Las implicaciones empresariales de la IA generativa
Primeras ideas del BIG.AI@MIT Conference_
¿Cambiará la IA generativa las reglas del juego por completo? Esa es la cuestión central de la preocupación por la pérdida de puestos de trabajo, los sesgos algorítmicos, los dilemas éticos y muchas otras cuestiones. También es la pregunta que se plantean los líderes empresariales.
Pocos directivos dudan del poder transformador de la IA, pero ¿se trata simplemente de la siguiente de una serie de innovaciones disruptivas o de un nuevo paradigma? ¿Siguen siendo válidos los marcos, herramientas y teorías de estrategia e innovación? ¿Se necesita un nuevo liderazgo de pensamiento para dar sentido y navegar a través del punto de inflexión de la IA? ¿Qué pueden hacer las organizaciones para adaptarse a un futuro dominado por la IA?
Thinkers50, junto con la Initiative on the Digital Economy (IDE) del MIT y Accenture, reunieron en Boston a algunas de las mentes más brillantes del liderazgo intelectual en IA. Investigadores y profesionales de talla mundial debatieron sobre el futuro de las empresas en un mundo de IA generativa, compartiendo información valiosa sobre dónde se está aplicando en la actualidad, hacia dónde se dirige la tecnología en el futuro o cómo superar los obstáculos y sortear los problemas para que cada organización pueda aplicar las estrategias más impactantes. En definitiva: ¿qué pueden hacer las organizaciones para adaptarse a un futuro dominado por la IA?
La sombra de la IA es alargada
Según el profesor de Tuck School of Business en Dartmouth College, Scott D. Anthony, “cualquier disrupción proyecta una sombra, y es algo que también podemos ver con la IA hoy en día”.
Reconocido internacionalmente por su autoridad en la gestión del cambio disruptivo, Scott sostiene que “sin duda habrá grandes ganancias en productividad, pero también industrias enteras que serán trastocadas. Industrias relacionadas con la diseminación y síntesis del conocimiento, como la consultoría, la contabilidad, los servicios legales y la educación, serán transformadas. Industrias de creatividad de bajo nivel (si somos amables) o ‘vendedores de humo’ (si somos menos amables), como las agencias de publicidad, se verán seriamente afectadas”.
Asimismo, percibe esta sombra a nivel humano: “Este año impartí un curso en Tuck llamado ‘Gen AI and Consultative Decision-Making’. La mitad de nuestros graduados, personas de veintitantos años, acaban en consultoría, así que este curso fue una oportunidad para que en un entorno seguro, como es una clase en la que aprobar o reprobar esta tecnología, pudieran experimentar. Me sorprendió que, después de la clase, muchos estudiantes mencionaron que la experiencia les había ayudado a superar el miedo que sentían hacia la IA generativa. Es decir, para algunas personas, la IA generativa proyecta este tipo de sombra. ¿Por qué? Porque a los humanos nos gusta y aceptamos un cambio que es positivo para nosotros. Pero cuando un cambio te obliga a desaprender y reaprender, naturalmente surge una resistencia. Y si ese cambio parece amenazar tu sentido de identidad o tu rol, puede ser aún más difícil de aceptar”. Cuando un cambio te obliga a desaprender y reaprender, naturalmente surge una resistencia. Y si ese cambio parece amenazar tu sentido de identidad o tu rol, puede ser aún más difícil de aceptar
Actualmente, el profesor está trabajando en su próximo un libro sobre la historia de la innovación disruptiva, desde la pólvora hasta los tiempos modernos. “¿Estamos ante algo tan importante como lo fue la pólvora?”, le preguntó Des Dearlove, cofundador de Thinkers50.
“Francis Bacon escribió en la década de 1620 que la pólvora es una tecnología que marca un antes y un después. En 1453, la caída de Constantinopla realmente representó ese momento en el que se puede decir: ‘Antes era así, después fue distinto’. La imprenta hizo lo mismo: hay un antes y un después. Y sí, la IA generativa es algo de ese calibre –afirmó Scott–. Aún está por definirse cómo se verá ese cambio exactamente, pero creo que hay muy pocas dudas de que esta tecnología representa un cambio de paradigma (en el sentido que dio Clayton Christensen a un cambio de paradigma que modifica la base de la competencia de maneras que dificultan que las empresas establecidas respondan de forma natural) que tendrá un impacto disruptivo en múltiples industrias y sectores. Ahora bien, como con cualquier innovación, el impacto real depende de muchos factores: de la industria, del rol, de otros contextos”.
Transformar en positivo
En palabras de H. James Wilson, director general global de Investigación Tecnológica y Liderazgo Intelectual de Accenture, “la IA generativa tiene el potencial de transformar alrededor del 44% de todo el trabajo realizado en la economía estadounidense. Si profundizamos en funciones como recursos humanos, marketing o finanzas, ese porcentaje sube mucho más: entre el 70% y el 80% del trabajo en esas áreas se verá impactado de manera significativa”.La IA generativa tiene el potencial de transformar alrededor del 44% de todo el trabajo realizado en la economía estadounidense. Si profundizamos en funciones como recursos humanos, marketing o finanzas, ese porcentaje sube mucho más: entre el 70% y el 80% del trabajo
Wilson aseguró que la intención en la gestión y el liderazgo pueden influir mucho en lo que suceda en los próximos dos a cinco años, sobre todo en el propósito de hacer que humanos y máquinas se integren, de manera positiva y productiva, en el lugar de trabajo. “Se trata de que los humanos complementen a las máquinas, y estas, a su vez, potencien la productividad y la creatividad humanas. Ese es un punto de partida crucial”, declaró, para a continuación advertir de la confusión y falta de claridad que percibe entre los directivos a la hora de abordar un enfoque activo para que esa integración ocurra. Con el fin de arrojar luz en este asunto, enumeró algunos principios clave y acciones concretas para esa transformación en positivo:
“Reimaginar los procesos empresariales: Existe una reacción instintiva a asociar IA con automatización. Ese 44%, mencionado no significa que el 44% de los trabajos pueden ser automatizados. No estamos hablando de eso. El punto de partida real para los ejecutivos debería ser: ‘¿Cómo puedo rediseñar e innovar los procesos empresariales para que la colaboración entre humanos y máquinas cree una inteligencia colaborativa?’.
Fomentar la experimentación: Muchas empresas comienzan a expermientar pero se detienen en la etapa piloto. Es necesario enfocarse en encontrar lo que funciona, implementarlo en sistemas productivos y escalar esas iniciativas a nivel empresarial. Ahora mismo, solo el 10% de las empresas logran pasar de los experimentos a la escala. El punto de partida real para los ejecutivos debería ser: ‘¿Cómo puedo rediseñar e innovar los procesos empresariales para que la colaboración entre humanos y máquinas cree una inteligencia colaborativa?’
Liderazgo responsable: Hacer que los sistemas de IA sean justos, seguros, explicables y transparentes en entornos laborales, en el trato con los clientes y en la sociedad es crucial. Según nuestras investigaciones, el 98% de los ejecutivos valoran una buena gestión de riesgos, pero solo el 2% de las empresas que adoptan la IA generativa priorizan la IA responsable.
Fortalecer el núcleo digital: Se habla mucho de los algoritmos y los tamaños de los modelos, pero se presta poca atención a los datos que necesita una empresa para alimentar esos grandes modelos, a la computación en la nube necesaria para implementar la IA generativa o a las prácticas de seguridad. Modernizar el núcleo digital es crítico.
Comprometerse con la capacitación: Vemos ansiedad, pero también interés entre los trabajadores por usar la IA generativa. Sin embargo, solo alrededor del 5% cree que su empresa hará lo correcto para invertir en sus habilidades. No solo consideran que no invertirán mucho, sino que tampoco cambiarán el trabajo de una manera realmente reflexiva que les permita emplear estos sistemas para mejorar su experiencia laboral y el desempeño de la empresa”.
Casos de uso en contextos específicos
Parte del trabajo de la profesora de Columbia Business School Rita McGrath se ha centrado en los puntos de inflexión estratégicos (definidos como momentos que traen consigo un cambio de al menos diez veces, 10X, en cualquier dimensión, ya sea en velocidad, coste, comodidad o eficiencia). En su opinión, no hay duda de que “estamos en uno de esos momentos con la IA generativa”. Aunque, en realidad, “llevamos 70 años trabajando en esto”. Y es que no siempre es fácil identificar esos puntos, pues “pueden parecer súbitos pero generalmente son la culminación de muchas tendencias menos percibidas”.
En opinión de la estratega, experta en liderar la innovación y el crecimiento en tiempos de incertidumbre, “apenas estamos comenzando a ver los potenciales de esta nueva tecnología y, al igual que el vuelo de los hermanos Wright –otro punto de inflexión que no fue reconocido hasta cinco años después de su hazaña–, creo que va a cambiar la forma en que los seres humanos y el entorno interactúan”.
Lo mismo que Scott, defiende la especificidad a la hora de hablar de IA, pues no puede hacerse de forma aislada, “como se habla de Internet o de electricidad”. Para ambos, lo realmente importante son los contextos concretos. “El valor dependerá en gran medida de casos de uso específicos, y todavía estamos en las primeras etapas de determinar cuáles son”, añadió, para pasar a relatar “tres lugares donde la IA ya está marcando una gran diferencia.Estamos en el umbral de un punto de inflexión y ahora queda por resolver cómo asegurarnos de que estas tecnologías sean justas, estén bien gobernadas y no se conviertan en armas de desinformación masiva
El primero es Kraft Heinz, un fabricante de marcas queridas. Pasaron por un periodo muy difícil en los años 90 y fueron adquiridos por una firma de capital privado con el modus operandi típico: ‘Elijamos una empresa grande, lenta y perezosa, eliminemos todos los costes y...’. Escribieron una depreciación de $15 mil millones en sus marcas Kraft y Oscar Mayer en un solo trimestre sin advertir a sus inversores. No fue una buena imagen. Más tarde se recuperaron y ahora han vuelto a decir: ‘Bueno, tal vez la innovación sí importe’. Una de las cosas en las que realmente han profundizado es en el uso de IA en algunas de sus operaciones centrales, específicamente en su cadena de suministro.
Han creado un gemelo digital completo en un 80% de toda su cadena de suministro, lo que les permite simular todos los posibles escenarios en tiempo real mucho más rápido de lo que cualquier ser humano podría hacerlo. Esto ya está en uso y permite ajustar continuamente su cadena de suministro, algo que nunca antes había sido posible.
Un segundo caso son los ensayos clínicos simulados en investigaciones avanzadas contra el cáncer. En los métodos tradicionales, la población de prueba se divide entre quienes reciben un placebo y quienes reciben el medicamento, lo cual, en casos graves, es devastador. Con la IA, ahora pueden crear simulaciones para predecir qué pasaría sin el medicamento y ofrecerlo a toda la población objetivo. El tercer ejemplo es el análisis de datos masivos en medicina, que permite encontrar patrones poblacionales profundos, antes imposibles de analizar.
Creo que estamos en una etapa de 'gradualmente, y luego de repente', como decía Ernest Hemingway sobre la bancarrota en una de sus novelas. Estamos en el umbral de un punto de inflexión y ahora queda por resolver cómo asegurarnos de que estas tecnologías sean justas, estén bien gobernadas y no se conviertan en armas de desinformación masiva".
De izda. a dcha.: Des Dearlove, cofundador de Thinkers50; Scott Anthony, H. James Wilson y Rita McGrath.
Durante toda la jornada BIG.AI@MIT 2024, fueron varios los expertos, casos prácticos y cuestiones sin resolver y en conflicto en torno a la IA. Mientras que el profesor de Dartmouth prevé "una democratización de la tecnología”, Andrew McAfee, codirector del IDE del MIT, considera probable que la IA agrande el ya enorme “abismo competitivo” que separa a las empresas altamente técnicas (empresas geek) de las demás. “No hemos visto el final de esta historia”, aseveró. “El mundo será más rápido, pero también más incierto”.
Próximamente, más de este encuentro...
Fotos © @Thinkers50
Artículo publicado en 2024.