10 claves para una empresa (vida) con propósito
Una empresa existe para hacer mejor o más fácil la vida de la gente. Esa es su razón de ser. Cualquier empresa debe tener beneficios, pero los beneficios deben tener propósito o el final no es difícil de predecir.
Los grandes negocios siempre tienen un gran propósito detrás. Nombres como Elon Musk o Steve Jobs no se han movido por cuestiones crematísticas, sino por desafiar el statu quo para crear un mundo mejor, y como consecuencia de ello han sido recompensados. El primero, fundador de firmas como Space X o Tesla, decía: “Si te levantas por la mañana y piensas que el futuro va a ser mejor, es un gran día. De lo contrario no lo es. Un día de joven pensé: ¿cuáles son los problemas que afectan más al futuro de la humanidad? No pensé desde la perspectiva de: ¿cuál es la mejor manera de ganar dinero?”.
Cuando una empresa tiene un propósito grande y está alineada con ese propósito, todo son ventajas:
1. Renunciar no es una opción. Todas esas perso-nalidades que nos vienen a la cabeza como héroes de nuestra sociedad (Martin Luther King, Gandhi, Nelson Mandela…) eran personas normales y corrientes que tenían una visión elevada que trascendía su figura. Ese propósito grande al servicio de una causa colectiva por un mundo mejor les hizo soportar todo tipo de dificultades exteriores y encontrar todo tipo de recursos interiores para ganar su lucha. Cuanto más te remueva por dentro tu propósito y mayor sea su impacto en los demás, más fácil resulta aguantar las contrariedades de la vida.
2. La creatividad (inspiración) emerge de manera natural. Decía el maestro espiritual Paramahansa Yogananda: “Al sintonizar con lo infinito, circula por nosotros la inspiración, el poder creativo y la energía”. El sentido de la vida es una vida con sentido, y un propósito estimulante hace que la vida merezca la pena. La razón de existir es ser útil al mundo. Nadie estamos aquí por casualidad. Todos deberíamos hacernos esta pregunta: ¿Qué se perdería el mundo si yo no estuviera aquí? La grandeza de un líder −y de cualquier persona− se mide por su legado. Cuando lo que sientes y lo que haces están en sintonía por el bien común, la creatividad −para avanzar y sortear obstáculos− siempre aparece.
El sentido de la vida es una vida con sentido, y un propósito estimulante hace que la vida merezca la pena
3. El dinero (beneficio) es una consecuencia inevitable. Cuantas más vidas mejores, mejor te irá en la vida. El éxito consiste en tener vocación de servicio. Qué y cuánto das determina qué y cuánto recibes. El dinero es solo una consecuencia a un trabajo bien hecho, al valor que aportas. ¿Quieres ganar más? Aporta más valor y a más gente.
4. Compromiso con una visión a largo plazo. La falta de ética procede, a menudo, de querer mucho muy rápido. El afán de inmediatez y la dependencia del cortoplacismo nos empujan a coger atajos que nos llevan a encrucijadas comprometidas. Con un propósito atractivo entre manos siempre es más fácil poner en práctica la paciencia y la capacidad de espera. Sin valores uno acaba traicionándose y estrellándose.
5. Los miedos y dudas pierden fuerza. Viktor Frankl nos recordaba que “no hay nada que capacite tanto a una persona a sobreponerse a las dificultades externas y a las limitaciones internas como la consciencia de tener una tarea en la vida”. Nuestro deber es crear un propósito tan claro y estimulante que nuestros miedos y dudas se vuelvan irrelevantes y nuestras capacidades se estiren hasta límites insospechados. Con un propósito motivador, los miedos y dudas se encogen.
6. Es más fácil seducir y convencer. Cuanto más atractivo sea el propósito −más valor aporte y a más gente−, más fácil seducir a nuestro público objetivo. Cualquier venta, ya sea externa o interna, parte de un principio: para ser interesante, interésate por los demás. Al cliente no le importas tú, le importa él; no le importa tu negocio, sino lo que tu negocio puede hacer por él. Lo relevante no es lo que vendes, sino qué impacto tiene lo que vendes en la vida de la gente. Cuanto más fácil te resulte ponerte en el otro lado del mostrador, más fácil comunicar y vender.
Cuantas más vidas mejores, mejor te irá en la vida: qué y cuánto das determina qué y cuánto recibes
7. La atracción del talento cuesta menos. La selección de personal es el punto de partida de las empresas que triunfan. Sin embargo, el talento siempre tiene alternativas. La gente talentosa no necesita trabajar para ti, puede hacerlo en otros muchos sitios. Atraerás al mejor talento si puedes explicarles por qué tu propósito es único. La gente con talento busca hacer un trabajo insustituible y con gente especial. Si eres capaz de dárselo, ganas.
8. La ilusión nace con espontaneidad. Encontrar razones para ilusionarse es uno de los secretos de la felicidad, y la felicidad correlaciona positivamente con la productividad, el compañerismo, la excelencia y otros muchos factores. Con un propósito elevado, es más sencillo ilusionarse, un factor diferencial en cualquier ámbito: sin ilusión no hay energía, sin energía no ocurre nada. Si hay algo que exigirle a la gente es ilusión: una persona sin ilusión no vive, sobrevive; está presente de cuerpo, pero disecada de espíritu.
9. Integración más armónica de los stakeholders. Algo complicado en el mundo empresarial es mantener una actitud de equilibrio. Un directivo es un malabarista que maneja muchos platos (clientes, empleados, proveedores, accionistas, sociedad…) intentando que no se caiga ninguno. Satisfacer a unos y otros −a veces con intereses contrapuestos− resulta algo más sencillo cuando hay un propósito grande detrás que les une a todos ellos.
El éxito es una mezcla de pasión (disfrutar con lo que se hace) y contribución (impactar con nuestro trabajo en la vida de los demás)
10. Satisfacción personal mayor. El éxito es una mezcla de pasión (disfrutar con lo que se hace) y contribución (impactar con nuestro trabajo en la vida de los demás). Un propósito es siempre una finalidad que trasciende nuestra figura personal. Nunca estarás satisfecho del todo si solo te fijas en ti. Entrégate más y tu vida te llenará más. Como señalaba la Madre Teresa de Calcuta: “Si no se vive para los demás, la vida carece de sentido”.
Identificar un propósito y comprometerse con él otorga la confianza suficiente para hacer frente a todas las contrariedades que antes o después aparecerán, y seguro que no pocas. Y lo más importante, ayuda a fluir más y a ser más felices. Elon Musk, al que citamos de nuevo, lo tiene claro: “Mi motivación para todas mis empresas ha sido involucrarme en algo que pensé que tendría un impacto significativo en el mundo. Para mí nunca se trató de dinero, sino de resolver problemas para el futuro de la humanidad. Siempre quise ser parte de algo que cambiaría radicalmente el mundo”.
No es casual que uno de los bestsellers contemporáneos sea Empieza por el porqué de Simon Sinek. Las empresas que dejan huella y revolucionan los mercados tienen un porqué (propósito) cautivador que les mueve. Él mismo dice: “El tener un porqué cambia la visión de todo. Qué produces y cómo lo produces es solo una consecuencia de porqué lo haces”. La mayoría de empresas funciona al revés: primero se fijan en qué hacer; luego, en cómo hacerlo; finalmente −y si acaso− se preocupan por el porqué.
Francisco Alcaide Hernández, conferenciante, formador y coach en liderazgo y motivación. Autor del bestseller internacional Aprendiendo de los mejores (26ª edición).
Artículo publicado en Executive Excellence n178, enero 2022.