Enfócate en tu marca personal como un gestor de proyectos
Por Dorie Clark y Antonio Nieto-Rodríguez
La realidad es que cualquier cosa que hagas y sea visible para los demás –en la vida real o en Internet– de alguna manera influirá en tu marca personal. A estas alturas, la mayoría de los profesionales reconocen que tener una marca personal sólida es una forma de seguro profesional.
Por eso, es importante asegurarse de que se toman medidas para transmitir los mensajes correctos. Aplicando los principios de la gestión de proyectos, encontraremos una solución al esfuerzo que conlleva el desarrollo de la marca personal. Basándonos en el trabajo de Dorie Clark sobre cómo reinventar tu personal brand y en la experiencia de Antonio Nieto-Rodríguez en gestión de proyectos, hemos desarrollado un marco que puede resultar útil a la hora de embarcarse en la importante labor de conseguir que tu expertise sea reconocido.
No todos los elementos de la gestión de proyectos se trasladan adecuadamente a la marca personal; por ejemplo, aquí el "patrocinador del proyecto" es casi siempre uno mismo. A continuación aportamos seis principios clave de la gestión de proyectos que, siguiéndolos, harán que tus esfuerzos de marca personal tengan más probabilidades de éxito, incluso con las distracciones y el ajetreo que sufren casi todos los profesionales.
1. Identifica tu propósito
Desarrollar y perfeccionar la marca personal lleva tiempo, y casi nunca es "urgente". Una forma fácil de encontrar el propósito de tu proyecto de marca personal es preguntarse repetidamente: "¿Por qué estoy haciendo este proyecto?".
Una respuesta podría ser el que nos reconozcan por nuestra experiencia. Preguntémonos entonces: ¿Por qué quiero ser reconocido por mis conocimientos?
Si respondemos: “Para tener más impacto en el campo de las ventas”, preguntémonos de nuevo: ¿por qué? La respuesta puede ser cualquiera, desde mantener a tu familia hasta conseguir que tu producto o servicio llegue a manos de más personas. No hay respuestas equivocadas, pero sí es importante que entendamos nuestras motivaciones y lo mucho que nos importan. De lo contrario, es mejor no empezar."¿Por qué estoy haciendo este proyecto?" No hay respuestas equivocadas, pero sí es importante que entendamos nuestras motivaciones y lo mucho que nos importan. De lo contrario, es mejor no empezar
2. Decide sobre la inversión
¿Cuánto costará el proyecto? En los proyectos corporativos, el coste se mide en horas de trabajo, gasto en publicidad, en investigación y desarrollo, en creación de prototipos, en software, en fabricación...
En el caso de nuestra marca personal, y aun existiendo inversiones (como crear un sitio web personal, por ejemplo), la mayor inversión será la de horas personales de trabajo. Podemos echar horas centrándonos en construir una red personal de contactos, en crear contenidos (lanzar un blog) o aumentar nuestra presencia en redes sociales. Sea cual sea, este proyecto tardará años en alcanzar la forma deseada.
En su libro The Long Game: How to Be a Long-Term Thinker in a Short-Term World, Dorie nos señala que a menudo se necesitan de dos a tres años de esfuerzo para obtener un mínimo de reconocimiento por nuestro trabajo, y cinco años o más para obtener un reconocimiento significativo. Este es un camino largo, por eso es fundamental que reconozcas, y aceptes de antemano, la inversión a la que te vas a comprometer.
3. Ten claros los beneficios y cómo vas a controlarlos
Esta es una pregunta esencial que se hace cualquier gestor de proyectos: “¿Cómo sabré que he tenido éxito? ¿Qué debería ocurrir, y cuándo?”.
Podrías tener como beneficios, por ejemplo, buscar ingresos. Gracias a una marca sólida te buscarán más clientes; tener impacto, como que te ofrezcan la oportunidad de escribir un libro, una columna para una publicación prestigiosa…; o progresar profesionalmente para que, en un entorno saturado, te elijan para un ascenso atractivo.
La creación de una marca personal sólida es un proceso que dura muchos años. Para conservar la motivación durante el proceso, es primordial desarrollar una hipótesis –para tener una idea del tiempo que supones durará el proyecto– e identificar esas pequeñas señales de progreso para monitorizar el camino, lo que Dorie llama "buscar las gotas de lluvia".
4. Identifica a tus stakeholders
Crear una marca personal sólida pueda parecer un proyecto que solo te afecte a ti, pero merece la pena pensar de una forma amplia sobre a quiénes podrías interesar o afectar. Por ejemplo, sería de gran ayuda conseguir el apoyo de tu jefe. Si decides que desearías ser reconocido no solo dentro de tu empresa, sino también en tu especialidad y por tu experiencia, puedes pensar en formas de darte a conocer, tales como presentarte como ponente para conferencias o escribir en publicaciones del sector. Por supuesto, saber de antemano las directrices de comunicación y las políticas de tu empresa al respecto es básico.
5. Define tus recursos y consecuciones
Lo “frustrante” de la gestión de proyectos es que los llevan a cabo personas, y estas no se pueden automatizar. Por eso, es necesario asegurarse de que dispones del tiempo suficiente para dedicarte a la creación y gestión de tu marca personal. En la mayoría de los casos, y antes de iniciar el proyecto, recomendamos interrumpir una o dos actividades que estés realizando en esos momentos. Lo “frustrante” de la gestión de proyectos es que los llevan a cabo personas, y estas no se pueden automatizar. Por eso, es necesario asegurarse de que dispones del tiempo suficiente para dedicarte a la creación y gestión de tu marca personalTambién es relevante que conozcas las consecuciones con las que te comprometes. Los proyectos existen para desarrollar algo, a menudo nuevo, en forma de resultados y productos. En el caso de reforzar tu marca personal, podría ser lanzar un podcast, crear un grupo de networking o empezar una actividad adicional enseñando en una universidad local, etc.
6. Precisa tu plan
Por último, has de preguntarte: ¿cómo y cuándo se llevará a cabo el trabajo? Todo gestor de proyectos te dirá que los proyectos tienen un flujo natural. Una de las principales tareas del project manager es dividir los proyectos en entregas más pequeñas, y con plazos, para evitar los agobios de última hora.
Inculcar el hábito de establecer y revisar los compromisos cada semana es una forma estupenda de centrarse en lo importante y tener una idea clara de lo que se está haciendo. También lo es desarrollar un calendario regular para tu proyecto de marca personal, porque garantiza que, aunque estando ocupado, no desaparecerán de tu radar las tareas más relevantes. Por ejemplo, establecer el mismo día y a la misma hora de la semana, comprobaciones del estado del proyecto de marca personal; o publicar nuevas entradas en tu blog a la misma hora del mismo día de cada semana; o programar un café-networking cada viernes tarde... Estos pequeños hábitos ayudarán a crear costumbres propias y expectativas (en los demás), que conducirán a un reconocimiento más rápido de la marca que estás creando.
No podemos controlar totalmente cómo nos ven los demás pero, gestionando el cuidado de tu marca personal como si fuera un proyecto –con un propósito convincente, con objetivos ambiciosos con un calendario realista y resultados claros–, las probabilidades de tener éxito en el desarrollo de una reputación de la que te sientas orgulloso serán mucho mayores.
Dorie Clark, profesora de Duke University’s Fuqua School of Business y autora de The Long Game: How to Be a Long-Term Thinker in a Short-Term World (HBR Press, 2021), y Antonio Nieto-Rodríguez, líder en gestión de proyectos e implementación de estrategias y autor de Harvard Business Review Project Management Handbook.
Este artículo, publicado originalmente en inglés por Harvard Business Review, se publica en una versión reducida en español en Executive Excellence con la autorización del autor.
Enero de 2023.