Una bola extraordinaria
Hace un año nacía Amibola, una marca a favor de las personas con autismo creada por la diseñadora Jeannie Pascual Cornwall, madre de un niño autista y asociada titular de ALEPH-TEA, la asociación para mejorar la calidad de vida de niños con autismo y sus familias.
Lo que empezó siendo una simple pulsera de tela bordada, pensada para intentar “reflejar lo orgullosa que se siente una persona que participa como voluntaria”, se convirtió en tendencia. Más de 30.000 unidades vendidas sin apenas medios. Actores, cantantes y demás personalidades del mundo de la cultura lucían en sus muñecas la llamativa pulsera de colores, presente también en todos rastrillos solidarios vinculados al diseño.
Ahora, y coincidiendo con su primer aniversario, lanza la bola de Amibola. Para Jeannie: “Las de 2012 serán unas navidades difíciles para mucha gente, pero creo que quien pueda colaborar en esto sentirá que está haciendo algo más que comprar un nuevo adorno. Colgar esta bola en tu árbol o enviársela a alguien es un pequeño gesto que refleja solidaridad, tolerancia y respeto por lo diferente”. Tres valores que inspiran el trabajo de ALEPH-TEA (Asociación Libre para la Educación Personalizada y Humana de los Trastornos del Espectro Autista).
Declarada de Utilidad Pública en 2007, la asociación nació de la necesidad. Como explica su presidenta, María José Alonso Parreño: “Un grupo de familias necesitábamos un colegio para nuestros hijos que estuviera especializado en autismo y, como no existía, fundamos la asociación ALEPH-TEA para que lo creara. Nuestro objetivo es lograr la inclusión de nuestros hijos en todas las etapas de su vida. A ello orientamos todos nuestros servicios”. Hoy cuenta con un centro escolar al que asisten más de 50 niños, entre su centro en la localidad madrileña de Tres Olivos y las cuatro aulas estables de inclusión repartidas en colegios concertados, además de una extensa serie de programas de servicios de los que se benefician más de 100 familias. Entre ellos, servicio de ocio, apoyo a familias, terapia ambulatoria, formación y el Proyecto de Inclusión Laboral.
El 2013 se presenta lleno de actividad: “Estamos iniciando un programa de inclusión laboral con prácticas en varias empresas. Somos susceptibles, por tanto, de recibir donativos que, para la empresa, suponga el cumplimiento de la LISMI a través de medidas alternativas o bien mediante la firma de convenios de colaboración gracias a la incorporación de una persona con autismo para hacer prácticas”, comenta María José. “También trabajamos en la puesta en marcha de un piso para el respiro familiar en Alcorcón”.
Por eso, toda ayuda es bien recibida. Ya sea con la compra de una bola de Navidad singular, una pulsera, un colgante, un llavero o un décimo de lotería… Todo suma a los fondos públicos que parcialmente financian el colegio, a las cuotas de los asociados amigos y a las tan necesarias fuentes de financiación privadas de las empresas.
Para respetar lo diferente, lo diverso y lo particular, primero hay que conocerlo. Las personas con autismo se comunican, sienten y viven en este mundo, el mundo de todos, donde todos tenemos los mismos derechos y donde todos buscamos la felicidad de la misma manera: haciendo de lo ordinario algo extraordinario, a nuestra bola.
ALEPH-TEA (Asociación Libre para la Educación Personalizada y Humana de los Trastornos del Espectro Autista)
Publicado en Executive Excellence nº97 nov12