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Big brother is dead

Javier Regueria / ESIC Editorial

¿Son la interrupción y la repetición típicas de la publicidad el mejor camino para conquistar a mis clientes?¿Por qué el consumidor huye de mis anuncios y cómo puedo recuperar su atención y su interés en mi marca?

¿Para qué sirven los spots cuando la tecnología ya nos permite consumir los contenidos libres de interrupciones cuando y donde queramos? ¿Estamos asistiendo a la muerte de la publicidad tal cual la conocemos?

Son preguntas que el sector comienza a formularse con preocupación. 

Un sector que se rige por los mismos principios con los que nació a finales del siglo XIX.  Fue entonces cuando la revolución industrial y la producción en cadena obligaron a las empresas a buscar mercados masivos donde comercializar sus productos.  Así, comenzaron a servirse de los anuncios para bombardear mensajes genéricos a sus audiencias desde el altavoz de los grandes medios. 

Muchos años después, el consumidor y su entorno han cambiado radicalmente.  Y sin embargo, seguimos aferrados a la vieja fórmula publicitaria basada en la repetición de impactos y la interrupción de la audiencia.  La hiper-saturación publicitaria y las nuevas tecnologías digitales, que permiten al consumidor encontrar el contenido que busca libre de interrupciones donde, cuando y como lo desea, provocan que las audiencias se fragmenten y huyan. Muy probablemente estemos asistiendo a la muerte de la publicidad, pero seguro que no al de las marcas.