Los osos ya no comen salmón
Ricardo Cortines / LID Editorial Empresarial
Los salmones son una delicatessen para los osos, pero los nuevos osos han decidido dejar de comerlo. Se han dado cuenta de que comiéndolo no llegaban a ninguna parte y quieren arriesgarse a probar otras cosas porque son conscientes de que hay otras opciones. Son osos con amplitud de miras, que se replantean las cosas, que las juzgan por si mismos. Se han dado cuenta de que los axiomas no sirven, de que las cosas no son como nos las venden.
Para ellos el fracaso es deseable, los intermediarios son imprescindibles en los negocios, llegar es más difícil que mantenerse, la perfección existe, los amigos y los negocios se pueden mezclar.
Los osos ya no comen salmón es un ensayo sobre los negocios, un discurso sacado de la realidad misma cuya pretensión no es enseñarnos a hacer negocios o a ganar dinero, sino abrirnos los ojos. Los osos ya no comen salmón se ha escrito para sorprendernos. Para que entendamos que los tesoros más valiosos no yacen en el fondo del mar, sino en la papelera de nuestra mente, allí donde arrojamos, una tras otra, las ideas que juzgamos desechables.
Una nueva ideología
El fracaso no existe porque uno jamás vuelve de vacío. Nunca nos equivocamos de tren, nos equivocamos de estación.
Si tu intención es ganar dinero, olvídate de fundar una empresa. Una empresa se crea para construir algo, no para ganar dinero. Hacer negocios debe ser tu trabajo, pero también tu pasión. Si tu trabajo no es tu afición, entonces tienes un problema. Los intermediarios son imprescindibles en los negocios. Si un negocio no prospera es porque no ha intervenido el intermediario adecuado. Nuestra identidad es nuestra reputación. Somos lo que los demás piensan que somos.
Las apariencias no engañan. Las apariencias reflejan exactamente lo que somos. El problema es que no sabemos leerlas. Toda empresa debería tener un departamento de Recursos Humanos dedicado específicamente a sacar el máximo partido de sus clientes. Los clientes son los mejores empleados de una empresa. Mirar atrás es bueno. Todo lo que un hombre pierde está en su pasado. El dinero debería venir con manual de instrucciones. El dinero es un arma peligrosa. Habría que tener licencia para manejarlo.