Ruth Gotian: aprender del éxito
¿Qué caracteriza a los triunfadores? ¿Qué tienen en común? ¿Existe un factor de éxito? Todas estas incógnitas fueron desveladas por Ruth Gotian, Chief Learning Officer y profesora adjunta de Educación en Anestesiología en Weill Cornell Medicine, durante el encuentro “Thinkers50@BUQuestrom: Passion & Purpose”. Ella fue una de los 14 pensadores del mundo de la gestión que la escuela de negocios Questrom de la Universidad de Boston y Thinkers50, plataforma que le otorgó el premio Radar en 2021, convocaron para averiguar qué es aquello que impulsa su trabajo.
Salirse de la media
“Si Amy Edmonson acaba de publicar un libro sobre el fracaso, mi investigación es la otra cara de esa moneda: éxito, y éxito extremo. Crecí en NY, en lo que se denomina “the Boogie Down Bronx” y cogía el metro con frecuencia para ir a Manhattan, donde estaba la gente cool. Sentada, a lo largo de las paradas, observaba a las personas. En la parada de la Universidad de Columbia podía ver a todos esos profesores montarse en el vagón y observaba los gestos comunes que les identificaban, las chaquetas con coderas…; al llegar al centro de la ciudad, aparecían esos tipos corporativos con sus trajes a medida oscuros y con rayas. Más adelante, en el distrito de los teatros, veía a los actores o bailarines con sus perfectas posturas y siempre me preguntaba cómo habían llegado hasta allí, a quién conocían que yo desconocía y, más importante aún, qué era lo que sabían, y que yo aún no conseguía averiguar.
No creo que nos despertemos a la vida deseando ser mediocres, pero la mayoría de las señales que nos llegan indican que hemos de tener como objetivo la medianía. ¿Cuántas veces utilizamos la palabra “benchmark” o base de referencia, estándar de industria o nota media? Todas estas palabras nos incitan a tener como objetivo la medianía. Incluso las valoraciones que recibimos en el trabajo se determinan respecto de si estamos por encima o por debajo de la media. La media puede estar bien, pero yo creo que hay personas que quieren ser más. La medianía no les satisface.
Durante años, muchos años, he estado obsesionada con el éxito. Incluso mi doctorado trataba ese tema. Me di cuenta de que la mayoría de las personas se dedicaban a intentar alcanzar el éxito de forma errónea. ¿Cuántos han intentado eso de levantarse a las cinco de la madrugada o leer dos horas todos los días? Estas son acciones aleatorias que, como la mayoría de las dietas, no funcionan, porque son los hábitos de otros. No podemos hacer copy-paste de los hábitos de otros e incorporarlos a nuestras vidas. Probando estas acciones aleatorias no avanzamos; más aún, se crea lo que vengo a denominar el “frozen middle”: personas que tienen un buen desempeño laboral pero, aunque su objetivo es estar en primera división, todavía no están listas. Décadas de investigación me han enseñado que lo que motiva a un Nobel como a un patinador olímpico sobre hielo es hacer las cosas bien. Esa es su pasión y su propósito
He sido estudiante y alcanzado varias licenciaturas; he pasado años en clase e investigando; décadas de investigación me han enseñado a entender que un laureado con el Nobel es como un increíble patinador olímpico sobre hielo de éxito. Habiendo llegado a esta conclusión, lo siguiente es pensar que el éxito se puede aprender.
Una cuestión de actitud mental
Tras haber pasado, y pagado, miles de horas en clases, nunca recibí una sola sobre cómo aprender a tener éxito; y eso es lo que voy a hacer a continuación. Ya se trate del Hall of Fame de los deportes o de la lista de los mejores de la NASA, quienes destacan comparten cuatro actitudes mentales.
En primer lugar, les apasiona lo que hacen. Después de haber entrevistado a campeones olímpicos, una de mis últimas peticiones es si pueden enseñarme su medalla. Me dicen que está en una caja, en la caja fuerte, en un cajón en otro cuarto, o como me dijo el deportista de unas olimpiadas de invierno: “Está junto con más medallas en una bolsa de papel marrón en el cajón de los calcetines”. Me pareció raro porque, si yo hubiese ganado una medalla olímpica, ¡la llevaría puesta hasta en la ducha! Lo que también me dijeron es que… nunca se trata de la medalla; la medalla es solo un capítulo de sus historias.
También he entrevistado a muchos premios Nobel y no conozco a uno solo que dejase de ejercer su carrera de investigador o estudioso tras haberlo ganado. De hecho, utilizaron el premio como plataforma de lanzamiento. Me decían que lo habrían hecho gratis y que lo que les motivaba era el reto de hacer las cosas bien. Esa es su pasión y su propósito; eso es lo que les mantiene despiertos por la noche y lo que les hace levantarse de la cama cada mañana.
El segundo punto en común es la ética de trabajo. El empuje, la resiliencia, la resistencia y todos esos términos atractivos son parte, pero la realidad es cómo uno se enfrenta a un desafío. La doctora Peggy Whitson es una bioquímica que trabajó en la NASA. Soñaba con llegar a ser astronauta. Aplicó y la rechazaron. Volvió a intentarlo con los mismos resultados, y de nuevo aplicó por tercera vez… ¿Quién se presenta tres veces para el mismo trabajo? ¡Ella estuvo haciéndolo una década antes de ser aceptada! Y su carrera no estuvo mal, ya que consiguió ser la primera mujer comandante de la Estación Espacial Internacional. Y lo fue dos veces. Pasó más tiempo en el espacio que ningún otro astronauta americano. Esa mujer que tuvo que aplicar para ser astronauta durante una década terminó siendo la chief astronaut de la NASA. No es cuestión de si, sino de cómo. Nunca cuestionó si sería astronauta. En vez de hacer eso, se focalizó en cómo; en qué estrategia no había probado aún. Y, según estas palabras de Amy Edmondson –que yo misma utilizo para firmar todas las copias de mi libro–: “Has de tener más miedo a no intentarlo que a fracasar”. No es cuestión de si, sino de cómo. Peggy Whitson nunca cuestionó si sería astronauta, sino que se focalizó en cómo; en qué estrategia no había probado aún
La tercera cuestión común es tener unos cimientos sólidos. Aquello que te hizo destacar al comienzo de tu carrera, debe continuar haciéndolo. Neal Katyal ha defendido 48 casos ante el Tribunal Supremo de EE.UU. “Encontré fascinantes los procesos de preparación de estos casos”. Organiza tomos con todas las posibles preguntas que podrían hacerle sobre los casos. Entra en el Tribunal con ese gran tomo y lo pone delante de él. ¡En los 48 casos que ha defendido, no ha abierto el tomo una sola vez!, pero la práctica de preparar cada uno de ellos le entrena para cada caso.
Además de todo eso, celebra múltiples ensayos de cada juicio y, si bien al principio hacia 15, ahora se conforma con tres. Nunca se le pasa por la cabeza pensar que “esto me lo sé” o “esto ya lo he hecho antes”; ni siquiera el hecho de conocer bien a los jueces le hace practicar menos. Para los hijos de Neal, los argumentos de inicio de su padre se transforman en el cuento que les lee cada noche. Si sus hijos lo entienden, también lo entenderán los jueces. No solo se prepara, sino que se sobre-prepara. Como dicen los militares, entrena muy fuerte y el combate será fácil.Buffett o Gates leen de tres a ocho horas al día. No es la lectura lo que les hizo billonarios. Lo que marca la diferencia es su capacidad de abrir sus mentes a nuevos conocimientos, realizando conexiones con otros puntos que los demás todavía no son capaces de ver
El último factor del éxito es el que más me sorprendió, y quizás una de las razones por la cual están leyendo esto es por esa pasión, constante y de por vida, por aprender. Todos hemos oído hablar de lo que leen Warren Buffett o Bill Gates. Leen de tres a ocho horas al día. Si bien esto es magnífico, es también su hábito. No es la lectura lo que les hizo billonarios. Lo que marca la diferencia es su capacidad de abrir sus mentes a nuevos conocimientos, realizando conexiones con otros puntos que los demás todavía no son capaces de ver.
¿Qué formas existen para abrir nuestras mentes a nuevos conocimientos? Si para ellos es la lectura, también puede ser ver TED Talks, hacer cursos de LinkedIn Learning, estudiar otra carrera…
Si bien el nivel medio no está mal, creo que para muchos no es suficiente y siguiendo estas reglas:
- Actitud mental.
- Motivación intrínseca.
- Preparación.
- Aprendizaje continuo.
En lugar de copiar los hábitos de otros, céntrese en recalibrar su actitud y disposición mentalEs posible liberar todo nuestro potencial. En lugar de copiar los hábitos de otros, céntrese en recalibrar su actitud y disposición mental".
Ruth Gotian, Chief Learning Officer y profesora adjunta de Educación en Anestesiología en Weill Cornell Medicine.
Artículo publicado en Executive Excellence n186, junio 2023.