Vacaciones: tiempo para que las ideas afloren

El pensamiento de Rahaf Harfoush_ 

“¿Cuándo fue la última vez que te permitiste desconectar de verdad y escuchar tu voz interior? ¿Cómo podemos respetar los ritmos naturales de nuestra creatividad y sabiduría interior en un mundo que a menudo exige una productividad constante y visible?”.

La antropóloga digital Rahaf Harfoush es única subrayando las paradojas vitales que construimos mientras hacemos avanzar el mundo. “Puedes tener la mejor tecnología del mundo, pero si tienes un sistema nervioso tan sobre activado y estresado todo el tiempo, si estás constantemente siendo manipulado a través de la dopamina y la estimulación permanente, ¿de verdad te sientes en condiciones de hacer tu trabajo lo mejor posible como trabajador del conocimiento?”, se preguntaba en la pasada Thinkers50 Awards Gala.

En las dos últimas entregas de su newsletter “The Foush Report. Dispatches from the digital frontier”, a las puertas de su período vacacional, reflexiona sobre cómo los sistemas de productividad humana que hemos construido chocan con la generación de “nuestras ideas más innovadoras y profundas, que suelen surgir durante periodos de descanso y reflexión.

Esta desconexión se ve exacerbada por nuestra cultura de la gratificación instantánea –prosigue–. Nos hemos acostumbrado a respuestas inmediatas, soluciones rápidas y resultados en tiempo real. En el proceso, muchos hemos olvidado cómo aprovechar la sabiduría más profunda de nuestra psique, esas percepciones que requieren tiempo para filtrarse y que salen a la superficie cuando menos lo esperamos”.

Para enfrentar esta situación, Rahaf comparte varias prácticas personales, sencillas y prácticas, que le ayudan a su descanso y desconexión. Estas son algunas de ellas:

1. El cuaderno de "Ideas para las vacaciones" 

“Es un concepto sencillo: un diario delgado y portátil en el que apuntar preguntas abiertas antes del viaje, del tipo: ¿Qué más necesito en mi vida? ¿Qué cambios quiero hacer? ¿Cómo me siento realmente? ¿Qué quiere saber mi yo superior? Luego, hago algo que parece casi subversivo en nuestro mundo hiperconectado: espero. Sigo con mis vacaciones, dejando que estas preguntas se cocinen a fuego lento en mi subconsciente. Inevitablemente, las respuestas empiezan a aflorar, a veces en fragmentos a lo largo de varios días, otras veces en momentos de repentina claridad”.Sigo con mis vacaciones, dejando que estas preguntas se cocinen a fuego lento en mi subconsciente y haciendo algo que parece casi subversivo en nuestro mundo hiperconectado: esperar

En su caso, los mensajes fueron claros. Uno de ellos: “Tomarse en serio lo de escribir”, algo especialmente relevante para Rafah Harfoush, NYT Best Selling Author, cuyo siguiente libro, Humane Productivity, espera ver la luz próximamente.

2. El método para maximizar la felicidad vacacional

Para la autora, “las transiciones vitales son vistas como rampas de autopistas en lugar de interruptores de la luz. Las vacaciones no son una excepción. De hecho, la ciencia me da la razón: la anticipación es la mitad de la diversión”. Rahaf propone un proceso de tres pasos. “Paso 1: La lista perpetua de deseos para las vacaciones. Esta es mi obsesión de todo el año. Llevo una lista en el móvil con todos los caprichos, antojos y 'no estaría bien que...' que se me pasan por la cabeza. Pero aquí está la clave: sé específico. No te limites a escribir "leer un libro en el jardín". ¿Qué libro? ¿Qué té tomarás mientras lees? ¿Qué rincón del jardín te llama? El objetivo es crear un menú de experiencias tan vívidas que casi puedas saborearlas.La preparación de la rampa de salida trata de eliminar la fricción entre tú y tu felicidad Paso 2: La preparación de la rampa de salida. Aproximadamente un mes antes del día D, empiezo a hacer realidad esos sueños. Encargo los libros, me apunto a ese curso online de acuarela, me aseguro de que mis herramientas de jardinería no estén oxidadas hasta resultar irreconocibles. Me abastezco de crema solar, preparo y congelo comidas (mi futuro me lo agradecerá) y me aseguro de tener suficientes tarros para el inevitable frenesí de hacer mermelada de higos. Se trata de eliminar la fricción entre tú y tu felicidad. Paso 3: El plan de la rampa de acceso. Aquí es donde la mayoría de la gente falla. Vuelven al trabajo con el cerebro de vacaciones, para ser golpeados por un tsunami de correos electrónicos y plazos. Nosotros no. Somos más listos. Miro mi semana postvacacional –en este caso, un mes de septiembre repleto de viajes y trabajo con clientes– y preparo un parachoques. Puede que incluso prepare algunas diapositivas o esboce un informe antes de irme. Se trata de permitirse una reincorporación más suave, para no deshacer de un plumazo toda la relajación que tanto ha costado conseguir”.Aquí es donde la mayoría de la gente falla. Vuelven al trabajo con el cerebro de vacaciones, para ser golpeados por un tsunami de correos electrónicos y plazos

La autora de Hustle & Float califica este proceso como “una inversión en tu futuro yo. Se trata de organizar experiencias que realmente te recarguen, no solo de marcar una casilla en tu calendario. Se trata de prolongar el subidón de las vacaciones el mayor tiempo posible”.

Conseguir ese aterrizaje suave es fundamental. Al respecto, la profesora de London Business School, Lynda Gratton, también aconseja planificar un regreso gradual al trabajo, con tiempo para ponerse al día sin precipitación. Evaluar qué funcionó y qué no para mejorar las futuras desconexiones, así como implementar cambios en la rutina de trabajo diaria son dos de sus recomendaciones para mantener un equilibrio saludable.

El profesora de la UOC, Fernández Jaría, plantea algunas medidas concretas: “Al volver, programa una agenda que no sea demasiado exigente y procura empezar a mitad de semana; la reentrada tiene que ser programada y progresiva, es importante ir haciendo el cambio de vacaciones a trabajo a un ritmo progresivo. Asimismo, establece un tiempo para revisar los correos y los mensajes acumulados durante las vacaciones. Esto te ayudará a priorizar las tareas al volver”.

3. Repensar el calendario laboral anual

“Si pudieras rediseñar tu año laboral, ¿cómo sería?”, se pregunta Rahaf, quien habla de un trimestre flotante. “Es algo así como rediseñar el calendario para que coincida con el flujo y reflujo de la vida real, en lugar de forzar la vida para que encaje en 'cajas' ordenadas e idénticas. No consiste únicamente en programar, sino en crear una relación más armoniosa con el tiempo. Reconozcamos que la productividad no es una trayectoria ascendente constante, más bien una serie de sprints intencionados y descansos estratégicos”.El objetivo es crear una relación más armoniosa con el tiempo. Reconozcamos que la productividad no es una trayectoria ascendente constante, sino una serie de sprints intencionados y descansos estratégicos

En su caso, divide el año de la siguiente forma. “Q1: febrero, marzo, abril (impulso primaveral); Q2: mayo, junio, julio (ajetreo veraniego); Q3: enero, agosto, diciembre (equilibrio flotante) y Q4: septiembre, octubre, noviembre (intensidad otoñal)”. Y lo argumenta: “Me di cuenta de que enero, agosto y diciembre siempre son lentos para mí, y me gustaba que fuera así. En vez de intentar meterlos en una estructura tradicional, decidí aprovechar sus cualidades únicas. Además, me encanta trabajar en sprints de 90 días, así que cambié la forma de organizar mi tiempo para adaptarla mejor a mis preferencias (…).

Pienso en enero y diciembre como las rampas de entrada y salida de mi año laboral. Permiten una transición más suave entre el trabajo de alta intensidad y las pausas de descanso. Agosto es la parada de descanso en medio de la autopista, una oportunidad para consultar el mapa y asegurar que seguimos en la dirección correcta (…).

Tu calendario ideal puede ser completamente distinto. Tal vez necesites reservar marzo para las vacaciones de primavera de tus hijos, o noviembre porque tu familia ha decidido celebrar todos sus cumpleaños en un mismo mes. La clave no está en copiar mi calendario, sino en crear un horario que se ajuste a tus realidades, niveles de energía y objetivos”.La clave está en diseñar un horario que se ajuste a tus realidades, niveles de energía y objetivos

Esta inquietud con respecto a nuestro recurso más preciado es compartida por muchos directivos. Bill Gates, quien admite que tardó en reconocer la necesidad de tiempo libre –creía que la intensa dedicación era necesaria para construir la empresa y esperaba lo mismo de su equipo–, defiende ahora la importancia de las vacaciones y sugiere integrar descansos regulares en el calendario anual. “Este enfoque favorece la productividad y la salud a largo plazo”, afirma.

Algunas empresas, como Netflix, promueven la flexibilidad vacacional, permitiendo que cada empleado se tome los días libres cuando considere.

La cuestión final, como Rahaf sostiene, es: “¿Cómo podría cambiar tu enfoque del trabajo y de la vida si te replantearas tu relación con el tiempo?”.

Rahaf Harfoush, antropóloga digital, executive director de "Red Thread, Institute of Digital Culture" y autora de bestsellers.

Imágenes recurso: © Freepik.

Artículo publicado en el verano de 2024.