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CEO, carrera y sucesión

Guido Stein y José Ramón Pin / Prentice Hall

“El anuncio de la Administración Obama sobre el límite de retribución de los CEO cuyas compañías han sido rescatadas con el dinero de los contribuyentes es una muestra patente del interés que despierta la actuación de los CEO en la historia económica más reciente”.

La ascensión a la cima de una empresa conlleva muchos riesgos pero es una apasionante aventura. Antes de empezar hay que saber responder a una serie de preguntas: ¿Qué se necesita para ser un buen CEO? ¿Qué hace un CEO realmente? ¿Cómo saber si se está preparado? Este libro nos da la oportunidad de conocer esas respuestas utilizando las metáforas deportivas para describir el funcionamiento de las organizaciones, en este caso a través de la escalada.

La escalada o cordada es el conjunto de escaladores que van unidos por una cuerda. La escalada de altura; por ejemplo, intentar coronar un ocho mil, no se puede abordar en solitario. Hacerlo sin equipo puede resultar letal. Se necesita que todos los miembros de la cordada sean escaladores, pero que cada uno sea especialista en algo concreto. También que haya un capitán, un guía que dirija la operación. La cordada hay que construirla con mucha antelación y cristaliza en el campo base, antes del último tramo a la cumbre.

Lo mismo ocurre con la carrera profesional hasta convertirse en miembro de la alta dirección, o incluso ser nombrado CEO. Intentarlo en solitario, especialmente durante los últimos tramos, los más difíciles, acerca al fracaso. Tener un buen equipo resulta condición necesaria para llegar sano y salvo a la cumbre. Para la ascensión se necesita un equipo con especialistas que conozcan los caminos y cómo sortearlos, con mentores que ayuden a desarrollar nuevas rutas y coachs que mejoren las capacidades del guía y su equipo. El ascenso en solitario es muy difícil y además peligroso. Casi siempre conduce a la muerte profesional.

Para sacar el máximo rendimiento a las competencias es preciso haberlas construido y ejercitado con anterioridad a cristalizar la cordada en el campamento base, seguir trabajándolas con el equipo en la subida y mantenerlas para llegar sanos y salvos de nuevo al campamento base. Así se podrá empezar una nueva ascensión con el mismo u otro guía; con el mismo u otro CEO.

El trabajo en equipo de los componentes de la cordada en una escalada de riesgo es necesario para mantenerse en la cima y, sobre todo, para bajar sano y salvo al campamento base. La gloria no estriba sólo en subir, además hay que bajar y poder disfrutar del mérito. Subir sin volver sano y salvo al campamento base es un fracaso.

Es importante llegar, pero más aún lo es mantenerse y dejar el puesto con la seguridad de que la empresa seguirá funcionando después de ser abandonada por el CEO. En esa última fase se trata de dejar un guía nuevo para la próxima escalada. Esto exige, obviamente, un equipo.