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Medición del Capital Humano

Cristina Simón, Pilar Rojo y Elena Molina/ Pearson (Prentice Hall-Financial Times)

Cómo crear impacto en el negocio desde la práctica de benchmarking. En las empresas, para gestionar eficazmente el Capital humano, se hace imprescindible poder medir la relación entre la gestión de personas, su actividad laboral y los resultados de la empresa.

Para ello, el departamento de recursos humanos de una empresa debe contribuir, y cuanto más mejor, a la consecución de los objetivos organizativos. Para ello, se requiere de los profesionales de recursos humanos una mentalidad empresarial, un enfoque global y sistémico en el que se entienda la función dentro de un sistema inexorablemente vinculado con todas y cada una de las restantes áreas de la organización. Esta mentalidad orientada al negocio es crítica para posicionar la función de recursos humanos en el corazón de las organizaciones, tanto en el núcleo estratégico como en el despliegue táctico de las operaciones.

Desde este enfoque, la función de recursos humanos tiene la misión de atraer, desarrollar y retener el talento (gente capaz y comprometida) que la organización necesita para ganar ventaja competitiva en los mercados en los que opere de forma sostenible en el tiempo. Es decir, maximizar la eficacia (consecución de objetivos) y la eficiencia (productividad) en comparación con los competidores. Es decir, tener las personas que nos permitan hacer más y mejor que los demás.

La competitividad y la excelencia son hoy una necesidad irrenunciable y recursos humanos tiene que asumir su papel protagonista que debe ir mucho más allá de identificarse como una entidad reactiva de servicio interno. Debe involucrarse en los procesos de negocio y poner el foco en la aportación de valor más que sus indicadores de actividad. Para ello deben ser capaces de medir, de la forma más objetiva y cuantificable posible, dicha aportación de valor.  

Para ello, el libro publicado por Pearson Medición del Capital Humano propone el benchmarking como metodología para medir y mejorar la actividad empresarial, poniendo aspectos como las actitudes y la motivación de los trabajadores en una posición crucial para el éxito del negocio.