El futuro energético, una cuestión de país
El porvenir de la energía nuclear en los países de la UE dibuja un escenario fragmentado, con posiciones divergentes. Frente a los países que apuestan por eliminar su nuclear y promover el gas como la alternativa menos emisora, se alzan los que consideran que aquella sigue jugando un papel determinante. Liderando el bloque antinuclear se sitúa Alemania, que ha transitado de 22 centrales a tres, cuyo cierre está previsto para fin de 2022. Con ella se alinean Austria, Dinamarca y Grecia, que nunca han tenido centrales pero que han sido históricamente antinucleares. La dependencia del gas en este bloque de países es tremenda.
En el centro se posiciona un grupo más “moderado” y flexible, compuesto por España, Bélgica y Suecia, que están valorando cómo abordar la transición y el cierre de las centrales nucleares en el momento que su sistema energético se lo pueda permitir. Por último, el bloque de países de la esfera de la Unión Soviética (como Polonia, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Rumanía, Bulgaria y Hungría). Con alta dependencia del carbón, crecimientos económicos relevantes y sabedores de que para sustentar su sistema energético, y eléctrico en particular, requieren más reactores, son los mayores interesados en que la UE permita la utilización de la energía nuclear y solicitan ayudas para la construcción de nuevos reactores. A la cabeza de la nuclear en Europa se posiciona Francia, la gran generadora y suministradora de energía a Centroeuropa, que ha estado manteniendo su flota de 56 reactores y se encuentra en un proceso interno de desarrollo (pues más de 30 de esos 56 reactores supera los 40 años de vida útil). Recientemente, el presidente francés Macron anunciaba que su país seguirá adelante con el programa de EPRs y construirá seis nuevos reactores.
Cada país toma sus propias decisiones sobre política energética. Dónde y cómo obtener la energía necesaria para el futuro es decisión de cada uno
William D. Magwood, IV, director general de la NEA (Nuclear Energy Agency), nos guía en esta disparidad de posiciones frente a la energía nuclear.
F.F.S.: La política energética de Alemania parece difícil de entender, al igual que la de Bélgica o la de Austria y otras; son anti-nucleares, pero adquieren electricidad generada con energía nuclear. ¿Podría arrojar algo de luz sobre esto? ¿Están cambiando las políticas de estos países por la invasión de Ucrania?
DG MAGWOOD: Aún no hemos tenido noticias al respecto (finales de febrero), pero estamos a disposición de nuestros colegas alemanes para ayudarles con el análisis de las diferentes opciones que deseen considerar. La realidad es que cada país toma sus propias decisiones sobre política energética. Dónde y cómo obtener la energía necesaria para el futuro es decisión de cada uno. Para algunos, la energía nuclear es una parte importante de la solución, mientras que para otros no lo es. Son decisiones políticas y técnicas a la vez. No es cuestión de que esté de acuerdo o no.
Pero lo que sí considero primordial es que, cuando los países toman decisiones sobre su futuro energético, que estas decisiones sean fruto de un análisis cuidadoso, y no de lo que puede parecer una decisión política adecuada en un momento específico. Si creen que existe un camino para alcanzar cero emisiones sin utilizar energía nuclear, adelante; aunque nuestros análisis revelan que es tremen-damente difícil. Me parece de extrema importancia el que los países no asuman que las importaciones energéticas no solucionarán sus problemas, ya que no todos pueden ser importadores; alguien tiene que ser productor. Por eso en estas áreas, los análisis regionales adquieren tremenda relevancia. Una visión regional respecto de dónde viene la electricidad, quién la suministra y quién la consume, es fundamental en el esfuerzo de la reducción de emisiones.
Reactores nucleares en el mundo. Los 443 reactores en operación en un total de 35 países producen alrededor del 10% de la electricidad mundial. China es el país del mundo que más reactores construye. En la UE, 13 de los 27 estados miembros tienen centrales nucleares y casi un tercio de la electricidad consumida es de origen nuclear. Francia, con 56 reactores operativos, es el país de la UE con más unidades nucleares. Infografía © Foro de la Industria Nuclear Española. Datos a partir de Foro Nuclear e IAEA-PRIS (Power Reactor Information System).
Me parece de extrema importancia el hecho de que los países no asuman que las importaciones energéticas no solucionarán sus problemas, ya que no todos pueden ser importadores; alguien tiene que ser productor
F.F.S.: China encargó tres instalaciones nucleares a los tres principales países constructores (Francia, EE.UU. y Rusia). Ahora cuenta con el mayor programa nuclear con diferencia, con instalaciones que tienen similitudes con las tres. ¿Qué puede decirnos sobre este ambicioso programa?
DG MAGWOOD: Es impresionante. Llevo ya tiempo en este sector como para recordar los orígenes del programa de construcción nuclear chino. Yo era funcionario del gobierno americano por entonces, a principios de los 90, cuando vinieron a visitarnos. Básicamente nos preguntaron cómo se creaba un programa nuclear (qué se necesita, qué partes lo componen, qué se nos olvida…). Realmente estaban empezando desde cero y es impresionante ver lo lejos que han llegado. Hay que aplaudir lo que han conseguido en tan poco tiempo.
Como decía en su pregunta, han virtualmente importado todas las tecnologías que han podido. Tecnología CANDU canadiense, AP1000 americana, EPR francesa o VVER rusa. Con el conocimiento y las habilidades que han adquirido, han realizado sus propios diseños y han demostrado su capacidad para construir instalaciones nucleares de forma recurrente, sin tener que sufrir esa falta de práctica por haber dejado de construir durante mucho tiempo, tal y como mencionábamos al inicio de la entrevista.
Los chinos no solo tienen práctica en la construcción de centrales, sino que también tienen toda la cadena de suministros; y su capacidad para hacerlo en el coste planificado y en el tiempo programado es excelente
Los chinos no solo tienen práctica en la construcción de centrales, sino que también tienen toda la cadena de suministros; y su capacidad para hacerlo en el coste planificado y en el tiempo programado es excelente. Se puede contar con los dedos de una mano el número de países que hoy pueden hacer lo mismo. Quizás Corea, obviamente Rusia… Salvo estos, ningún otro ha estado construyendo centrales de forma continua. China ha demostrado que puede construir plantas nucleares con fiabilidad en su país. Ahora le queda demostrar si es capaz de hacerlo en el exterior.
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Imagen de apertura: La central nuclear rusa de Novovoronezh fue pionera al iniciar en 2017 el servicio comercial del primer VVER-1200 de Generación 3+. Fue la primera unidad post Fukushima en el mundo, con todos los requerimientos de medidas de seguridad pasiva surgidos tras el accidente. Actualmente, los diseños de reactores de Generación 4 cumplen requisitos de máxima sostenibilidad, fiabilidad y seguridad. Son por definición reactores subcríticos y permiten temperaturas de casi el doble que los de 3 por la mejora de la refrigeración, lo cual aumenta la eficiencia.
Entrevista con William D. Magwood, IV, director general de OECD Nuclear Energy Agency (NEA), publicada en Executive Excellence n179, marzo 2022.