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Rolf Tarrach: sobre la confianza en el conocimiento

(Tiempo estimado: 3 - 6 minutos)
Rolf Tarrach

Afirma el Dr. Tarrach que “la confianza que nos merece un conocimiento es proporcional al uso que se ha hecho de la metodología científica, consciente o inconscientemente, al generarlo”. El fondo de esta cuestión fue abordado con detalle por el científico y rector emérito de la Universidad de Luxemburgo, Rolf Tarrach, durante el reciente encuentro del Círculo Financiero.

El vicepresidente de la Fundación ”la Caixa”,  Juan José López Burniol, fue el encargado de presentar la dilatada trayectoria del ponente invitado, de quien destacó el haber alcanzado “rápidamente un gran prestigio” en su disciplina y alabó el esfuerzo “heroico” realizado “dado el poco interés que tiene en general la sociedad española por los temas de investigación, que no son valorados en toda su trascendencia ni por la sociedad ni por los políticos". López Burniol instó a llevar a cabo una “buena investigación, una buena ciencia y tecnología” para que sea “más fácil tener una buena economía”.

187 rolf izda400El coloquio, organizado por la comisión Cercle Financer d'Amics del País –representada por Miquel Roca, presidente de la Societat Econòmica d’Amics del País (SEBAP)–, puso de manifiesto que atravesamos un momento en el que los retos que la sociedad debe hacer frente requieren de la generación y difusión de evidencias sólidas y rigurosas, que eviten la distorsión de hechos que manipulen la opinión pública. De ahí la importancia de que las academias sean conscientes de su influencia en la toma de decisiones de la sociedad y, por tanto, asuman la responsabilidad de proporcionar información precisa y fiable.

En la imagen: Miquel Roca, Rolf Tarrach y Juan José López Burniol.

Un asunto enrevesado

Durante la sesión, titulada “Sobre la confianza en el conocimiento”, Rolf Tarrach aclaró que, aunque el conocimiento se genera, la objetividad no siempre está presente en él: “Si al generar conocimiento se entrelaza con vicios, creencias o ideologías, el conocimiento contendrá una parte subjetiva de su creador”. En esta línea, explicó que una persona diferente a otra no repetirá el mismo conocimiento, por lo que se obtendrá otro resultado y “no será reproducible”. “De ser así, ese conocimiento no merece nuestra confianza”, sentenció. Del mismo modo, advirtió que no es correcto olvidarse de todas las causas y centrarse en una sola.Si la generación de conocimiento se entrelaza con vicios, creencias o ideologías, este contendrá una parte subjetiva de su creador

Como medida para “estar seguros” de que el conocimiento no está “infectado” por las características de su ideólogo, el físico valenciano apuesta por la metodología científica, ya que “está dedicada a hacer objetivo el conocimiento”. Aun así, admitió que no siempre se puede aplicar y reconoció que “la ciencia está muy lejos de darnos unos resultados objetivos”. Una ciencia cuya máxima ambición, en palabras de Tarrach, es “conocer las causas y entender sus efectos; no conocemos métodos científicos rigurosos para estudiar las finalidades”.

En lo que respecta a las ciencias sociales y humanidades, como en psicología, sociología o ciencias políticas, las personas suelen dejar una marca ideológica en su investigación: “Un historiador más conservador y otro progresista tendrán una visión diferente y explicarán de manera diferente un mismo hecho histórico”. Por este motivo, uno de los principales retos es “reforzar las ciencias sociales, hacerlas más científicas”.La metodología científica está dedicada a hacer objetivo el conocimiento

187 rolf 400dchaEn este sentido, se detuvo en los sondeos, uno de los métodos más usados en ciencias sociales pero que no es “científicamente correcto”. En primer lugar, porque los sondeos son voluntarios y, “por lo tanto, están sesgados. Este es el pecado original del sondeo”. La inclusión de una “pregunta de coherencia” para verificar que la persona está concentrada en la encuesta y no responde de manera aleatoria sería una de las acciones que favorecería que los sondeos pudiesen formar parte de la metodología científica. En ese caso, las contestaciones que no atiendan a dicha coherencia deberían ser descartadas. Según el catedrático de física teórica, esto es parte esencial del control y la garantía de calidad, pero pocas veces se realiza en los sondeos.

Cambio climático: ¿un problema lejano?

Otro de los focos de la ponencia de Rolf Tarrach fue el cambio climático, al que calificó como “el único gran problema de la humanidad” de nuestro tiempo. A pesar de que las moléculas de CO2 permanecen en la atmósfera “al menos” un par de siglos, por lo que cualquier acción realizada ahora “no tendrá consecuencias inmediatas”, defendió que no intervenir en el presente solo hará que “dentro de 200 años la situación sea aún peor”.Tenemos que intentar producir un conocimiento que sea lo más objetivo posible, y el mejor método para hacerlo es el científico

Si bien las ciencias físicas y la ingeniería ya han ofrecido soluciones a este desafío global, Tarrach llamó la atención sobre la pasividad de una parte de la población ante el reto del cambio climático: “Es muy complicado hacer cosas cuando no se ve el beneficio en la sociedad que nosotros conocemos”. Tal y como también ha manifestado en otras ocasiones, “es muy difícil priorizar un problema que no sabemos cuantificar con suficiente precisión, que durará al menos un siglo, para el que evolutivamente no estamos preparados al no haber sido nunca seleccionado el Homo sapiens sobre la base de su capacidad de resolver problemas lejanos, de solución muy costosa, y que requiere acciones globales basadas en la confianza mutua. Aquí deben ayudar la psicología, la sociología y los estudios políticos si queremos tener éxito; por eso el desarrollo y refuerzo de las metodologías científicas utilizadas en las ciencias sociales me parece en la actualidad el reto más importante de la actividad científica”.

Durante toda su intervención, Tarrach animó a los asistentes a “ponerlo todo en duda”, especialmente si la fuente de información es anónima. Algunas cuestiones a considerar son: saber si se han utilizado fuentes alternativas, como otros pensadores, filósofos o científicos; conocer la experiencia profesional y vital del emisor del conocimiento y, sobre todo, descubrir si existe un conflicto de interés. “Si la fuente de información es anónima, no se lo crean”, recomendó. “Tenemos que intentar producir un conocimiento que sea lo más objetivo posible, y el mejor método para hacerlo es el método científico”, concluyó.


Rolf Tarrach, científico y rector emérito de la Universidad de Luxemburgo.

Artículo publicado en julio de 2023.


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