Marca país
José Miguel Sánchez Guitián / ESIC Editorial
¿Cómo nos vemos? ¿Cómo nos ven? ¿Qué atributos evocamos en los directivos de empresas internacionales cuando piensan en dónde invertir? ¿Qué opinan de nuestro know how en determinadas áreas, de nuestras capacidades profesionales?
¿Qué papel cumplen gobiernos, instituciones y marcas en la formación y transformación de la simpatía que sentimos hacia la ingeniería alemana, la tecnología japonesa, las playas españolas o las escuelas de posgrado americanas?
“Toda Marca País sumergida en una Sociedad Líquida experimenta un empuje vertical y hacia la superficie igual al peso que desarrollan sus gobiernos, sus marcas y la gente que habla de ella.”
Principio de Arquímedes aplicado a una Marca País Líquida.
El objetivo de este libro es indagar en ese reflejo colectivo también conocido como Marca País.
Como en un gran supermercado, los países compiten en el mundo por atraer turismo, vender más fuera y dentro, captar capital extranjero o talento intelectual y laboral con que engrasar la máquina de la prosperidad. Su éxito depende en gran medida de la visibilidad con que se exhiben en ese lineal metafórico del supermercado mundial, y del valor, tanto funcional como emocional, que transmite su Marca País para conquistar las preferencias de ciudadanos-turistas, gobiernos y empresas… y de ese otro cliente apátrida llamado capital.
Es tarea de este libro ofrecer un enfoque estratégico para gestionar la Marca País, es decir, el valor intangible de la reputación de un territorio en el que participan el gobierno, las instituciones, las agencias de desarrollo económico y promoción de inversiones, el turismo, los medios de comunicación, las empresas y sus marcas. Y, por supuesto, la ciudadanía. Promover la Inteligencia de Marca País significa ser capaces de evocar señas de identidad diferenciadas en la imagen que se proyecta de nuestros activos y competencias, que abarcan desde la legislación al patrimonio cultural, de la fiscalidad a la educación, de los espacios naturales a los productos con sello local o la experiencia en determinadas áreas.
La Marca España, adquiere hoy el valor de un necesario y potente activo. Su alcance espacial puede contemplar desde una Marca Ciudad de la geografía española a las marcas comerciales españolas que luchan en los mercados internacionales por hacerse un hueco y generar su valor añadido con nuestro made in Spain. La Marca España funciona de este modo como un paraguas que protege y dota de sentido común a unidades territoriales más pequeñas, y al mismo tiempo, facilita que los atributos que comparten adquieran relevancia internacional creando un plus sobre su valor.