CaixaBank: hacia una banca sostenible
Para CaixaBank, el cálculo y compensación de su huella de carbono es una herramienta de gestión clave para plasmar su compromiso con el medio ambiente y con una banca socialmente responsable. De hecho, es la única entidad del Ibex 35 que neutraliza en su totalidad su huella de carbono calculada, incluidas las emisiones indirectas.
Cada año, CaixaBank computa los gases de efecto invernadero que ha vertido a la atmósfera de manera directa o indirecta: al encender las luces de sus oficinas o usar sus ordenadores o equipos climáticos, a través del consumo de papel u otros materiales, con el transporte o los viajes de sus empleados, etc. En 2018, el total de emisiones de la entidad ascendió a 27.334 toneladas, un 21% menos que el año anterior. Esta reducción responde a una política activa de control de emisiones que ha logrado aminorarlas en un 75% desde 2009.
Una vez verificado el cálculo de su huella de carbono, CaixaBank compensa el 100% de estas emisiones a través del apoyo a varios proyectos escogidos por su elevado impacto social y ambiental.
En 2017, el elegido fue un parque eólico del sur de la India y un proyecto de reforestación de una zona incendiada en la montaña de Montserrat. Este año, la entidad ha contrarrestado las emisiones de 2018 a través de un proyecto ubicado en México, que consiste en generar energía limpia gracias al aprovechamiento de los desechos de las granjas porcinas de la zona de Sonora. Además, completa la compensación de CO2 con la reforestación de dos bosques, uno ubicado en Montserrat (Barcelona) y otro en Ejulve (Teruel), cuyos beneficios directos sobre el territorio se contabilizarán durante los próximos 40 años.
Apuesta por las tarjetas biodegradables
El pasado mes de septiembre, la entidad puso en marcha otra de las iniciativas pioneras en el sector y que refleja su compromiso con la lucha contra el cambio climático y a favor de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas: la comercialización de sus primeras tarjetas biodegradables.
Se trata de un nuevo tipo de tarjeta que puede adquirirse en cualquier oficina de la red de CaixaBank, siempre en la modalidad de tarjeta regalo, y de las que prevé distribuir alrededor de 150.000 unidades al año. De hecho, ya todas las tarjetas regalo emitidas por la entidad son biodegradables.
La llegada al mercado de este producto supone un importante avance de un plan específicamente diseñado para reducir el impacto medioambiental de las tarjetas, un negocio del que CaixaBank es líder en España con un parque de 17,4 millones de tarjetas y una cuota de 23,38% por facturación. El plan incluye tanto la sustitución del material de fabricación de la gama de tarjetas regalo como un nuevo circuito de reciclaje de todo tipo de tarjetas.
Fabricadas con un material biodegradable en su totalidad, compuesto principalmente por ácido poliláctico (PLA), un bioplástico que se obtiene a partir de almidón de maíz, y por biomasa, las nuevas tarjetas reducen a la mitad la huella de carbono provocada por la fabricación de las tradicionales: de unas emisiones de 30 kg de CO2 del PVC a una huella de 15,5 kg por cada 1.000 tarjetas nuevas.
El resultado es un producto orgánico y biodegradable, más ecológico y con una duración aproximada de dos años, lo que le convierte en un material idóneo para las tarjetas regalo, cuya caducidad máxima también está fijada en ese tiempo –frente al plazo de descomposición de las de plástico tradicional, procedentes del petróleo, estimado entre los 100 y los 1.000 años–.
En paralelo a este lanzamiento, CaixaBank sigue su labor de análisis continuo de materiales que ofrezcan una mayor durabilidad para reducir el número de sustituciones de tarjetas, y así disminuir la huella de carbono. Para encontrar el material ecológico más adecuado, la entidad está testando materiales alternativos al PVC actual de las tarjetas con chip y contactless. Una de las medidas recientes derivadas de este proceso de investigación es la implementación de unas bandas magnéticas con mayor resistencia a la desmagnetización, que es uno de los principales motivos de sustitución de las tarjetas. Adicionalmente, CaixaBank apuesta por la digitalización de las mismas, ya que esto disminuye el impacto medioambiental –al no tener que fabricarlas ni enviarlas al cliente–, así como por el aumento de su caducidad de 5 a 7 años.
Nuevo circuito de reciclaje
CaixaBank ha instaurado también un nuevo proceso para el reciclaje de todas sus tarjetas, tanto las de material biodegradable como los plásticos tradicionales. A partir de ahora, los clientes entregarán las caducadas en su oficina de referencia, que se encargará de activar el circuito de reciclaje establecido para cada uno de los modelos.
En concreto, el procedimiento consiste en separar los distintos elementos de cada tarjeta (chip, banda magnética, plástico o material biodegradable) y distribuirlos por los canales adecuados para su posterior reutilización, promoviendo así la economía circular.
Gracias a que CaixaBank compensa el 100% de sus emisiones calculadas, las nuevas tarjetas biodegradables son además neutras en emisiones de CO2.
Impulso histórico a los préstamos verdes y la financiación sostenible
CaixaBank es una de las entidades financieras líderes en la lucha contra el cambio climático a nivel global. La organización CDP ha incluido a la entidad, por quinto año consecutivo, en el índice de empresas líderes en la lucha contra el cambio climático.
El año pasado, participó en el mercado de préstamos verdes por importe de 1.448 millones de dólares, entre los cuales se encuentra la financiación de proyectos de energías renovables (más de 645 millones de euros en 2018); un ámbito donde además predica con el ejemplo, pues es la única entidad bancaria que contrata energía eléctrica proveniente en su totalidad de fuentes renovables.
Asimismo, CaixaBank cuenta con varias líneas de productos enfocadas a financiar iniciativas respetuosas con el planeta, y colabora con el Banco Europeo de Inversiones en la financiación de proyectos enfocados a la lucha contra el cambio climático. Con este tipo de financiación, contribuye a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, con especial incidencia en el ODS13, Acción por el clima.
La entidad forma parte desde 2007 del grupo de entidades financieras adheridas a los Principios de Ecuador para garantizar que los proyectos a los que presta financiación y asesoramiento se lleven a cabo de forma socialmente responsable. Además, desde 2016 forma parte de la junta directiva del Grupo Español de Crecimiento Verde, que fomenta el crecimiento económico ligado a una economía baja en carbono.
CaixaBank se ha unido también a la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP FI), que cuenta con tres objetivos principales: el compromiso con el desarrollo sostenible, la gestión de la sostenibilidad y la concienciación pública. Asimismo, la entidad es miembro del Dow Jones Sustainability Index (DJSI), índice mundial que valora el comportamiento de las empresas bajo criterios sociales, medioambientales y de gobierno corporativo.
Pioneros en el país
CaixaBank se ha convertido en el primer banco español en emitir un Bono Social en apoyo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. La entidad ha captado 1.000 millones de euros a cinco años en formato de deuda senior no preferente, con el objetivo de facilitar la financiación de actividades que contribuyan al desarrollo económico y social. Concretamente, con esta primera emisión se financian préstamos para luchar contra la pobreza, por el trabajo digno y la creación de empleo en las zonas más desfavorecidas de España, en línea con los ODS. CaixaBank es la única entidad financiera del Ibex 35 que ha realizado una emisión de bonos de estas características.
El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha subrayado que esta emisión “refuerza nuestra condición de referentes en banca socialmente responsable, contribuyendo directamente al desarrollo económico y social de nuestros clientes, especialmente de aquellos en situación de vulnerabilidad”. Gortázar ha destacado también que “el primer Bono Social de CaixaBank reafirma nuestro compromiso con los grandes retos económicos y sociales materializados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas”.
Este bono incluirá préstamos concedidos por MicroBank a individuos o familias que viven en España cuya suma de ingresos disponibles sea igual o inferior a 17.200 euros, con el objetivo de financiar necesidades diarias como gastos en salud, educación o reparaciones en los hogares y vehículos. El importe medio actual de los microcréditos concedidos por MicroBank a familias asciende a 4.100 euros. Desde su creación hace más de 12 años, ha entregado más de 930.000 microcréditos a familias, emprendedores y pequeños negocios.
El bono también se destinará a financiar créditos otorgados a autónomos, micro y pequeñas empresas que operen en las provincias españolas que se encuentran en las regiones con menor PIB per cápita y/o con mayor tasa de desempleo.
Actualmente, casi 83.000 préstamos cumplen con los estrictos criterios de elegibilidad definidos por CaixaBank para impulsar la creación de empleo en las zonas más desfavorecidas de España. De estos, un 75% corresponden a autónomos que no disponen de garantías o avales.
El precio del bono se ha fijado en 113 puntos básicos sobre el midswap y el cupón ha quedado establecido en el 0,625%. El éxito de la emisión se refleja en la demanda, que ha alcanzado los 2.250 millones de euros.
La emisión contará con la calificación de Baa3/BBB/BBB+/AL, por parte de Moody’s, S&P, Fitch y DBRS respectivamente. Los bancos colocadores de esta nueva emisión han sido ABN, Bank of America ML, Credit Agricole, CaixaBank y HSBC.
Marco para la emisión de bonos verdes, sociales y sostenibles
El pasado mes de agosto, CaixaBank publicó en su web corporativa el marco para la emisión de Bonos Verdes, Sociales y Sostenibles en apoyo a los ODS de las Naciones Unidas. El marco, conocido como Framework en el mercado, obtuvo la verificación de Sustainalytics, como asesor experto independiente, quien afirmó que CaixaBank ha establecido una agenda “creíble y de alto impacto”. Además, la entidad realizó un roadshow por diferentes ciudades europeas para presentar a los inversores institucionales dicho marco.
Los ODS son 17 objetivos que se pusieron en marcha en 2015 para el cumplimiento de la Agenda 2030 de la ONU. CaixaBank, por su dimensión y compromiso social, contribuye a todos ellos a través de su actividad, su acción social y sus alianzas estratégicas, integrándolos en su Plan Estratégico y en su Plan de Banca Socialmente Responsable.
Centra su acción con más intensidad en 12 de los 17 objetivos. Entre ellos, asume como prioritarios la lucha contra la pobreza, la generación de empleo y el crecimiento económico; y como destacados el cambio climático, la igualdad de género, la producción y el consumo sostenible y la industria, innovación e infraestructura; a la vez que busca apoyar proyectos con los que promover la salud, la educación, la energía limpia y la paz, entre otros.
Texto publicado en Executive Excellence nº161, oct. 2019