El bienestar digital de los trabajadores del conocimiento

Explorar la intersección entre la psicología humana y la tecnología es una de las pasiones de la experta en bienestar digital y productividad laboral, Lina Žemaitytė-Kirkman.

Como CEO de Rockit, el mayor ecosistema de innovación sostenible y fintech del Báltico, su experiencia en el ámbito tecnológico y su trabajo diario con start-ups le confieren una perspectiva única, revalorizada por su formación en psicología organizacional. “Antes de dirigir este centro de innovación, pasé la mayor parte de mi vida trabajando para firmas de consultoría o de tecnología, pero la psicóloga que hay en mí sigue preguntándose: ¿Cómo esta tecnología que cambia tan rápidamente y el trabajo que presencio de primera mano en estas empresas nos está afectando como humanos?” –expresó durante el 16th Global Peter Drucker Forum–. “De ahí viene el bienestar digital”, un concepto que ahonda en la confluencia entre tecnología, salud humana y productividad.

Además de su participación en el panel dedicado a esclarecer hasta qué punto es verdad o falacia que la productividad de los trabajadores del conocimiento ha aumentado gracias a las nuevas herramientas, procesos y estructuras organizativas, dedicó unos minutos a compartir sus impresiones con la consejera y emprendedora social Mary Meaney Haynes.

MARY MEANEY HAYNES: Lina, ¿cómo dirías que está cambiando el trabajo del conocimiento?

LINA ŽEMAITYTÈ-KIRKMAN: Desde que en la década de los 50 Peter Drucker acuñase el término, nuestro trabajo ha variado muchísimo. Creo que el trabajo conectado digitalmente, las tareas no rutinarias o la resolución de problemas complejos que hoy hacemos, y que es lo que denominamos “trabajo del conocimiento”, se inició en los años 90, aunque ha evolucionado mucho con la revolución digital, la conectividad y herramientas como Zoom, Teams o Slack, que en realidad no llevamos tanto tiempo utilizando. Obviamente, ahora el gran tema es cómo la IA cambiará todo esto. Todavía existen muchas incógnitas desconocidas y habrá consecuencias que ni siquiera hemos predicho. Pero, como dice el refrán: no puedes predecir el futuro, pero sí minimizar la sorpresa.Desde los años 90, la revolución digital nos ha hecho más y menos productivos al mismo tiempo

De hecho, considero que podemos minimizar la sorpresa de cómo la IA nos influirá observando retrospectivamente el modo en que esta revolución digital nos ha afectado desde aproximadamente los años 90. Diría que nos ha hecho más y menos productivos al mismo tiempo.

M.M.H.: Comencemos por los aspectos positivos. ¿Cuáles son los mayores beneficios que has visto y que anticipas para el futuro? ¿Dónde residen nuestros mayores activos y oportunidades?

L.Ž-K.: Desde la perspectiva del trabajador del conocimiento, destacaría beneficios como el vasto acceso al conocimiento, la información y los datos, la toma de decisiones más rápida, el aumento de la conectividad, la velocidad de la comunicación; la capacidad de trabajar entre países, entre continentes; el trabajo asincrónico entre zonas horarias y la flexibilidad laboral. Todas estas son cosas que sentimos de cerca. Pero, obviamente, existe un coste; siempre hay un lado oscuro de la luna.

M.M.H.: Hablemos de él.

L.Ž-K.: Se han realizado estudios sobre nuestra atención, y posiblemente ese sea nuestro mayor desafío: cuánto tiempo dedicamos a una cosa en particular. La psicóloga y académica Gloria Mark ha llevado a cabo investigaciones en la oficina, observando a los trabajadores del conocimiento en su "hábitat natural", y ha concluido que, en los últimos 20 años, el lapso de atención ha pasado de dos minutos y medio a 47 segundos.

En los últimos 20 años, el lapso de atención ha pasado de dos minutos y medio a 47 segundos

M.M.H.: ¡Es una reducción dramática!

L.Ž-K.: Totalmente. Como sociedad, tenemos lapsos de atención cada vez más cortos. De hecho, los fotogramas de las películas son más cortos y rápidos, al igual que los trending topics de X, donde los temas son tendencia cada vez por menos tiempo, pues constantemente surge algo nuevo y no mantenemos nuestra atención en una sola cosa.

Todo esto afecta nuestra capacidad para realizar el trabajo enfocado y el pensamiento profundo que la mayoría de los problemas complejos requieren. Los lapsos de atención más cortos afectan nuestra capacidad para realizar el trabajo enfocado y el pensamiento profundo que requiern los problemas complejosM.M.H.: Además de este déficit de atención y concentración, los estudios también nos dicen nos sentimos más desconectados y, a veces, incluso más deprimidos. ¿De dónde proceden estos riesgos?

L.Ž-K.: La desconexión proviene del hecho de que nos preocupamos más por ser receptivos que por las relaciones, y originalmente esto también deriva del trabajo remoto.

Las personas se sienten desconectadas, no tienen un sentimiento de pertenencia a una organización porque no experimentan esa relación. La investigación reciente ha demostrado que el aumento del uso de IA en el trabajo para hacer consultas –como preguntar a un chatbot o a ChatGPT en lugar de a un compañero– debilita aún más los frágiles lazos que tenemos con nuestros colegas. Esto es problemático ya que mi círculo social, incluso esos lazos débiles que tengo en el trabajo, son fundamentales para mi bienestar y para sentirme conectado con los demás. No podemos olvidar que son las personas quienes se mantienen las unas a las otras en el trabajo. Igual que los malos jefes son una de las principales causas de abandono voluntario del puesto de trabajo por parte de los empleados, también estos se quedan por los colegas. Son las personas quienes nos mantenemos las unas a las otras en el trabajo. Igual que los malos jefes son una de las principales causas de abandono voluntario del puesto de trabajo, también nos quedamos por los colegas

Si mis lazos con los compañeros se debilitan porque ni siquiera mantenemos conversaciones rápidas ni les consulto dudas, sino que todo lo externalizo a la IA, me sentiré cada vez más solo. Por eso la generación Z es ahora la generación más solitaria, aunque esto también tiene mucho que ver con las redes sociales, donde nos clasificamos y comparamos, en lugar de vincularnos unos con otros.

M.M.H.: Es fascinante. Creo que muchas organizaciones pudieron cambiar al trabajo remoto durante la pandemia de una manera tan rápida y efectiva en gran parte porque tenían ese capital social, esas relaciones. Sin embargo ahora, con cada vez más y más personas trabajando de forma remota, esas conexiones están erosionándose. La gran pregunta para las organizaciones, y para los líderes, es: ¿cómo reconstruir las relaciones?

L.Ž-K.: En mi opinión, la repuesta tiene que ver con dar autonomía a las personas. Vivimos inmersos en el gran debate de regresar a la oficina o trabajar de forma remota, y no hay una solución clara porque todo depende del contexto.

Por lo general, la principal razón por la que los directivos justifican su deseo de que los empleados vuelvan a la oficina es para establecer más conexiones; para que sientan que pertenecen a un grupo más grande. Como sabes, hay estudios que muestran que el brainstorming o la propuesta de ideas creativas ocurre mejor en persona que a través de Zoom. Al mismo tiempo, otra de las razones es por la falta de confianza. Los directivos no confían en que su gente realmente esté trabajando y siendo productiva desde casa. Solo el 12% de ellos dice confiar completamente en que su equipo trabaja bien a distancia; mientras que el 80% de los empleados afirma hacerlo y ser productivo el 87% del tiempo.  El indicador de productividad se convierte en cuán receptivos somos, y eso tiene un efecto en cadena que erosiona la productividad, al preocuparnos más por parecer productivos que por serlo

Ante este escenario, se producen dos alternativas. O bien el indicador de productividad se convierte en cuán receptivo eres –qué tan rápido respondiste mi correo electrónico o mi mensaje, a cuántas reuniones virtuales asististe…– y eso tiene un efecto en cadena que erosiona la productividad, al preocuparnos más por parecer productivos que por serlo. Al final, nos inquieta más no contestar a tiempo un mensaje o un correo electrónico que completar el trabajo que se supone que debemos hacer.

La otra posibilidad es la de los directivos que imponen volver a la oficina los cinco días de la semana, lo cual tampoco es positivo porque coarta toda autonomía. A la gente le gusta trabajar desde casa, sobre todo porque les permite ahorrar tiempo de desplazamiento. Puede que también les facilite las tareas del hogar, pero las mayores distracciones de trabajar desde casa no son personales, sino esas preguntas puntuales que recibimos de personas que no están.

Como todo en la vida, la virtud está en el punto medio. Creo que se trata de equilibrar y permitir que las personas tengan un poco de autonomía sobre cuándo me concentro, cuándo colaboro, cuándo es un buen momento para ir a la oficina, y lograr un acuerdo mutuo, lo cual implica empatía, hablar, escuchar…

M.M.H.: Además de estos consejos de ser más intencional sobre cuándo y cómo regresar a la oficina y construir conexiones, ¿qué recomendarías para fomentar y mejorar el bienestar digital en una época como la que hemos descrito, donde las personas están cada vez más distraídas y se sienten desconectadas y deprimidas?

L.Ž-K.: La atención es un recurso escaso y sabemos que la tecnología está diseñada para captar nuestra atención. Aquí surgen dos ideas: primero, entender que la atención es  algo que realmente necesitamos cuidar y proteger. Todos nosotros sabemos cuándo somos más productivos. Para el 80%, generalmente es durante la primera parte del día; aunque todos somos diferentes. Por lo tanto, la primera recomendación es protege ese momento en tu calendario y no permitas que nada interfiera. Informa a tus colegas de que ese es tu tiempo de trabajo profundo, para que por favor no te interrumpan… a menos que haya que apagar un incendio.

La atención es un recurso escaso y sabemos que la tecnología está diseñada para captar nuestra atención; por lo tanto, debemos cuidarlo y protegerloMi segundo consejo es que dejes de tratarte como una computadora. Nosotros mismos, y las organizaciones, nos tratamos como si fuéramos ordenadores, incluso pedimos a las personas que hagan varias tareas a la vez, algo que solo pueden hacer las máquinas y, únicamente, el 2% de las personas. Para el resto, es algo imposible y que resulta profundamente improductivo.

Así que, deja de tratarte como una computadora y trabaja en tu inteligencia humana. Asume que somos cíclicos y tenemos momentos de mayor y menor productividad. Por lo tanto, normaliza los descansos y el tiempo de enfoque. Debemos asumir que somos cíclicos y tenemos momentos de mayor y menor productividad

En mi opinión, un buen indicador clave de desempeño (KPI) para las organizaciones podría ser: ¿Cuánto tiempo has pasado enfocado en el trabajo? No cuántos correos electrónicos envié o qué produje, sino cuánto tiempo realmente pude profundizar en algo.

Hay estudios que revelan que profundizar es como empezar a conducir. Al inicio vamos en primera marcha, luego segunda, tercera, hasta que conseguimos ir rápido. Estar inmersos en un tema, trabajando, puede llevar entre media hora y 40 minutos, de manera que nunca entrarás realmente en esa fase más productiva y fluida si te están distrayendo cada 20 minutos.

En conclusión: protege tu atención, date un respiro y deja de tratarte como un ordenador.Si no te gusta meditar, que es la manera formal de entrenar la atención, puedes empezar leyendo

M.M.H.: Sin duda son consejos prácticos y útiles para esta era de distracción y disrupción digital. ¿Algún último pensamiento que te gustaría añadir?

L.Ž-K.: Sí, algo tan sencillo como empezar a entrenar nuestra atención leyendo. Comienza leyendo cinco páginas de un libro, con tu móvil en otra habitación, y simplemente observa cómo te sientes y ve aumentando la lectura con el tiempo. Si no te gusta meditar, que es la manera formal de entrenar la atención, puedes leer. Ese es un pequeño consejo.

Lina Žemaitytė-Kirkman, experta en bienestar digital y productividad laboral y head de Rockit, entrevistada por Mary Meaney Haynes para el Drucker Forum TV, en el marco del 16th Global Peter Drucker Forum.

Retratos de Lina: © Rockit / Fotos de Lina en el Foro: druckerforum.org / imagen recurso de apertura: © Freepik.

Publicado en 2025.