El valor irremplazable de las personas
En su edición de 2023, el XXII Congreso de directivos CEDE logró concitar a 2.300 empresarios y ejecutivos en el Palacio de Congresos de Granada, agotando todas las localidades disponibles. Bajo el título “Hacia un nuevo liderazgo empresarial” y convertido en uno de los eventos empresariales más destacados de España, en su afán por enriquecer el debate de ideas y anticipar los principales temas de interés para las organizaciones, en el Congreso hubo espacio para la geopolítica y su incidencia en la economía española, el futuro de la energía, la gobernanza del agua, la formación del talento, los mercados de capitales, la nueva frontera de la Inteligencia Artificial o la sostenibilidad.
Durante toda la jornada, líderes de todos los sectores debatieron sobre dichas cuestiones, ofreciendo claves para potenciar e impulsar las empresas de nuestro país. El acto de clausura contó con las intervenciones destacadas de la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, así como del presidente de la Fundación CEDE y de Fundación “la Caixa”, Isidro Fainé, y de S.M. El Rey, quien desde los comienzos de este evento ha acompañado a los directivos en el cierre del mismo.
A continuación, recogemos lo más destacado de los discursos de estos dos últimos.
ISIDRO FAINÉ: “ES IMPOSIBLE PONER EL ALMA EN UNA MÁQUINA O EN UN ALGORITMO”
El presidente de la Fundación CEDE comenzó analizando el escenario actual, distinguido por dos fuerzas bien conocidas para los empresarios y directivos, pero que se presentan con una virulencia inédita.
Los confines de la incertidumbre
“El entorno en el que se mueven hoy en día las empresas se caracteriza por dos elementos bien incómodos: la complejidad y la incertidumbre, que lo más probable es que vayan a más en el futuro. Ambos factores nunca habían estado presentes con tanta intensidad como ahora, por dos motivos. El primero, porque la velocidad de los acontecimientos se ha acelerado, y segundo, porque las interdependencias entre países, sectores, empresas y personas cada vez son mayores. Los factores de incertidumbre que acechan al entorno empresarial global y español de nuestros días son diversos."Nunca antes la complejidad y la incertidumbre habían estado presentes con tanta intensidad". Isidro Fainé "En última instancia, será la suma de las inteligencias, las experiencias, las intuiciones y las dotes creativas de nuestros equipos lo que nos permitirá salir airosos de las crisis imprevisibles". Isidro Fainé
La incertidumbre se cierne sobre las empresas, dado que acechan multitud de fuerzas que pueden trastocar los modelos de negocios actuales y los mercados. Por otro lado, la incertidumbre también está presente sobre nosotros mismos, lo cual nos obliga a mantenernos siempre bien informados acerca de las grandes tendencias para gestionar esta incertidumbre con inteligencia, intuición, serenidad y, sobre todo, con coraje, para hacer frente a la toma de decisiones difíciles que se presentan casi todos los días”.
El presidente de la Fundación CEDE tuvo también palabras de reflexión para la transición energética, a la que calificó como una fuerza previsible, “que se ve venir, de modo que es inexcusable que empresarios y directivos no podamos anticiparnos para dar una respuesta adecuada”. Al respecto, afirmó: “La transición energética a nivel global avanza demasiado despacio como para frenar el cambio climático. Y esto tendrá repercusiones poderosas en sectores muy importantes para la economía española como son el turismo, la agricultura o las aseguradoras, entre otros.
Otro factor que resultará transformador para multitud de empresas, y que igualmente se dibuja con meridiana nitidez, es la evolución demográfica. El curso de acción apunta hacia un envejecimiento gradual y un cierto declive del tamaño total de la población, particularmente en Europa. Estas fuerzas demográficas están transformando los mercados donde operan nuestras empresas.
El mercado de trabajo también está mutando con consecuencias diversas como son: la escasez de ciertos perfiles de trabajadores; la dificultad para atraer y retener el talento joven; y el reto de alargar la vida profesional de las personas senior, que requiere imaginación y valentía por parte de las empresas, así como políticas públicas inteligentes.
Es importante tener en cuenta los flujos migratorios y el contexto en el que se mueven, que no es otro que el marco de las relaciones geopolíticas a nivel internacional, que son cada vez más inestables y turbulentas.
En cuanto a las dinámicas políticas dentro de Europa y de España, los cambios en las preferencias políticas de los votantes y en los equilibrios parlamentarios afectan al clima general de los negocios, la regulación de los mercados y el sistema tributario.
Ante la incierta realidad política global, nuestro cometido como directivos pasa por anticiparnos a los distintos escenarios posibles, dialogar y negociar de buena fe con los reguladores y con todas las autoridades económicas y reaccionar con agilidad y rapidez, buscando siempre lo mejor para la empresa y para el conjunto de la sociedad”.
El presidente de la Fundación CEDE llamó la atención sobre algunos factores de incertidumbre que son eventos “que nos cogen por sorpresa, como por ejemplo la gran crisis financiera de 2008, que se llevó por delante un gran número de bancos, la propagación de la pandemia de la Covid en 2020 y, a otro nivel, la irrupción que estamos ahora teniendo de dinero de fondos soberanos que van entrando en empresas de todo el mundo.
Algunas propuestas que ayudarían a hacer frente a esos eventos sorpresivos son: crear estructuras organizativas ligeras y flexibles que permitan hacer cambios reactivos con prontitud, revisar con frecuencia la solidez de los sistemas de control de todo tipo de riesgos, de operativos financieros, tecnológicos y geopolítico; disponer de un protocolo para la gestión de crisis, de modo que esté claramente establecido quién y cómo debe tomar las decisiones así como la coordinación con las autoridades públicas y privadas que correspondan; y, algo muy importante, construir canales fluidos de comunicación dentro de la empresa para aprovechar el talento de todas las personas, porque no nos quepa duda que, en última instancia, será la suma de las inteligencias, las experiencias, las intuiciones y las dotes creativas de nuestros equipos lo que nos permitirá salir airosos de las crisis imprevisibles.
Liderazgo para las personas
Los avances tecnológicos, y muy particularmente la irrupción de la IA, fueron una constante durante todo el Congreso. Su influencia creciente e imparable en todos los ámbitos resulta tan estimulante como arriesgada. En un mundo donde “la máquina” progresa a una velocidad imposible de seguir para el hombre, Isidro Fainé puso el foco en las personas y su grandeza, en la Inteligencia que distingue y hace únicos a los humanos por encima de cualquier tecnología.
“La revolución tecnológica que vivimos es otro factor dominado por la incertidumbre. Lo único que parece seguro es que seguiremos viendo innovaciones de manera continuada, en algunos casos con descubrimientos trepidantes y disruptivos, como por ejemplo la Inteligencia Artificial Generativa, que algunos expertos consideran la revolución del siglo XXI.
Como buenos directivos y líderes tendríamos que ser conscientes de que el factor más importante del entorno es el factor humano, las personas. Precisamente ahora, cuando la Inteligencia Artificial irrumpe con una fuerza arrolladora, es cuando más atención debemos prestar a otro tipo de inteligencia, que se está olvidando, la Inteligencia Emocional."Las habilidades de Inteligencia Emocional del directivo tienen que ser la base y el marco que nos permitirá encauzar y controlar el uso de los algoritmos inteligentes de las empresas". Isidro Fainé
Creo que las habilidades de Inteligencia Emocional del directivo tienen que ser la base y el marco que nos permitirá encauzar y controlar el uso de los algoritmos inteligentes de las empresas. En pocas palabras: primero, las personas; y luego, lo demás.
Siempre me gusta referirme a los empleados como los verdaderos pilotos de la empresa, ya que son ellos quienes pisan cada día el mercado y quienes están en contacto continuo con la compleja realidad y con los clientes. Cuando los empleados son y se sienten protagonistas, las funciones básicas del líder consisten en: transmitir cuáles son la misión y los valores de la empresa; establecer unos objetivos claros, ambiciosos y realistas; generar un ambiente que propicie la autonomía; y reconocer y valorar con frecuencia este esfuerzo individual y colectivo.
Este estilo de liderazgo se sustenta en cuatro preceptos imprescindibles:
- Liderar es servir (lo más importante para mí).
- Se lidera con el ejemplo (porque no se puede predicar una cosa y hacer lo contrario).
- Es imposible ser un verdadero líder cuando tu equipo desconfía de tus intenciones.
- El liderazgo se tiene que basar en unos valores enfocados a la misión que cada empresa proclame.
Las empresas no son otra cosa que personas al servicio de personas. Los avances tecnológicos nos plantean grandes desafíos; de hecho, muchas voces sugieren que el rol que desempeñarán las personas dentro de las empresas irá mermando, pero no estoy de acuerdo.
En mi opinión, las cualidades inherentes a las personas, al ser humano, adquirirán si cabe aún mayor relevancia en este futuro que se nos anuncia. Me gustaría describir dichas cualidades de buen líder, a modo de sugerencias, que tal vez pueden ayudar a mejorar el ejercicio de nuestra función:
- No abandonemos nunca el pensamiento crítico y dejemos crecer la creatividad y la imaginación.
- Seamos conscientes de que la empatía mueve montañas.
- Actuemos siempre con integridad y honestidad.
- No perdamos nunca el coraje, pero tampoco la prudencia.
- Desarrollemos nuestra capacidad de servir, porque dirigir y liderar es, en el fondo, ponerse al servicio de los demás.
- No olvidemos cuidar de nosotros mismos, en el sentido de buscar el equilibrio entre la vida profesional y familiar, la salud, el ocio y cualesquiera otras esferas que sean importantes.
Estas cualidades no se encuentran intrínsecamente presentes en ninguna tecnología digital, por más sofisticada que pueda llegar a ser. En otras palabras, es imposible poner el alma en una máquina o en un algoritmo.
Generar valor continuado y sostenible
Tras subrayar la relevancia de los empleados, Fainé compartió sus impresiones sobre el resto de grupos de interés, empezando por los clientes:
“Los clientes son la razón de ser de nuestras empresas, que nacen y viven para satisfacer sus necesidades, procurando ofrecerles mejores condiciones y mejor trato que las empresas de la competencia.
Todo directivo debe velar por el cumplimiento del mandato que le otorgan los accionistas, pero sin olvidar el resto de stakeholders. Un objetivo básico del equipo directivo de la empresa debe ser generar valor de manera continuada y sostenible. Para ello, es deseable aunar dos cualidades directivas complementarias: resolución ejecutiva para actuar con agilidad a corto plazo y clarividencia para pensar estratégicamente a largo.
Warren Buffet solía decir que el paso del tiempo es amigo de los buenos negocios, y pienso que no somos lo suficientemente inteligentes con el uso del tiempo. Es de máxima importancia que nuestros esfuerzos se centren en disponer de una visión estratégica, en el sentido de procurar que todos los proyectos de la empresa o del área que nos toque dirigir sean congruentes con un mismo enfoque global de 360 grados y orientado al futuro.
Además, hay que saber poner en práctica dichos proyectos, mediante una gestión táctica que sea resolutiva, pragmática y coherente con dicha visión estratégica global”.
Directivos comprometidos socialmente
Finalmente, Isidro Fainé llegó en su discurso hasta la sociedad, ese cuarto grupo de interés cuyo bienestar tan presente tiene la Fundación “la Caixa” que él mismo preside.
"El medio ambiente y la desigualdad social son los dos grandes retos sociales de nuestros días". Isidro Fainé "De vosotros depende la excelente y responsable gestión de los recursos humanos y materiales de una empresa. Y, de esa buena gestión como directivos, dependen económica y socialmente muchas familias". S.M. El Rey Felipe VI
“Los dos grandes retos sociales que tenemos en nuestros días encima de la mesa son el medio ambiente y la desigualdad social, que va creciendo por todo el mundo. El problema del cambio climático es cada vez más preocupante, y la verdad es que no vamos por el buen camino a nivel mundial, por mucho que Europa y España estén en la primera línea de la transición energética.
Sobresale también el amargo problema de la desigualdad en la distribución de la riqueza entre familias y entre territorios. Es nuestro deber también, como directivos comprometidos socialmente, hacer lo que esté en nuestras manos para reducir la desigualdad y la pobreza, ayudando a que nadie se quede atrás.
A los miembros de CEDE nos mueve la convicción de que en este mundo convulso y en estos mercados complejos e inciertos, los empresarios y directivos estamos llamados a desempeñar una importante y valiosa función social.
En definitiva, nuestra función consiste en dirigir para servir. Porque, como tantas veces dijo la Madre Teresa de Calcuta: Quien no vive para servir, no sirve para vivir”.
S.M. EL REY: “EN ESPAÑA CONTAMOS CON UNOS DIRECTIVOS DE EXCELENCIA”
Felipe VI arrancó la intervención mostrando su orgullo de pertenencia a este Congreso: “Siento que he formado parte de esta iniciativa desde sus comienzos, como me alegra poder recordar a menudo. Y debo decir que fue Isidro Fainé quien, con su conocida capacidad de persuasión, me animó a vincularme a este foro. Siempre se lo agradeceré”, declaró.
Antes de analizar el orden internacional y la situación de España dentro de él, quiso destacar la solidez de este encuentro, que se consolida año tras año: “Es un evento de enorme relevancia para nuestro país, para su avance social y económico, por los contenidos o temas que exponéis o debatís, así como por el alto nivel de los que participáis, tanto ponentes como congresistas”.
Un nuevo (des)orden mundial
Al igual que Isidro Fainé, S.M. El Rey puso de relieve la deriva de un nuevo escenario económico internacional, caracterizado por un elevado grado de incertidumbre y de cambio de paradigma económico. “Los terribles sucesos que están ahora mismo aconteciendo en Oriente Próximo, junto con la guerra en Ucrania, tienen claras consecuencias sobre la economía mundial y provocan que las previsiones macroeconómicas de la economía mundial tengan que ser revisadas.
Este agravamiento de la incertidumbre global en los últimos tiempos, hace que el papel de los empresarios y, en particular, de los directivos de las empresas, sea, si cabe, mucho más importante. De vosotros depende la excelente y responsable gestión de los recursos humanos y materiales de una empresa. Y, de esa buena gestión como directivos, dependen económica y socialmente muchas familias.
El orden internacional basado en los principios de apertura y multilateralismo que conocemos desde hace muchos años se está debilitando. El proteccionismo, las barreras comerciales y los conflictos económicos se están multiplicando, lo cual puede traducirse en problemas severos para empresas y hogares”, apuntó.
“Pero es importante que reconozcamos que la fragmentación de la economía global no es deseable ni buena para nadie. Por tanto, se debe responder trabajando de forma simultánea y equilibrada, reduciendo determinadas dependencias externas y fortaleciendo nuestras capacidades productivas estratégicas, mientras defendemos, al mismo tiempo, una economía global abierta”."Se necesita proteger y reforzar el liderazgo en determinados sectores estratégicos que determinan el empleo y bienestar de los ciudadanos". S.M. El Rey Felipe VI
“Para ello –continuó- necesitamos, aquí y en Europa, una reindustrialización, un refuerzo de las capacidades productivas. Se necesita proteger y reforzar el liderazgo en determinados sectores estratégicos que determinan el empleo y bienestar de los ciudadanos. Pero el propósito de mantener la economía abierta requiere que seamos estratégicos, capaces e inteligentes a la hora de focalizar los esfuerzos en producir aquello que se pueda mediante tecnologías más sostenibles y competitivas. El objetivo final es convertir a la economía española en una economía más competitiva y flexible”."El objetivo final es convertir a la economía española en una economía más competitiva y flexible". S.M. El Rey Felipe VI
Más protagonismo directivo
Felipe VI alentó a los directivos a asumir un rol activo en este panorama de complejidad, dando lo mejor de sí mismos y tomando las riendas de la adversa situación.
“Es obvia, ante todo lo anterior, la necesidad de impulsar nuevos modelos organizativos, más ágiles, flexibles y adaptativos, en los que el liderazgo de los directivos será nuevamente clave para su éxito y efectividad.
En estas circunstancias los directivos tendréis, por tanto, que asumir, con mayor intensidad que en el pasado, el protagonismo de emprender en ese afán de construir las organizaciones del mañana, pues en ellas ya no se podrá aplicar lo que se solía hacer y sí el que se sepa hacer lo que requiere cada tiempo y circunstancia. Es decir: flexibilidad, agilidad, llevar la innovación a la propia organización y gestión.
En estos momentos de escenarios desconcertantes resulta imprescindible que veáis cómo reforzar vuestra confianza a la vez que tratáis de acrecentar el compromiso de vuestros equipos, ya que así contribuiréis a lograr que nuestras sociedades vean, en vuestro talante y valores, la esperanza y el ejemplo para salir airosos de cualquier reto”."Confiamos en vosotros y os animamos a seguir trabajando por y para el bien de nuestra sociedad". S.M. El Rey Felipe VI
Para afrontar esta difícil tarea, S.M. El Rey les expresó su admiración y plena confianza. “Sé que en España contamos con unos directivos de excelencia. Confiamos en vosotros y os animamos a seguir trabajando por y para el bien de nuestra sociedad. Desde las instituciones os apoyamos, de ahí que, como me habéis escuchado decir muchas veces, pero no me canso de repetirlo, la colaboración público-privada sea esencial. Todos juntos con un objetivo común seremos capaces de superar las incertidumbres y dificultades presentes para lograr las metas que merecemos.
Precisamente a vosotros, que estáis inmersos en el terreno y conocéis estas dificultades de primera mano, me gustaría agradeceros vuestra dedicación. Realmente os tenéis que sentir apreciados y valorados por la sociedad, por la que tanto hacéis, por la que tanto os esforzáis”.
Con dicho reconocimiento a directivos y empresarios, se dio por clausurado el XXII Congreso de Directivos CEDE.
Isidro Fainé, presidente de la Fundación CEDE y de Fundación “la Caixa”, y S.M. El Rey Felipe VI, en el XXII Congreso de directivos CEDE.
Publicado en Executive Excellence n188, diciembre 2023.