Dani Pedrosa, el ejemplo
ESTRATEGIA / TALENTO
FEDERICO FERNÁNDEZ DE SANTOS: Hace un año, nos comentabas que estabas acostumbrado a aguantar las exigencias del entorno y a sobrellevar la presión. ¿Cómo ha cambiado el escenario del año pasado a este?
DANI PEDROSA, piloto del Equipo Repsol Honda: La presión es parte del día a día y no es nada nuevo; además, creo que debe ser así. Siempre me ha gustado porque me mantiene alerta, centrado y con los sentidos puestos en lo que hago. La presión y la tensión hacen que mejore como piloto, aprenda y me esfuerce.
En este momento, considero que el equipo, que hace un tiempo no estaba por delante de Yamaha, ha hecho un gran esfuerzo a nivel técnico para acortar la distancia. Tener objetivos claros y de superación hace que todos nos alineemos para conseguirlos. El tener terreno que recuperar nos generaba sacrificio y sufrimiento, pero lo positivo es que esa situación resultó ser un revulsivo para la organización, pues al final generó un mayor compromiso y nos exigió ser más fuertes. Ahora se están viendo los resultados de esa “presión”.
F.F.S.: Si se analiza la percepción general de las personas que tienen éxito, no solo se tiene en cuenta su capacidad profesional, sino también el aspecto humano. Hay pilotos como Pedro Martínez de la Rosa, primo de tu manager, que destacan por el trato respetuoso y la categoría personal. Viendo la evolución de tu carrera, constatamos cómo el respeto y el cariño hacia tu persona crece.
D.P.: No es algo que me haya planteado ni he realizado un análisis de personalidad para extraer conclusiones sobre los aspectos que debería mejorar. Maduro, y creo que con la edad mejoramos.
Ahora estoy mucho más relajado, no solo en las carreras sino también en el trato con los mecánicos, con los ingenieros… y con todos los factores que me rodean profesionalmente. He aprendido a desconectar, a relajarme cuando no estoy “trabajando”, consiguiendo que no todo tenga que girar alrededor de las carreras. Antes era mucho más difícil, llegaba un gran premio y entraba a funcionar en el “modo carrera”, y no me “desenchufaba” hasta el domingo por la tarde. Ahora puedo variar esta situación. Supongo que eso se traduce hacia el exterior.
Accesible y humilde, Dani Pedrosa es un ejemplo para los más jóvenes.
F.F.S.: Las relaciones personales influyen en los desarrollos profesionales. Ahora cuentas con un nuevo compañero para quien, además, has sido un referente como piloto durante años. ¿Cómo se gestiona una relación de este tipo, donde existe tanta competitividad?
D.P.: No creo que sea una situación diferente de la que he experimentado con otros pilotos. Es verdad que Marc siempre ha dicho que me admiraba y me seguía cuando corría en las categorías inferiores. Al final, somos dos personas que compiten juntas y se respetan. Ambos tenemos una gran ambición por ganar, por eso compartimos el mismo objetivo, que es quedar uno por delante del otro. Cuando veo a Marc ponerse el casco, sé que no le importa el nombre ni el historial de la persona contra la que va a competir. Sé que no va a dudar en jugársela hasta la última vuelta; y así es como debe ser.
Para mí es fantástico formar parte de un equipo puntero que reúne factores tan importantes como tener un patrocinador español y un compañero español. Esto hace que todo el equipo seamos capaces de contribuir, dando alegrías y esperanzas a nuestro país, que tanto las necesita.
F.F.S.: En la pasada temporada, ciertas “vicisitudes” (como cuando te golpearon por detrás) hicieron que se te escapase la posibilidad de Título. Recuerdo que un alto directivo de Recursos Humanos denotaba al respecto lo importante que es saber reaccionar ante estas “injusticias”. ¿Cómo vives estas situaciones?
D.P.: Desafortunadamente, he tenido que vivir ese tipo de experiencias más de una vez a lo largo de mi carrera, y sé cómo me afectan y me influyen.
En ese momento, entendí la inevitabilidad de las consecuencias y que lo único que estaba en mis manos era concentrarme en lo que teníamos por delante. Era muy consciente de la necesidad de tener una mentalidad positiva para afrontar el resto de las carreras, a pesar de lo ocurrido. Ponerse a buscar excusas, a dar explicaciones o a pegarse con quien fuese no me hubiera permitido concentrarme en el mañana. Además, estas cosas que ocurren en las carreras no son intencionales, sino que es un precio que todos hemos de pagar alguna vez. Lo único importante es mirar hacia delante.
Entrevista publicada en Executive Excellence nº105 sep13