El cártel de Bagram
Gustavo Sierra / LID Editorial Empresarial
John Torres apareció muerto en las letrinas de la base estadounidense de Bagram, en Afganistán. A Torres, un argentino nacido en Córdoba, le faltaban apenas dos meses para terminar su servicio y regresar a Texas para casarse.
Estaba asqueado de la guerra por haber sido testigo de cómo algunos suboficiales utilizaban la repatriación de cadáveres de los soldados para hacer tráfico de heroína.
El ejército entregó sin mayores explicaciones el cadáver a su padre, Juan Torres, un inmigrante argentino llegado a Estados Unidos, y éste comenzó una larga lucha para descubrir cómo había muerto su hijo. No dudó en enfrentarse a los servicios de inteligencia o a las presiones de los políticos hispanos de Chicago y pasó largas temporadas protestando frente al rancho de George W. Bush y la Casa Blanca. En el camino se encontró con una verdad aún más difícil de aceptar.
Gustavo Sierra, el multipremiado periodista que cubrió las guerras de Afganistán e Irak para el diario Clarín de Buenos Aires y otros medios hispanoamericanos, narra la historia del argentino que venció al Pentágono. «Les aseguro que todo lo que cuento en este libro es la estricta verdad. Lo sé yo, que inventé todo, desde la primera hasta la última palabra», dice Sierra marcando a ambigüedad presente en esta novela hiperrealista.
En consecuencia, El cártel de Bagram puede leerse como un relato de ficción, una historia real novelada, un ensayo o un manifiesto antibelicista. Todo narrado con ritmo vertiginoso de guión cinematográfico: la guerra se huele y se escucha en toda su crudeza al tiempo que asoma el próximo gran conflicto internacional con los cárteles mexicanos de la droga y la nueva intervención estadounidense.