la Caixa”. El proyecto nació en Barcelona en 2017. Tras un primer intento fallido por capitalizar el paro acumulado de Oner, con escasos recursos para emprender y ante la necesidad de formalizar el modelo de negocio y regularizar la situación para poder facturar, Oner y Diana entran en contacto con la Fundación de la Esperanza.
“Comenzamos elaborando repostería casera y artesanal desde casa, y vendiendo el producto a nuestros amigos y conocidos durante un año. Después empezamos a desarrollar una idea más realista y un proyecto de negocio más consistente. Nos tomamos muy en serio el trabajo de nuestra futura cartera de clientes, fundamentalmente restaurantes y hoteles de Barcelona. Estuvimos casi un año para fidelizarla, y es entonces cuando surge la necesidad de facturar”, declaran los emprendedores.
Motivados por la urgencia de dar la forma jurídica adecuada al negocio y obtener financiación, Oner y Diana inician su acercamiento al programa de la Fundación de la Esperanza. “Fuimos derivados a través de una oficina de CaixaBank, a donde nos acercamos para buscar financiación. Al no tener acceso a los préstamos convencionales de la entidad, nos presentaron la Fundación de la Esperanza. Durante casi un año y medio elaboramos conjuntamente nuestro plan, para demostrar su viabilidad y obtener un préstamo para nuevos autónomos con las mejores condiciones posibles. Gracias a la confianza y asesoramiento, en 2019 pudimos formalizar el modelo de negocio y, con la financiación obtenida de MicroBank, el banco social de CaixaBank, cumplir la misión de abrir nuestro primer obrador, y satisfacer de manera eficiente los requerimientos de todos nuestros clientes. Además, también abrimos nuestro primer local comercial en Carrer del Consell de Cent, 506; para venta al detalle y el público en general”.
En palabras de Cristina González Viu, directora general de MicroBank: “El papel que desempeñan las más de 300 entidades que colaboran con MicroBank es esencial para la dinamización de proyectos de autoempleo y microempresas en España de los colectivos más vulnerables”.
MUCHO MÁS QUE UN BANCO
Marc Simón, subdirector general de la Fundación “La Caixa”, asegura que “el apoyo a emprendedores es una de las líneas de actuación del programa Incorpora de la Fundación “la Caixa” que se ha consolidado en los últimos años y ha demostrado su eficacia. La colaboración con MicroBank nos permite seguir trabajando para propiciar la creación de nuevos negocios y sumar más historias de éxito”.
Como único accionista de MicroBank, CaixaBank apoya a su banco social desde su creación otorgándole la financiación necesaria para el crecimiento de su actividad crediticia y comercializando sus productos a través de la extensa red comercial de la entidad.
Para los emprendedores, su relación con el banco traspasa lo meramente económico. “Nos gustaría agradecer a MicroBank y a Roser Masjuan (Fundación de la Esperanza) la confianza y palabras de apoyo en nuestro proyecto; eso nos ha ayudado a convertir nuestro sueño a la realidad”, afirman Oner y Diana. “No se trata solo de las facilidades que implica este tipo de microcréditos, como la carencia durante los primeros seis meses y un tiempo prudente para la cancelación del préstamo, sino de todo el aprendizaje para hacer una prospección de negocio y la ayuda constante para poner tus ideas en orden y hacerlas realidad”.
El banco se ha implicado con mi proyecto de un modo cercano y ofreciendo facilidades
Por su parte, Yasmina González comparte el mismo sentimiento: “El banco se ha implicado con mi proyecto de un modo cercano y ofreciendo facilidades. El hecho de contar con seis meses de carencia hasta el primer abono es una ventaja”. Además, manifiesta haberse sentido acompañada por el banco en un momento económico tan adverso como el actual y tiene claro cuál es su recomendación financiera para cualquier emprendedor: “CaixaBank”.
EMPRENDIMIENTO EN PANDEMIA
La reactivación de la actividad tras la fase más dura de la pandemia explica el crecimiento de créditos concedidos registrado por MicroBank en los nueve primeros meses de 2021. En total, en ese período se han materializado 1.392 operaciones de este tipo. El importe medio de los microcréditos dirigidos a emprender un negocio otorgados gracias a la colaboración de estas entidades se ha situado en los 18.540 euros. El 49% de las personas beneficiarias han sido mujeres, frente al 51% de los hombres. Por edades, las franjas de 26 a 35 años y de 36 a 45 años son las que más operaciones han suscrito (con un 34% y un 33% del total, respectivamente), seguidas de las de 46 a 55, 18 a 25 y 56 a 65 años.
Pero, ¿cómo sobrellevaron la pandemia aquellos emprendedores con negocios de reciente creación? “Nos afectó bastante –explica la responsable de Flamencura Ordóñez–, ya que nos quedamos sin Feria, que es nuestra temporada alta. Pero nos reinventamos confeccionando mascarillas, sudaderas, camisetas y miles de productos más, tales como el merchandising de Shakira Martínez, María Carrasco y otros artistas”. Para Dulzura Mía, “2020 fue un año revolucionario. Cuando empezó la pandemia estábamos un poco asustados, ya que nuestros clientes principales son restaurantes y cafeterías. Decidimos enfocarnos en delivery y, sorprendentemente, la demanda fue muy alta. Trabajamos día y noche para cumplir con los pedidos. A pesar de la dificultad del momento, guardamos un buen recuerdo. Además, justo después de la cuarentena, abrimos nuestra segunda tienda en Carrer de la Industria, 13”.
HISTORIAS PARA EL APRENDIZAJE
Puntadas con flamencura
Dice la cantaora Carmen Linares que “tener flamencura es no olvidarse nunca de las raíces”, y Yasmina González da todo el sentido a esta definición. Con 24 años, relata que desde pequeña ha visto coser en casa a su abuela y su madre, “siempre haciendo algún que otro traje, sobre todo de flamenca, que es lo que yo empecé a diseñar; aunque nunca imaginé que podría llegar a convertir mi hobby en mi forma de vida. Supongo que nunca se tiene claro lo que se quiere ser de mayor hasta que lo eres”, declara.
En su caso, el fallecimiento de su padre fue determinante para tomar esta decisión. “Mi madre empezó a trabajar cosiendo para una diseñadora de modas. Un día llegué a casa antes de tiempo y pude comprobar cómo esa ‘supuesta diseñadora’ no quería abonar a mi madre el trabajo realizado, pero sí quería llevárselo. Viendo la escena, decidí ‘invitar’ a la diseñadora a salir de mi casa, ya que una persona que falta al respeto a mi familia no es bien recibida. A pesar de todo, mi madre quería seguir trabajando, pues también era el modo de evadirse de todo el sufrimiento que nos rodeaba en ese momento, así que le juré que, si quería trabajar, sería para mí; nunca para nadie más”. Así nace Flamencura Ordóñez: “Mi logo tiene el apellido de mi madre, Ordóñez, porque es ella quien le da sentido a todo esto”.
La regla para que el cliente vuelva es darle siempre más de lo que espera
Antes de esa decisión, Yasmina tuvo diversas experiencias laborales, que le sirvieron para aprender e ir perfilando su camino. A partir de su trabajo como teleoperadora para diferentes telecos, “me enamoré de la venta” –explica–, “me enseñaron a hablar con el cliente, a negociar, a expresarme mejor, y luego eso mismo lo he podido aplicar yo en mi empresa”. Otros empleos en tiendas de moda le sirvieron para adquirir más disciplina y conocimientos de marketing, de gran utilidad en el trato con el cliente. “Me di cuenta de que no me había equivocado, que quería ser empresaria, porque las clientas me consideraban y confiaban en mi criterio a la hora de vestirse”.
Pero ni emprender ni vender fue sencillo: “Me abrí campo por las redes sociales pero nadie confiaba, ya que era algo nuevo. Poco a poco me he ido ganando esa confianza. Las redes son mi escaparate, gracias a ellas puedo demostrar mi trabajo y he seguido creciendo”. Entre la actual cartera de clientes de Flamencura Ordóñez, se cuelan grandes nombres del flamenco. “La regla para que el cliente vuelva es darle siempre más de lo que espera”, asegura Yasmina. Aunque, por encima de cualquier diseño, su leitmotiv profesional y vital es que “las personas más sexys van vestidas con autoestima, seguridad y confianza en sí mismas”.
Esta emprendedora define sus creaciones como una mezcla entre “clásicas, elegantes y modernas. Están pensadas para todo tipo de cuerpos, no solo nos quedamos en una talla estándar”, aclara.
Pureza y frescura en el paladar
Dulzura Mía se ha convertido en un gran obrador, con dos tiendas físicas y diez empleados, dedicados a la elaboración y distribución de postres artesanales en Barcelona. “Hemos aportado nuestro granito de arena para endulzar el día a día de los barceloneses, integrando en sus quehaceres el acercarse a nuestro establecimiento para disfrutar de elaboraciones artesanas”, afirman Oner Rodríguez y Diana Priakhina.
Pareja en la vida laboral y personal, este venezolano y esta rusa destilan diversidad, creatividad y sabor en cada una de sus creaciones: “En muchas ocasiones, nuestros pasteles están creados directamente en la cabeza, ¡hasta los gramos de cada ingrediente! Nos inspiran los sabores puros de productos frescos. Por ejemplo, si probamos una manzana muy rica, enseguida nos preguntamos: ‘¿con qué combinaría este producto? ¿Y qué tal si añadimos un poco de canela? ¿Qué textura tendría?’. Nuestro producto busca satisfacer el gusto de cualquier persona gracias a una gran variedad de sabores (tenemos tartas típicas de Sudamérica, Rusia y Europa), con una relación calidad-precio competitiva”.
Buscamos satisfacer el gusto de cualquier persona gracias a una gran variedad de sabores
Según los emprendedores, la calidad del producto y su actitud colaboradora han sido claves para fidelizar a los clientes. “Las redes sociales también nos ayudan a contactar con ellos, a mostrar nuestros trabajos personalizados y a publicar las ofertas diarias de pasteles por raciones”.
El hecho de que ambos provengan de familias emprendedoras, que Oner trabajase como chef durante más de una década y que Diana contase con un máster en “Business Management”, ayudó a la concepción y posterior administración de este negocio que hoy genera empleo. “Un buen equipo lo es todo. Tenemos mucha suerte de contar con la gente que trabaja a nuestro lado. La mayoría lleva con nosotros desde el inicio. Tenemos buena intuición para encontrar los perfiles y valoramos la honestidad, el deseo de trabajar en equipo, la puntualidad y la responsabilidad por encima de todo. Es muy importante que cada persona del equipo se sienta bien, satisfecha y cómoda para expresar sus opiniones y sugerencias”.
Futuros prometedores
Actualmente, Dulzura Mía se encuentra ultimando los detalles de una nueva página web, que pretende ser un sitio donde “hacer encargos, leer las noticias de la empresa y ver nuestros trabajos”. Entre sus planes de futuro se encuentra la apertura de un establecimiento en el que “degustar los pasteles directamente en el local, acompañados de una taza de te aromático, y disfrutando de buen ambiente”. Además, quieren seguir con la línea “Take away” y abrir más tiendas bajo ese formato por toda Barcelona y alrededores. “Pero lo principal de todo” –aseguran– “es mejorar constantemente la calidad de los pasteles y servicios que ofrecemos. Solo cuando la empresa trabaje como un reloj, sin muchos fallos y a un ritmo muy dinámico y de calidad, podremos decir que hemos tenido éxito. Todavía nos queda mucho trabajo por delante, pero el día a día nos hace más fuertes y seguros de nuestro proyecto”.
Por su parte, Flamencura Ordóñez aspira a poder abrir tiendas propias en Sevilla y Madrid en un futuro, y a vestir a grandes artistas del mundo del flamenco. Aunque Yasmina González valora y disfruta del presente: “Ahora siento no tener la sensación de trabajar, siento que estoy dedicándome a lo que realmente me gusta, porque ahora es cuando puedo llegar a ser buena, o como mínimo a poder disfrutar. No concibo ni un solo día de mi existencia invertido en algo que no merezca mi tiempo, mi vida, mi sacrificio, mi dedicación profesional”.
MicroBank, un modelo de banca socialmente responsable.
Artículo publicado en Executive Excellence n177, noviembre 2021.