Lecciones de management desde Brunelleschi: construyamos catedrales
En el corazón del Renacimiento italiano, en el esplendor del siglo XV, la ciudad de Florencia vivía un período de efervescencia cultural y económica. En este contexto, un hecho histórico excepcional marcó un hito que sigue guiando a los líderes empresariales en su búsqueda de la excelencia y la innovación. Esta hazaña arquitectónica, que en su momento desafió las convenciones y las limitaciones técnicas de la época, sigue siendo un faro de inspiración para los líderes empresariales modernos.
La Catedral de Santa María del Fiore, también conocida como el Duomo de Florencia, representaba una ambición monumental en el siglo XV. Su cúpula, una de las más grandes del mundo, planteaba un desafío aparentemente insuperable. Sin embargo, el arquitecto Filippo Brunelleschi destacó como un líder visionario que cambió la historia de la arquitectura y, por extensión, del liderazgo y la innovación en los negocios.
Brunelleschi no solo fue un arquitecto, sino un líder con una visión audaz. Su audacia al proponer una solución innovadora para la catedral, una cúpula de doble cascarón, en un momento en que las técnicas constructivas no habrían permitido una estructura de esa envergadura, muestra cómo la visión y la creatividad pueden impulsar avances significativos. Brunelleschi destacó como un líder visionario que cambió la historia de la arquitectura y, por extensión, del liderazgo y la innovación en los negociosEn el mundo empresarial contemporáneo, los líderes son aquellos que se atreven a cuestionar el statu quo, a pensar más allá de las limitaciones convencionales y a trazar un camino audaz hacia el futuro. Estamos ante la oportunidad de abrazar la innovación disruptiva y forjar nuevos caminos hacia el éxito empresarial. Del mismo modo que Brunelleschi arriesgó dentro de la ciencia de la arquitectura, el líder actual debe adoptar una mentalidad de start-up, generando estrategias innovadoras dentro de la organización y escalándolas a medida que estas generan resultados, o descartándolas pronto si no funcionan.
En este punto nos encontramos con un matrimonio indisoluble (como los del tiempo de Brunelleschi) conocido como Riesgo/Beneficio. Il Duomo di Firenze tenía el riesgo de caer, sin embargo, fue una obra maestra de la arquitectura de la que podemos extraer claves a tener en cuenta a la hora de asumir riesgos: estudiar con detalle el contexto y las opciones, evaluar sus coeficientes coste/beneficio, decidir y actuar con determinación.
Este arquitecto mantenía una máxima: la curiosidad como motor de innovación. Su sed de conocimiento lo llevó a estudiar una amplia gama de disciplinas, lo que le ayudó a ver el bosque sin pararse en cada árbol. Es decir, ver el conjunto y fomentar la curiosidad entre los equipos, promoviendo una mentalidad abierta hacia nuevas ideas y enfoques. Aprender de los fracasos favorece una mentalidad ganadora, por ello empoderar a los colaboradores, proporcionándoles la autonomía para tomar decisiones y experimentar en sus áreas de trabajo, fomentando la responsabilidad individual y la toma de decisiones ágil, crea un ecosistema donde una compañía pueda crecer con rapidez. El líder actual debe adoptar una mentalidad de start-up, generando estrategias innovadoras dentro de la organización y escalándolas a medida que estas generan resultados, o descartándolas pronto si no funcionanLa construcción de la cúpula del Duomo de Florencia estuvo plagada de obstáculos técnicos, financieros y políticos. Sin embargo, la resiliencia y la determinación de Brunelleschi nunca flaquearon. En el presente, la resiliencia es una habilidad esencial para superar obstáculos y mantener una visión a largo plazo. Los directivos que cosechan triunfos comprenden que el éxito sostenible a menudo requiere una visión a largo plazo y una inversión continua en la mejora.
La cúpula de Brunelleschi representó también un hito en la historia de la colaboración multidisciplinar. Involucró a matemáticos, ingenieros, artistas y artesanos, promoviendo la convergencia de diversas habilidades y conocimientos. Esta colaboración, centrada en la innovación, es otro elemento fundamental para el éxito actual. Las organizaciones que promueven la diversidad de pensamiento, la colaboración creativa y los equipos multidisciplinares lideran la vanguardia de la innovación. Al crear estos equipos interdisciplinarios que puedan desarrollar el proyecto en su totalidad, desde la idea hasta la implementación, se facilita la colaboración y la agilidad en la ejecución.La cúpula de Il Duomo di Firenze representó también un hito en la historia de la colaboración multidisciplinarSegún el carácter que se presume tenía Brunelleschi, es probable que mantuviese una comunicación clara y directa con sus empleados para garantizar la ejecución de su idea. En el mundo empresarial de hoy, los líderes que lo componen también deben mantener la comunicación abierta y transparente. Esto ayuda a evitar problemas de alineamiento (silos) que a menudo surgen en organizaciones con estructuras más rígidas y jerarquizadas.
Brunelleschi personifica el liderazgo visionario. Supo articular una visión audaz, movilizar recursos y comprometer a su equipo en la realización de esa visión. Su habilidad para inspirar y guiar a otros hacia un objetivo común es un rasgo primordial del liderazgo empresarial efectivo.
La cúpula de la Catedral de Santa María del Fiore se convirtió en un símbolo perdurable de innovación y excelencia. El legado de esta innovación resuena en las compañías exitosas que buscan crear productos, servicios y procesos que transformen las industrias y dejen una marca indeleble.
La alta dirección contemporánea debe combinar la visión de Brunelleschi con la agilidad para adaptarse a un entorno en constante transformación. Adaptarse a las circunstancias cambiantes y aprovechar las oportunidades emergentes es una verdadera fortaleza hoy en día. En el presente mundo empresarial, la capacidad de adaptación y la agilidad son esenciales para mantenerse competitivo. El legado de esta innovación resuena en las compañías exitosas que buscan crear productos, servicios y procesos que transformen las industrias y dejen una marca indeleble
Sin duda, estamos ante un momento de cambio, un momento que exige que las organizaciones sean proactivas en su enfoque para atraer talento, crecer y cultivar una cultura corporativa exitosa. Aquellas que puedan adaptarse a las demandas cambiantes del mercado y brindar un entorno de trabajo enriquecedor para sus empleados estarán mejor posicionadas para prosperar en un escenario cada vez más competitivo y dinámico.
Los empleados buscan empresas que valoren su bienestar, promuevan la diversidad y la inclusión, y ofrezcan oportunidades de desarrollo profesional. Las organizaciones deben esforzarse por construir culturas que fomenten la colaboración, la innovación y la ética empresarial.
En definitiva, la historia de la construcción de la cúpula del Duomo de Florencia nos ofrece lecciones valiosas sobre liderazgo empresarial e innovación. El liderazgo visionario, la resiliencia, la colaboración multidisciplinar y la capacidad de dejar un legado duradero son elementos cruciales que siguen inspirando a los máximos responsables de las compañías en su búsqueda de la excelencia y la innovación en el siglo XXI. Como Brunelleschi, los líderes modernos pueden mirar hacia el pasado para encontrar la inspiración necesaria para moldear un futuro empresarial brillante y lleno de posibilidades. El cambio es oportunidad, está en nuestras manos liderar para perdurar, liderar para prosperar.
Alejandro Pociña, presidente de Steelcase Iberia.
Artículo publicado en Executive Excellence nº187, octubre 2023.