Ambiciona una mentalidad de éxito
La mentalidad es el filtro a través del cual observamos el mundo. Determina cómo y con quién pasamos el tiempo, qué decisiones tomamos y dónde invertimos nuestros recursos. Así lo cree el emprendedor Peter Diamandis, quien considera que “pocos de nosotros nos tomamos el tiempo necesario para crearla, seleccionarla y afinarla, a pesar de ser el activo más importante de un emprendedor”.
Cualquier edad es buena para moldear la mentalidad. Diamandis confiesa que él mismo ha creado su mentalidad de abundancia en los últimos 10-15 años. También señala que, antes de elegir una, conviene comprender cómo funciona.
La mentalidad es el activo más importante de un emprendedor
Él se sirve de esta sencilla analogía para explicarlo: “Si has seguido los avances de la IA, sabrás que podemos entrenar las redes neuronales para que reconozcan imágenes. El reto de estas redes neuronales es que sólo son tan buenas como los datos que se les suministran. Por ejemplo, si le enseñas a las redes neuronales miles de fotos de gatos y luego les muestras la foto de un perro, el algoritmo te dirá que el perro es en realidad un gato. No sabe nada más. Pues bien, lo mismo sucede con nuestros cerebros, que son redes neuronales”.
Es decir, si constantemente alimentamos nuestro cerebro con perspectivas negativas, nuestra visión también lo será; pues no conocerá nada mejor.
El asunto se complica si tenemos en cuenta que los seres humanos procesamos los datos negativos más rápido y más exhaustivamente que los positivos, y los recordamos durante más tiempo. Es más, tendemos a concebir una visión excesivamente dramática del mundo, aunque los datos nos demuestren lo contrario, tal y como el médico y divulgador Hans Rosling se esforzó en desmentir durante toda su vida.
Si constantemente alimentamos nuestro cerebro con perspectivas negativas, nuestra visión también lo será; pues no conocerá nada mejor. La buena noticia es que es posible cambiar y entrenar nuestro cerebro
Esa preferencia del cerebro humano por lo negativo está asociada al instinto de supervivencia. Como explica Martin Lindstrom, experto en branding, “el miedo nace en nuestro cerebro, en una zona denominada amígdala, un órgano fascinante capaz imponerse a cualquier acto habitual y una de las razones de nuestra conducta irracional”.
Pero, como hemos visto, la buena noticia es que es posible entrenar la red neuronal, porque nuestro cerebro es un órgano increíblemente asociativo, capaz de reaprender.
¿Cómo entrenar tu red neuronal?
¿Qué conforma nuestra mentalidad? En opinión de Peter Diamandis, hay dos aspectos clave: las personas con las que pasamos el tiempo y los medios de comunicación que consumimos.
“Si no cuidas tu entorno de gente y te rodeas de personas cuyas conversaciones son derrotistas, limitantes, pesimistas y perdedoras, tu cerebro solo recibe inputs y genera outputs del mismo calado”, sostiene el escritor Francisco Alcaide.
Considerando que nuestra vida es una media de las cinco personas con las que más nos relacionamos, parece más que relevante seleccionar bien a nuestros compañeros de viaje.
“Si quieres estar en forma, sal con amigos que hagan ejercicio. Si quieres pensar a lo grande y aspirar a cambiar el mundo, sal con gente que tiene Moonshots y un Massively Transformative Purpose (MTP) o Propósito de Transformación Masivo”, apunta Diamandis.
De igual modo ocurre con las ideas. Las noticias y los medios de comunicación que consumimos son datos que permitimos que fluyan hacia nuestro cerebro. Las películas o documentales que vemos, los libros y blogs que leemos, las emisoras y podcast que escuchamos… Todos ellos refuerzan la mentalidad.
¿Qué mentalidad elegir?
Para el formador en liderazgo y motivación Francisco Alcaide, existen básicamente dos tipos de mentalidad: fija y de crecimiento. “La primera se basa en que usted es bueno o no para algo y punto. Es pensar que los demás son mejores (tienen estrella); la segunda, considera que a medida que suma conocimiento y experiencia en algo se vuelve mejor. Está en sus manos crecer”, determina Alcaide. Y, por cierto, “la gente ganadora está en el segundo grupo”.
Por su parte, Diamandis recomienda cuatro mentalidades, especialmente indicadas para los emprendedores durante esta era de crecimiento exponencial.
1) Mentalidad de abundancia: Tienes claridad, evidencia y convicción de que la tecnología está desmaterializando, desmonetizando y democratizando los productos y servicios, creando una abundancia creciente a escala global.
2) Mentalidad exponencial: Entiendes que la computación y las tecnologías derivadas (IA, RV, impresión 3D, etc.) están creciendo exponencialmente. Treinta duplicaciones conducen a una mejora de mil millones de veces que para el cerebro humano (lineal) resulta difícil comprender.
3) Mentalidad de longevidad: Te centras en maximizar una vida saludable, rastreando los avances biotecnológicos capaces de añadir 20 o 30 años de salud a tu existencia y haciendo que "los 100 años sean los nuevos 60".
4) Mentalidad Moonshot: Comprendes que la mayoría de la gente se centra en el crecimiento incremental (10%), pero tú buscas un crecimiento 10x Moonshot (1.000%). Buscas herramientas y técnicas que te permitan seleccionar e implementar tus Moonshots.
De cada uno depende cuál seleccionar y reforzar.
Beneficios de la mentalidad de abundancia
- Sabes que el mundo es cada vez más abundante, y esto te permite mantener una visión esperanzadora y comprometida con el futuro. En un mundo de escasez, el "pastel" es limitado. Si tu vecino se lleva un trozo, tú te llevas un trozo más pequeño; pero en uno de abundancia, en lugar de cortar el pastel en trozos cada vez más finos, creas más pasteles. Crear un mundo de abundancia no consiste en crear un mundo de lujo, sino de posibilidades.
- No te vienes abajo antes las oportunidades perdidas, porque entiendes que vives en un entorno de opciones cada vez mayores. El próximo año, habrá más oportunidades emocionantes, satisfactorias y rentables.
- No temes al futuro. Por el contrario, lo abrazas. Está entusiasmado por aprender todo lo posible para crear un futuro mejor.
- Ves a los competidores como colaboradores potenciales. ¿Por qué preocuparse innecesariamente por ellos cuando se puede crear otro pastel más grande? Centras tu tiempo, atención y recursos en perseguir Moonshots que son 10x (1.000%), en vez de luchar en las trincheras por mejoras del 10%.
- Reinventas tu negocio con un enfoque digital: desmaterializando, desmonetizando y democratizando constantemente los productos y servicios, poniéndolos a disposición de una base de clientes cada vez más amplia a un coste cada vez menor.
- Como líder, hablas de un futuro esperanzador y atractivo para inspirar y guiar a tus empleados y clientes. La gente quiere buenas noticias: optimismo basado en los datos (data-driven optimism), y no un goteo constante de palabras negativas.
Artículo publicado en septiembre de 2021.
Fuentes: Blog de Peter Diamandis / https://www.franciscoalcaide.com/
Imágenes: sippakorn yamkasikorn on Unsplash /Gerd Altmann en Pixabay