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Tres verdades y una fórmula para explicar la transformación digital, por David Rogers

(Tiempo estimado: 3 - 5 minutos)

Hace un año, me invitaron a hablar en Italia sobre The Digital Transformation Playbook, el libro sobre transformación digital que escribí en 2016, el primero acerca de este tema y que se ha convertido en un éxito de ventas. Antes de subir al escenario, mi anfitrión milanés me dio la bienvenida diciendo: "Estamos muy contentos de que David Rogers esté aquí para hablarnos de transformación digital; algo de lo que todo el mundo habla y que, sin embargo, es como una cartera vacía: todos la llevamos encima, pero nadie sabe bien lo que hay dentro".

Una breve definición

Ese día me di cuenta de la importancia de definir la "transformación digital" (o DX) antes de iniciar cualquier debate serio sobre ella. En mi último libro, The Digital Transformation Roadmap (2023), establezco una definición explícita de transformación digital: “Transformar un negocio establecido para prosperar en un mundo de constantes cambios digitales”.

Esta definición encierra tres verdades importantes:

En primer lugar, la DX tiene que ver con el negocio, no con la tecnología. Con demasiada frecuencia, los esfuerzos de DX se definen en relación a las tecnologías que se pretenden aprovechar (IA, blockchain, robótica, computación en nube, etc.). Por supuesto, la tecnología formará parte de la implementación de cualquier estrategia digital que se desarrolle, pero cualquier esfuerzo de DX debe enmarcarse en torno al negocio, los empleados y los clientes, no alrededor de una lista de tecnologías a adoptar.Cualquier esfuerzo de DX debe enmarcarse en torno al negocio, los empleados y los clientes

Segundo, la DX consiste en cambiar una organización existente, no en crear una start-up. La misión de una start-up es buscar un modelo de negocio rentable y luego crear una nueva organización para apoyar su crecimiento. Pero una empresa establecida ya tiene tanto un modelo de negocio como una organización, con empleados, clientes, productos, canales de distribución, socios y una cultura y forma de trabajar constituidas. Por tanto, la DX consiste fundamentalmente en cambiar una organización que ya está en movimiento. En física, la tendencia de un cuerpo en movimiento a seguir moviéndose en la misma dirección y a la misma velocidad se denomina inercia. Cuanto más grande es el cuerpo, más difícil es cambiar de rumbo. Lo mismo ocurre en la empresa, donde el mayor enemigo de la transformación es la inercia: la resistencia de la organización al cambio.La DX consiste en cambiar una organización existente, no en crear una start-up

Por último, la DX es un proceso continuo; no es un proyecto con fechas de inicio y fin. Esto se debe a que la revolución digital no puede vincularse a un único cambio (el nacimiento de Internet, el paso a la telefonía móvil, el auge de la Inteligencia Artificial Generativa) al que haya que adaptarse. La revolución digital es una aceleración continua del cambio impulsada por sucesivas olas de nuevas tecnologías, y seguirá reinventando los comportamientos de los clientes, los modelos de negocio y los sistemas económicos en el futuro. Así que, abróchese el cinturón para el viaje.La revolución digital es una aceleración continua del cambio impulsada por sucesivas olas de nuevas tecnologías, y seguirá reinventando los comportamientos de los clientes, los modelos de negocio y los sistemas económicos en el futuro

Una fórmula para la DX

Para los amantes de las matemáticas, en The Digital Transformation Roadmap establezco una fórmula para explicar la DX. La transformación digital requiere una combinación de estrategia digital y transformación organizativa. En pocas palabras:

DX = Estrategia D + X organizativa

La primera parte de esta ecuación debería resultarnos familiar. Llevo muchos años enseñando que DX significa replantearse la estrategia para la era digital en cinco ámbitos: clientes, competencia, datos, innovación y propuesta de valor. De hecho, en mi libro anterior introduje este marco de cinco dominios, además de un conjunto de principios y herramientas para ayudar a los directivos a superar sus "puntos estratégicos ciegos" basándose en un pensamiento pre-digital para cada dominio.Incluso cuando los líderes cambian su pensamiento estratégico anteponiendo los principios de lo digital, sus empresas siguen luchando con el cambio organizativo

Pero resulta que no es suficiente. En el tiempo transcurrido desde que escribí aquel título, he visto que incluso cuando los líderes cambian su pensamiento estratégico anteponiendo los principios de lo digital, sus empresas siguen luchando con el cambio organizativo.

Es algo tan corriente que se ha convertido en un tópico: la alta dirección expone la nueva estrategia digital, la visión de la transformación se explica de arriba abajo a todos los empleados y, sin embargo, pasan los meses y los años y el CEO se encuentra bloqueado y frustrado por la falta de avances significativos.

Este problema común me llevó a reorientar mi propio trabajo –asesorando a líderes, enseñando a ejecutivos e investigando– para centrarme en las barreras fundamentales que impiden el cambio organizativo en la DX y descubrir cómo cualquier empresa, independientemente de su edad, tamaño o sector, puede superarlas.Este problema común me llevó a reorientar mi propio trabajo para centrarme en las barreras fundamentales que impiden la transformación digital efectiva

En The Digital Transformation Roadmap, comparto una hoja de ruta de cinco pasos, cada uno de ellos relacionado con una de las barreras clave para la transformación digital efectiva (visión, prioridades, experimentación, gobernanza y capacidades), así como un conjunto de nuevos recursos para ayudar a los líderes a reconstruir sus organizaciones para un mundo de cambio digital continuo.