Javier Fdez. Aguado: “El estalinismo es una hidra de muchas cabezas”

Entrevista, biografía, libro de historia, de management o de política. Son múltiples los ángulos desde los que puede leerse el último libro de Javier Fernández Aguado. Así lo atestiguaron los ponentes invitados que acompañaron al autor durante la presentación de Entrevista a Stalin, celebrada el 21 de mayo de 2024 en el Consejo General de Economistas.

Hubo unanimidad en que Fernández Aguado había logrado, magistralmente, meterse en la mente de Stalin. En este sentido se expresó Marta Prieto, editora de la obra y directora editorial de Kolima: “Una vez más, Javier Fernández Aguado, a quien admiro sobre todo por ser un profundo humanista y un investigador incansable, pone en nuestras manos un grandísimo trabajo. En este caso, nos invita a profundizar en la psicología de uno de los grandes perversos y uno de los mayores sátrapas; y lo hace de una forma tremendamente audaz, en formato entrevista. El libro nos permite sumergirnos en un capítulo esencial de la historia del mundo”.

Josep Capell, CEO de CEINSA y prologuista de la obra, rubricó: “He llegado a estar inmerso en la conversación hasta el punto de que muchas de las justificaciones del pensamiento de Stalin me parecían tener un cierto sentido. Javier ha realizado un trabajo excepcional para dar a conocer problemas con una objetividad sublime que, a mi juicio, enriquece el libro. Estoy seguro de que esas respuestas las hubiera dado el propio Stalin”."Leer este libro es como hacer un tour por la existencia tormentosa de una persona, pero siempre justificando sus ideas. Esa labor intelectual realizada por Javier Fernández Aguado es espectacular". Josep Capell

Capell, quien confesó haberse sentido atraído por la lectura de Entrevista a Stalin desde el inicio, destacó tres bloques del libro: “El primero retrata la dureza de ese Stalin niño, procedente de una familia destructiva, pero a la vez muy formado y leído. Esa sección ofrece las bases de su origen, que parte de una Rusia zarista y que sirve para poner en contexto. Después, encontramos el Stalin de 22-25 años, un hombre comprometido, sin muchas actitudes pero con enorme poder, que al final comienza a tomar decisiones realmente duras, presuntamente por el bien del país, o por el bien del partido, como él expresa. Y acaba con un Stalin superado por las circunstancias, maquiavélico, que en sus últimos días es capaz de asesinar a más de cien médicos, porque, según señala, están conspirando en su contra. Leer este libro es como hacer un tour por la existencia tormentosa de una persona, pero siempre justificando sus ideas. Esa labor intelectual realizada por Javier Fernández Aguado es espectacular”.

Para el periodista Sergio Casquet, “Javier ha conseguido una verosimilitud gracias a que no ha tratado a Stalin como una caricatura, como un espantajo, que hubiera sido lo sencillo. A menudo se nos presenta la imagen de Stalin como un psicópata camuflado entre las sombras del Kremlin –lo cual tiene una parte de verdad, qué duda cabe– o como alguien disparatado que se dedica a matar a sus camaradas sin razón alguna. Los personajes históricos son complejos. Y sobre todo ahora, que ha pasado un tiempo, conviene analizarlos con objetividad”.

Casquet destacó cómo el autor ha proporcionado voz a Stalin para que este argumente las razones de sus actos: “Eso provoca un juego con el lector ciertamente inteligente, porque todos sabemos el monstruo que era Stalin. Conocemos al criminal de masas, pero es sugestivo conocer cómo lo justificaba”.

"Este es un texto en el que el lector debe sacar sus propias conclusiones. Es una investigación para buenos lectores, para deleitarse sin prisas. Quien habla es Stalin. No es un interrogatorio, ni una conversación contra él, sino Stalin ofreciendo sus tesis”. Sergio Casquet

Profundo conocedor de la vida del dictador soviético, Sergio Casquet trazó el perfil de un Stalin astuto, inteligente y, sobre todo, paciente y trabajador: “Poco a poco fue tejiendo en el partido comunista una tela de araña y fue colocando a sus cuadros para al final hacerse con el control y eliminar toda oposición (…). Stalin no era ningún incompetente, sabía bien lo que se hacía. Era racional y terrible. Todo eso está en el libro”. Por eso, concluyó, “este es un texto en el que el lector debe sacar sus propias conclusiones. Es una investigación para buenos lectores, para deleitarse sin prisas. Quien habla es Stalin. No es un interrogatorio, ni una conversación contra él, sino Stalin ofreciendo sus tesis”.

El periodista Sergio Casquet, el autor Javier Fernández Aguado y la editora Marta Prieto, en un momento de la presentación de "Entrevista a Stalin".

Marcelino Lominchar, historiador y director de Programas del IE, alabó un título que para él es “básicamente un libro de historia del que pueden extraerse muchísimos aprendizajes”. Tanto es así que reivindicó su utilidad como caso de estudio “de liderazgo, de estrategia, de implantación, de logística, de innovación; lo tiene absolutamente todo. Stalin cargó las tintas e hizo las cosas mal, pero si hubiera empleado sus habilidades para el bien, habría sido un líder, y ahora mismo estaríamos hablando de él de otro modo”.

También evocó la frase de Mark Twain de “la historia no se repite, pero rima”, para aludir a Iván IV de Rusia, conocido como Iván el Terrible. “A Stalin se le achaca la época del terror, pero aquel también ejecutó barbaridades similares. Terminó con la nobleza e instauró una nueva institución: los zares. Él fue el primer zar. Este tipo de actuaciones suele repetirse, con diferentes nombres”. "Uno de los grandes méritos de esta obra es combinar ejemplos, datos y relatos a partes iguales. Seguramente alguien podrá molestarse por el contenido, pero es irrefutable cuando esas tres variables se enlazan en una danza prácticamente perfecta". Marcelino Lominchar

Asimismo, alabó el esfuerzo y la habilidad de Fernández Aguado para combinar en el libro ejemplos, datos y relatos a partes iguales. “Ese es uno de los grandes méritos de esta obra de Javier, porque, cuando tienes una audiencia, habrá quienes esperen ejemplos, los que quieren datos y los que ansíen relatos. Este libro los conjuga a la perfección. Seguramente alguien podrá molestarse por el contenido, pero es irrefutable cuando esas tres variables se enlazan en una danza prácticamente perfecta”.

Una inquietud de años

El interés de Javier Fernández Aguado por la figura de Stalin viene de lejos. Recordó que quienes le conocen, saben “que en cada libro que afronto intento responder a alguna pregunta. En este caso, no entendía cómo un monstruo como Stalin puede ser utilizado como referencia en algunos países y por muchos franquiciados que le imitan”."No entendía cómo un monstruo como Stalin puede ser utilizado como referencia en algunos países y por muchos franquiciados que le imitan”. Javier Fernández Aguado

Para despejar la duda, además de cientos de lecturas, Aguado tomó contacto directo con la realidad comunista soviética. Comenzó a través de su participación como principal promotor, en los años 90 del siglo pasado, en la puesta en marcha de una escuela de negocios en Praga, que contó con el apoyo de Václav Havel, entonces presidente de Checoslovaquia. Prosiguió con sus múltiples viajes a Hungría, Eslovaquia, Eslovenia, Letonia, Estonia y a la propia Rusia, en los que mantuvo conversaciones con comunistas y ex comunistas. “Por otro lado –contó–, desde pequeño me interesó la literatura rusa y ya por 1973 empecé a leer a Tolstoi o a Dostoievsky, para luego dar el salto a otros autores más recientes, como Bukovski, Ribakov, Ginzburg, Voslensky o Berkman, que hablan de la Rusia comunista, en libros extraordinarios”.

Esa búsqueda de respuestas cristalizó antes en varios trabajos, uno de ellos ¡Camaradas! De Lenin a hoy, título publicado en 2017 en el que analizó la figura de numerosos activistas políticos y sociales que han tratado de promover en la práctica una sociedad comunista. Finalmente, llegó a Entrevista a Stalin, para profundizar en la interioridad y la lógica del dictador.

“En la historia, la medalla de oro de los asesinos en serie la tiene Mao Tse-Tung. La de plata es para Stalin y el tercero, medalla de bronce, es Hitler”.

Respuestas a la infamia

Más allá de precisar la cantidad de millones de asesinados por cada uno, para Fernández Aguado lo relevante es “entender por qué llegaron donde llegaron”. Al respecto, compartió la reflexión de un amigo venezolano, quien le contaba: “Para entender Venezuela, hay que comprender que todos nosotros, para alcanzar determinada cima, estamos dispuestos a traspasar alguna línea roja. A ver quién es el que no ha mentido, a ver quién es el que no ha dado un pequeño empujón para llegar a determinada posición, etc. Lo que sucede es que hay personas que no tienen ningún límite, y así es mucho más fácil para gobernar. Si no tienes ningún referente, si para ti no existe la moral, si lo único que ha de vencer es tu voluntad propia, entonces en el corto plazo triunfarás con más facilidad”. Aunque, añadió Javier, “por el camino destruyas a personas, organizaciones o países”.

“El estalinismo es una hidra de muchas cabezas”, afirmó. “Hay personas que creen que si hubiera ganado Trotsky las cosas hubieran sido diferentes, pero Trotsky era otro hijo del pensamiento marxista leninista, era un gemelo de Stalin.

En ocasiones se escucha que el marxismo ha sido mal implantado, y por eso merecería la pena volver a hacer un ensayo. ¡A nadie con sentido común se le ocurriría afirmar que el nazismo fue mal implementado y tenemos que volver a probarlo! Existe un gran paralelismo entre el nazismo y el comunismo, son manifestaciones de una hidra perversa que hunde su raíz en olvidar la antropología"."Existe un gran paralelismo entre el nazismo y el comunismo, son manifestaciones de una hidra perversa que hunde su raíz en olvidar la antropología". Javier Fernández Aguado

“La libertad forma parte de nuestra esencia y el comunismo y el nazismo parten del principio de que esta no existe. Por eso, el marxismo es el peor intento social que se ha hecho en la historia, porque reniega de la esencia del ser humano, de su libertad”.

Fernández Aguado recordó los años en los que viajaba mensualmente a Praga y cómo había personas que se lamentaban de que el comunismo hubiera caído. “Yo no lo entendía –confesó–, hasta que tuve conversaciones largas con muchas personas, también profesores universitarios, profundamente comunistas, que me revelaron que lo que no podían superar era la envidia. La libertad genera el que haya uno que corra más que otro, que se esfuerza más; y eso es algo que no todo el mundo puede soportar. Aguantaban vivir todos igual de mal, pero no que alguien pudiese vivir mejor gracias a su brega”.

Además de ser un modelo social, económico y político invivible, el autor subrayó la extrema iniquidad del marxismo: “No hay que olvidar que Lenin condenó a muerte sumariamente a más personas en seis meses que los zares en ochenta años. El zarismo era perverso, sin duda; el marxismo multiplicó por mucho esa perfidia”.

"El zarismo era perverso, sin duda; el marxismo multiplicó por mucho esa perfidia". Javier Fernández Aguado La gran cuestión entonces es: ¿por qué tiene éxito hoy en día? “Esto sería digno de estudiarse en algún programa de marketing –afirmó Fernández Aguado–, porque lo bueno que tiene el marxismo es la venta. Es cierto lo que denuncia y penoso lo que propone. Como se recoge al final del libro en uno de los anexos, se cumple en aquel país donde se implanta el comunismo lo que ironizaba Churchill: Si llegasen a gobernar el desierto, en pocos meses este se quedaría sin arena”.

Concluyó: “La vileza del comunismo es inherente al sistema, no depende de quienes lo apliquen. Aunque unos puedan ser peores que otros”.

Javier Fernández Aguado, autor de Entrevista a Stalin, con Marta Prieto, directora de editorial Kolima; Josep Capell, CEO de CEINSA y prologuista del libro; Sergio Casquet, periodista, y Marcelino Lominchar, historiador y director de Programas del IE, durante el acto de presentación de la obra.

Artículo publicado en mayo de 2024.