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España: enganchada al fraude eléctrico

(Tiempo estimado: 6 - 11 minutos)
España, enganchada al fraude eléctrico

En la última década, el fraude eléctrico se ha consolidado y profesionalizado. Sin un marco legal y regulatorio efectivo, resulta difícil de combatir. Además, la normalización y permisividad de la sociedad, poco conocedora de que dicho coste se paga entre todos los usuarios, ha fomentado su expansión. Urge poner freno a una práctica que, además de ilegal, es muy peligrosa. Lo liviano de las penas (solo multas para el robo de electricidad) hace de nuestro país el paraíso europeo de las mafias del cultivo de marihuana. Estas mafias, sin fronteras hacia el resto de la UE, se ahorran aquí los costes eléctricos que, en el actual contexto, pasan a formar parte de nuestro recibo de la luz, “subvencionando” la marihuana destinada al consumo de países del norte de la UE. Es necesario poner en marcha una legislación adecuada para frenar esta epidemia cuanto antes.Las mafias del cultivo de marihuana se ahorran en España los costes eléctricos que, en el actual contexto, pasan a formar parte de nuestro recibo de la luz, “subvencionando” la marihuana destinada al consumo de países del norte de la UE. Es necesario poner en marcha una legislación adecuada para frenar esta epidemia cuanto antes

¿Cómo hemos llegado a esta situación? ¿Cómo se está persiguiendo? ¿Qué elementos impiden su erradicación definitiva? ¿Cuál es la solución? 

LA DIMENSIÓN DEL FRAUDE 

Resulta complicado calcular el dato global de la energía sustraída y el sobrecoste que representa, pues los datos de fraude vinculados a plantaciones de marihuana no son fáciles de extraer. Algunas compañías, como Endesa, creen necesario arrojar luz sobre un problema que considera “relevante para todos”.

Para José Antonio Franco, responsable de Recuperación de Energía de e-distribución, la filial de Redes de Endesa, “el crecimiento del fraude es continuo y la reincidencia bastante habitual. Además, este entorno de crisis económica y altos precios que se avecina es propicio para el incremento del fraude. Ya nos ha ocurrido en el pasado”.

Solo en 2021, desde Endesa detectaron más de 71.000 casos de fraude. Esto supone un incremento del 13% respecto a 2020 y dobla los cerca de 37.000 casos registrados en el año 2015. La energía recuperada en los fraudes detectados en 2021 rozó los 795 millones de kWh, lo que equivale al consumo de 240.000 hogares. De esa energía recuperada, un 20% (159 millones de kWh o el equivalente al consumo de 45.000 hogares) estaba vinculada con el cultivo de cannabis. El consumo eléctrico fraudulento de las plantaciones de marihuana se ha duplicado en España en los últimos cuatro años, ascendiendo a 1,5 TWh, el equivalente a la demanda de electricidad de Palma de Mallorca en un año

Aunque estas cifras corresponden únicamente a las zonas en las que e-distribución opera como empresa distribuidora y al fraude descubierto, se estima que el consumo eléctrico fraudulento de las plantaciones de marihuana se ha duplicado en España en los últimos cuatro años, ascendiendo a 1,5 TWh, el equivalente a la demanda de electricidad de Palma de Mallorca en un año.

Según UFD, la distribuidora eléctrica del grupo Naturgy, las conexiones fraudulentas a su red crecieron un 28% entre 2008 y 2013, tras la irrupción de la crisis económica; y, desde el inicio de la pandemia, en marzo de 2020, esta práctica ha aumentado un 7,5%. La repercusión del fraude eléctrico para Naturgy, solo en Galicia, representa más de 93 millones de euros al año, lo que supone una media de 55 euros anuales por cada cliente que sí cumple con sus obligaciones de pago de la energía que consume. Del mismo modo, representa más de 40 millones de euros al año para sus clientes en Castilla-La Mancha, o lo que es lo mismo, una media de 66 euros anuales por usuario. 

Por su parte, Iberdrola realizó en 2020 algo más de 304.000 inspecciones de fraude a nivel nacional e identificó cerca de 70.000, pudiendo recuperar más de 269.000 MWh.

La afección del fraude no es homogénea geográficamente a nivel nacional. Tal y como explica José Antonio Franco: “Nos consta, por informes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que el problema del fraude asociado a plantaciones de marihauna es bastante mayor en el territorio de distribución de Endesa”.  

CÓMO Y QUIÉN ROBA EN LA RED ELÉCTRICA 

182 enganche directo ilegalAlrededor del 55% de las infracciones proceden de enganches directos a la red sin contrato de suministro, es decir, conectando directamente a la red de baja tensión o a instalaciones particulares de usuarios. Sin contrato ni contador, no se mide la energía consumida, y por lo tanto tampoco se factura; pero el fraude lo pagamos todos.. 

Se dan también manipulaciones, bien en el equipo de medida (contador) de un consumidor con contrato de suministro, de modo que se modifica el registro de su consumo; o bien con doble acometida, mediante la manipulación de la instalación particular de enlace, lo que igualmente evita que la energía consumida a través de esta segunda derivación sea medida y facturada.

La mayor parte del volumen del fraude de fluido eléctrico es perpetrado por grandes consumidores, tanto domésticos, como viviendas en urbanizaciones privadas o casas unifamiliares independientes con alto consumo eléctrico, como por empresas industriales y de servicios, las cuales, a través de esta práctica ilegal, añaden una situación de competencia desleal respecto a las empresas que sí cumplen.

Además, proliferan las empresas que venden soluciones para reducir la factura eléctrica cuando, en realidad, lo que hacen son enganches ilegales a la red. “No es el usuario de la vivienda ni el dueño del negocio quien manipula el contador o comete el fraude directamente, sino que cada vez más nuestro departamento de ciberseguridad está pidiendo que se retiren anuncios, sobre todo en medios digitales, de empresas que ofrecen ahorro energético, y detrás del cual lo que hay realmente es un fraude”, aclara Franco. “Para nosotros, esa profesionalización de la ejecución del fraude es uno de los motivos de su expansión”.

Proliferan las empresas que venden soluciones de ahorro energético cuando, en realidad, lo que hacen son enganches ilegales a la red En contra del pensamiento generalizado, cálculos del Club Español de Energía demuestran que solo el 1% de los casos detectados por las compañías del sector se localizan en viviendas vulnerables. Desde Endesa recuerdan que, en los supuestos de extrema vulnerabilidad, herramientas como el bono social eléctrico pueden llegar a asumir el pago total de la factura; aunque, curiosamente, no se está optimizando el uso de este recurso y son muchos los hogares que, cumpliendo los requisitos para solicitarlo, no lo piden, en muchos casos por desconocimiento. Desde la compañía recuerdan que, con la última reforma aprobada por el Gobierno, los descuentos en la factura para los consumidores vulnerables aumentan del 60 al 65%, pasan del 70 al 80% para los vulnerables severos y llegan al 100% para los consumidores en riesgo de exclusión social y que se ha creado una nueva categoría de beneficiarios con descuentos de hasta el 40%.Solo el 1% de los casos detectados por las compañías del sector se localizan en viviendas vulnerables

Si bien no existe vinculación con la pobreza energética, hay estudios que reflejan una clara correlación entre ciertas variables socioeconómicas y las pérdidas no técnicas (aquellas que se originan por anormalidades en la facturación del consumo, como averías de contador, falta de lectura y facturación…, y por el fraude). “Cuanto menor es el desarrollo social y económico de una región, y cuanto mayores son los indicadores de delitos, existe una mayor propensión al fraude”.


SEGURO TE INTERESA: 


UN RIESGO PARA LA SEGURIDAD E INTEGRIDAD FÍSICA 

Cortes de luz, incendios, descargas eléctricas, electrocuciones e incluso la pérdida de vidas. Estas son algunas de las consecuencias de las conexiones irregulares al suministro eléctrico, que burlan todas las protecciones y normativas de seguridad obligatorias. 

Las noticias sobre siniestros ligados al fraude no paran de multiplicarse. En los últimos meses: decenas de personas evacuadas por incendios en cuartos de contadores en bloques de viviendas, hoteles, balnearios…; miles de enganches de luz (hasta 2.600 en la primera mitad de 2022 solo en Almería), sin olvidar el dramático incendio de 2019 en un edificio okupa de Badalona que se saldó con la muerte de tres personas y 19 heridos, debido al enganche ilegal en uno de los pisos.

A principios de octubre, la Policía Nacional desmantelaba en Granada siete plantaciones de marihuana localizadas en un bloque de viviendas. “El edificio, de diez plantas con cuatro viviendas por planta, estaba haciendo una demanda de energía equivalente a la de un hospital de Granada, pero en todo el bloque solo había un contrato de suministro. Esa sobrecarga no la soporta la red, provocando la interrupción de suministro a todos los vecinos que se alimentan del mismo centro de transformación. Aun así, se incrementó la potencia para intentar evitar que ese contrato sufriese apagones, pero no fue una buena opción, porque también se incrementó el fraude”, explica la responsable de Inspecciones de Andalucía y Extremadura de Endesa. 

182 desmantelamiento plantacion policia

Cada vez más organizaciones criminales eligen España como centro de operaciones para el narcotráfico de marihuana.

“Las plantaciones necesitan energía las 24 horas (para iluminación, extractores de olores y gases, para mantener la humedad y temperatura adecuadas). Según la legislación tiene que haber una serie de protecciones. La primera, lo que comúnmente llamamos los plomos, el típico cuadro de la luz de nuestra vivienda que evita que se queme la instalación ante cualquier manipulación, corte, fallo de electrodomésticos... Obviamente, esta protección está anulada en una vivienda donde se cultiva marihuana y no existe contrato, ni un boletín ni un instalador autorizado que vele porque todo esté correcto.

La siguiente protección que actuaría ante una manipulación sería el cuarto de contadores o la caja de protección y medida, donde hay otros fusibles que limitan el uso de energía; y que son eliminados cuando alguien pone una plantación. Al hacerlo, la sobrecarga que puede provocar la incidencia en la línea, al no estar actuando los plomos ni las protecciones del edificio ni de la vivienda, recae sobre la red de distribución, que viene del centro de transformación. Ese centro de transformación alimenta no solo un edificio sino varias viviendas, hasta un máximo de unos 400 clientes de media, aproximadamente. 

Cuando esas protecciones también se han anulado, acaban saltando las de nuestra red de distribución del centro de transformación, de modo que todos los vecinos que estén alimentados por ese transformador se quedan sin luz. Y por eso se dice, erróneamente, que Endesa ha cortado la luz. Muy al contrario, han actuado las protecciones, evitando que ni el cableado ni la instalación salgan ardiendo. Por este motivo, todos los vecinos tienen interrumpido el suministro”, explica esta fuente.

Cualquier siniestro en un edificio, motivado por una plantación de marihuana indoor, no está cubierto por el seguro. Es responsabilidad de todos los vecinos hacer que la instalación cumpla con la normativa, para recuperar el suministro

La situación se torna más dramática si consideramos que las plantaciones de marihuana de interior (indoor) no hacen más que aumentar, pues producen más cosechas al año, con el agravante de que cualquier siniestro motivado por ellas no está cubierto por el seguro. “Si en el edificio donde vivo hay un vecino que planta marihuana y eso provoca un incendio, al final también me toca a mí responsabilizarme de arreglar toda la instalación del edificio para poder recuperar el suministro. Cuando se descubre que el siniestro ha sido motivado por este tipo fraude, el seguro no lo cubre. Con frecuencia vemos titulares en medios, como: ‘Se ha quemado un cuarto de contadores en un edificio donde viven familias con niños y Endesa no les da luz’. En realidad, no podemos volver a dar suministro a ese edificio hasta que la instalación cumpla con la normativa. Y los responsables de esto son los propios vecinos. Por lo tanto, es algo que nos afecta y pone en peligro a todos”.


 Artículo publicado en Executive Excellence n182, octubre 2022.


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