La silla del poder: de Stalin a Lance Armstrong

_Por Igor González de Galdeano / Reflexiones a raíz del libro Entrevista a Stalin (Kolima, 2024)

Acabo de concluir la lectura del libro recientemente publicado Entrevista a Stalin (Kolima, 2024), de Javier Fernández Aguado, único autor español contemporáneo de management sobre el que se han escrito más de trescientos libros y ensayos analizando su pensamiento. En esa obra se nos proporciona la oportunidad de conocer la personalidad de Stalin, un paradigmático revolucionario comunista del siglo XX y segundo mayor asesino en serie de la historia.

Más allá de la ideología política y la forma terrible de llevarla a cabo, existen inevitables coincidencias entre líderes de muy diversas organizaciones que se aferran al poder mostrando un autoritarismo que les lleva a utilizar cualquier arma que les perpetúe. Con la ridícula excusa de que “lo hacen por el bien de los demás”, se mantienen impasibles, imposibles de destronar.

Los más aferrados al poder son los declaradamente dictadores, como Stalin o Fidel Castro, pero otros mandatarios, aparentemente lejos de la dictadura, también se mantienen en el candelero a cualquier precio. Achacan los errores a sus más cercanos colaboradores.Más allá de la ideología política y la forma terrible de llevarla a cabo, existen inevitables coincidencias entre líderes de muy diversas organizaciones que se aferran al poder 

Como recordaba el New York Times (24 noviembre 2017), la vida después de estar en el poder no es fácil para los autócratas. Eso complica que se retiren. Para evitar que se les procese, para mantener la riqueza que han obtenido mediante la corrupción personal o del hermano o la pareja muchos se aferran a su cargo.

Las personas que anhelan el poder se muestran inicialmente colaboradoras y muy activas. Casi serviles hacia la causa. Fieles a las personas que controlan, adulan las actuaciones de sus superiores, preparados para el asalto final.

Sus discursos son incluso creíbles, trasladan, en ocasiones, conceptos loables del management. Detrás hay un afán por controlar lo que les rodea, con una capacidad de manipulación extraordinaria, desarrollando un control férreo sobre sus leales. La desconfianza reina en sus entornos, creando un clima en el que todos son culpables mientras no se demuestre lo contrario. La manipulación es una de sus características.Las personas que anhelan el poder adulan las actuaciones de sus superiores, preparados para el asalto final

Javier Fernández Aguado, en su obra Entrevista a Stalin, desgrana a un Stalin que ejerció su poder en la antigua Unión Soviética, primero como secretario general del Comité Central del Partido Comunista entre 1922 y 1952, para en 1941 compaginarlo con la presidencia del Consejo de ministros de la Unión Soviética. Muestra a un personaje desafiante, astuto y fanático, que justificaba sus sanguinarias actuaciones, que van desde asesinatos, hambrunas, traiciones a torturas, como presuntos intereses del partido.

Stalin fue un fiel seguidor de los idearios de Lenin. Este había alcanzado por la fuerza la presidencia del Consejo de comisarios del pueblo, convirtiéndose en el primer y máximo dirigente de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Stalin fue asumiendo responsabilidad en el partido de la mano de Lenin, llegando a ser secretario general.

Lenin enfermó por sus excesos y por su entrega al partido en los años convulsos vividos en Rusia a finales del siglo XIX e inicios del XX. Un ictus el 25 de mayo de 1922, consecuencia del atentado con arma de fuego de meses antes, le dejó postrado sin capacidad de seguir gobernando. Se dedicaba a recibir a sus seguidores en casa, en presencia de su mujer, quien le ayudaba a comunicarse. Entre las personas de confianza se encontraba Stalin, quien forjó arteramente su camino hacia la cúspide. Su carácter desafiante y su arrogancia –como explica Fernández Aguado–, mostraban al verdadero Stalin.EEntre las personas de confianza de Lenin se encontraba Stalin, quien forjó arteramente su camino hacia la cúspide

Cuando Lenin se hallaba próximo al final de sus días, Stalin realizó una desafortunada llamada telefónica a la compañera oficial de Lenin, Nadia Krupskaya. Mostró la personalidad chusca, autoritaria y déspota del futuro mandatario de la URSS. Su comportamiento supuso un cisma entre Lenin y Stalin. Lenin ordenó a su pareja que escribiese una carta que obligaría a Stalin a pedir disculpas por su brutal charla. Más tarde escribiría el llamado testamento de Lenin, que fue entregado al Comité de Dirección y a los delegados del XIII Congreso del Partido. Ese texto aportaba apreciaciones sobre quienes lideraban el partido. El peor parado era Stalin, con la propuesta de que se le retirase de la Secretaría General.

Stalin simuló admitir inicialmente la reprimenda. Su capacidad de manipular y su poder eran tan colosales que nadie se atrevió a poner en duda su labor. Así llevo a Rusia a su peor versión, manteniéndose en lo más alto con el miedo y la violencia como herramientas. Supo mantenerse en la silla del poder hasta el final de sus días.

Su manipulación se explicitaba en sus mensajes: decía lo que había que hacer, pero nunca hacia lo que decía. Sus leales camaradas los mutaba en sus mayores enemigos, y cuando le venía en gana, los aniquilaba.Stalin supo mantenerse en la silla del poder hasta el final de sus días. Su manipulación se explicitaba en sus mensajes: decía lo que había que hacer, pero nunca hacia lo que decía 

En Entrevista a Stalin, Javier Fernández Aguado detalla la mente perversa y manipuladora del bárbaro georgiano: “Le daré un consejo: debe rodearse de personas que sean leales a usted y a la línea de la organización, de tal forma que ambas sean indistinguibles en el día a día. No significa que sean serviles, lo cual ni siquiera es deseable, pero sí que sepan hacia dónde van y en compañía de quiénes lo hacen, para lo cual es necesario trabajar con ellos estrechamente”.

‘Los ‘Stalin’ del ámbito deportivo

Si miramos en el deporte, numerosos dirigentes de instituciones deportivas se han aferrado también al cargo, ocupando una silla que, salvo que puedan acceder a una superior, no abandonan.Numerosos dirigentes de instituciones deportivas se han aferrado también al cargo, ocupando una silla que, salvo que puedan acceder a una superior, no abandonan

Ángel María Villar, tras ser futbolista profesional durante 10 temporadas en el Athletic Club de Bilbao (1971-1981), comenzó su andadura como asesor. Fue uno de los fundadores de la primera Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), sindicato del que llegó a ser vicepresidente. Ocupó el puesto de presidente de la Federación Vizcaína de Fútbol y perteneció a la junta de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) presidida por José Luis Roca. En 1988 alcanzó la presidencia de la Real Federación Española de Futbol, siendo reelegido en el cargo en seis ocasiones. Una silla que ocupó durante casi 30 años, y que solo abandonó para ocupar la vicepresidencia de la UEFA y de la FIFA en 2015 y 2016.

Ángel María Villar, en su afán por mostrarse generoso y con afán de trabajo en equipo, declaraba lo que se debía hacer, muy distante de lo que hacía: “No volvería a nombrar a algunas personas para determinados puestos. Pero dicho eso, quiero insistir en que tuve en todo momento un magnífico equipo humano de directivos y empleados que trabajaron con lealtad, con entusiasmo y acierto por el bien del fútbol español”.Durante su mandato, Ángel María Villar tuvo frentes abiertos con relación a su gestión, tanto en el funcionamiento y designación en el colectivo arbitral, en subvenciones e incluso en su actuación contra resoluciones del GobiernoDurante su mandato tuvo frentes abiertos con relación a su gestión, tanto en el funcionamiento y designación en el colectivo arbitral, en subvenciones e incluso en su actuación contra resoluciones del Gobierno español en materia de sucesión de cargos en Federaciones deportivas. En el declinar de su mandato, fue demandado por irregularidades económicas, graves deficiencias en el control de subvenciones que le llevaron a enfrentamientos con el Consejo Superior de Deportes.

Finalmente, el Caso Soule, una macrooperación judicial que se inició en 2016 en la que se ponía el foco en los tratos de favor que Villar hizo a dirigentes territoriales para garantizarse su continuidad. Esta acusación le llevaría a la cárcel.

Otro caso paradigmático proviene del ciclismo. El holandés Hein Verbrugen alcanzó la presidencia del mayor organismo del ciclismo en 1991, la Unión Ciclista Internacional. Perteneció al comité del ciclismo profesional, pasando a formar parte de la junta de la Federación Internacional de Ciclismo Profesional, donde llegó a vicepresidente para años más tarde encaramarse en la presidencia (1984).

En 1991 alcanzaría la presidencia de la Unión ciclista Internacional. Mantuvo una pugna con la organización del Tour de Francia por el control del ciclismo. Fue reelegido presidente durante 14 años, de 1991 a 2005. Uno de sus logros fue conseguir que el ciclismo participara en los Juegos Olímpicos a partir de 1996 y crear la liga Protour del ciclismo, hoy conocida como World Tour.Diversas instituciones demandaron a la UCI y a Verbruggen por no luchar contra el dopaje y dar vía libre a los tramposos. Todos los casos fueron ganados por él

En ocasiones mostró su intención de abandonar el cargo de presidente de la UCI tras ser reelegido. El Diario deportivo AS (2001) trasladaba que: “El mandato contará con una duración de cuatro años, aunque Hein Verbruggen apuntó en alguna ocasión su intención de no agotarlo”.

Fue asumiendo cargos, llegando a ser miembro del COI. Su capacidad de acaparar cargos era sorprendente. Mientras era presidente de la UCI, dirigía la FICP para profesionales y la FICA, para amateurs.

El dopaje fue uno de los mayores escándalos a los que tuvo que enfrentarse. Fueron años convulsos. Diversas instituciones demandaron a la UCI y a Verbruggen por no luchar contra el dopaje y dar vía libre a los tramposos. Todos los casos fueron ganados por Verbruggen. Fue acusado por el presidente del COI, Dick Pound. Sin embargo, Dick tuvo que retractarse.Verbruggen sigue bajo la sospecha de favorecer a Lance Armstrong tras el escándalo de dopaje del texano

Verbruggen sigue bajo la sospecha de favorecer a Lance Armstrong tras el escándalo de dopaje del texano. Sobornos y corrupción siguen persiguiendo la honorabilidad de Verbruggen. Afirmaba en el Diario Telegraph (2013) que “las acusaciones que Lance vierte sobre mí son falsas. No tendría ningún problema en declarar y cooperar ante una comisión independiente de la UCI, porque yo no tengo nada que ocultar".

Acalló cualquier ataque. El rotativo Daily Mail trasladó en relación a Lance Armstrong (2013) que la UCI conocía su trama de dopaje y ocultaba sus positivos. Por ejemplo, en el Tour de 1999 por esteroides, la UCI, presidida por el holandés Hein Verbrugge, ocultó información, "porque un año después del escándalo del Festina aquello sería un golpe mortal para el ciclismo".

Una situación parecida sucede con el deportista Lance Armstrong, ganador y más tarde desposeído de 7 Tours. Todo era engaño, podredumbre y manipulación. Como explico en mi libro Pedaleando hacia el éxito (Kolima, 2022), un hombre que partió de una enfermedad que casi le lleva a la muerte, tras su recuperación regresó en busca del sueño americano. Su prepotencia y doblez aplicaron el principio marxista: “El fin justifica los medios”.

Volvió al ciclismo como un héroe, tras superar el cáncer. Su nivel deportivo era increíble y cosechó éxitos en lo más alto. Surgió el héroe americano. Los que conocían lo que había detrás del escenario, en el camerino, no se pronunciaban. Estaban amenazados.

El campeonísimo, Greg Lemond, ganador de tres Tours de Francia, acusó de dopaje a Lance. Afirmaba en 2014 que “a través de los donativos de Lance Armstrong a la UCI, tiene prácticamente controlado el ciclismo actual con prácticas propias de la mafia”. Quedó en nada. Todo aquel que osase desprestigiar a Lance era intimado. Su poder se extendía a la misma velocidad que su fortuna y su ansia de fama.El prestigio de Armstrong por superar la enfermedad y crear una Fundación que recaudaba grandes cantidades de dinero para la lucha del cáncer le generaron la fuerza para sentirse por encima del bien y del mal

Su prestigio por superar la enfermedad y crear una Fundación que recaudaba grandes cantidades de dinero para la lucha del cáncer le generaron la fuerza para sentirse por encima del bien y del mal. Afirmaba el italiano Simeoni: "Armstrong me dijo 'has cometido un gran error, no deberías haber testificado contra el doctor Ferrari y especialmente demandarme a mí por difamación. No tengo problemas, tengo tiempo, dinero y puedo destruirte cuando yo quiera'”.

Desafortunadamente, siguen existiendo hoy en día líderes autoritarios. No hace falta irse a la Venezuela de Maduro o a la Rusia de Putin. Muchos más sufrimos personajes siniestros que se proclaman demócratas, pero se perpetúan en el poder, utilizando todas las armas que tienen en su mano para no abandonar, por el enriquecimiento personal y de las personas más cercanas.Hemos de impulsar un liderazgo responsable, que inspire y haga crecer al equipo. Un líder que escuche, que tome decisiones por el bien de la organización y por el bienestar de las personas

Hemos de impulsar un liderazgo responsable, que inspire y haga crecer al equipo. Un líder que escuche, que tome decisiones por el bien de la organización y por el bienestar de las personas. En definitiva, que cuando se vaya, la organización esté en mejor lugar que cuando llegó. Impulsados por Marta Prieto Asirón, los miembros de www.protagonistas.org pedaleamos en esa dirección. Las investigaciones de Javier Fernández Aguado nos inspiran.

Igor González de Galdeano, ex ciclista profesional y CEO de Kirolife. Cuenta con una licenciatura en Ciencias de la Educación y del Deporte y una sólida formación en management bajo la mentoría de Javier Fernández Aguado.

Imagen de apertura: © Freepik.

Artículo publicado en 2024.