Reflexiones frente a la jubilación
Ni siquiera años después del fallecimiento de Warren Bennis, considerado por muchos como "padre del liderazgo", sus textos dejan de tener vigencia. En un momento álgido del debate en torno al futuro del trabajo, el papel de los seniors en la empresa y las opciones de segunda carrera para los directivos, este artículo de Warren Bennis (publicado en el número 47 de Executive Excellence, allá por 2008) sigue resultando tan pertinente y estimulante como entonces.
"Considera tus opciones y después continúa trabajando con propósitos"
Hace unos 12 años, en 1995 y tras cumplir los 70, reflexioné sobre la jubilación. Hasta escribí un artículo y di una conferencia sobre el tema. Hoy siento aún más pasión, si cabe, sobre este tema ya que muchos líderes de la generación posterior a la mía se acercan a la jubilación, enfrentándose a opciones y decisiones.
En el mundo actual, donde “70 is the new 50” (los 70 son los nuevos 50), la palabra jubilación tiene una connotación peyorativa. Mi diccionario de la herencia Norteamericana (American Heritage) confirma la causa: “A pesar de todos los libros positivos sobre la jubilación, pocos encuentran este hecho como un acaecer agradable”.
La etimología de la palabra retirarse nos da pistas del “porqué”; el origen proviene de la palabra francesa retirer. El prefijo “re” significa atrás y ”tirer” significa sacar. El primer uso de la palabra en inglés data de 1553, en referencia a una fuerza militar que se repliega y retrocede. El origen de tirer viene de la palabra francesa martir (o del inglés martyr), ya que los mártires tenían que sufrir la tortura de la dislocación.He tenido que trabajar mi resistencia frente a la jubilación antes de poder hablar sobre el temaAparte de la etimología, no estoy contento con los eufemismos para los jubilados: senior o seasoned citizens. He tenido que trabajar mi resistencia frente a la jubilación antes de poder hablar sobre el tema. Podría pensarse que es arrogante, por mi parte, hablar de un tópico tan nuevo en mi pensamiento. Cuando uso la palabra "arrogante", recuerdo el principio de mis estudios sobre el liderazgo hace más de 20 años. Consulté a muchas personas, incluido un viejo amigo que aún trabaja en la Harvard Business School. Le dije que quería pasar la próxima década estudiando e identificando las características de líderes ejemplares. Mi amigo se rió y me dijo: “Sólo podemos decir del liderazgo que como la pornografía no lo puedes definir (o describir), pero lo reconoces cuando lo ves”. Añadió: “Creo que es arrogante por tu parte decir que vas a hacer eso”. Cuando utilizó la palabra arrogante, le recordé la oración del profesor de la universidad de Harvard: “Querido Dios, líbranos del terrible pecado que es la arrogancia intelectual, que para tu información significa...”.
Habiendo llegado a los 70, me pregunto si no sería una forma de negación: ¿No son los Grateful Dead (grupo de rock) quienes tiene una canción en la que dicen “Denial is not just a river”? (N.d R..: juego de palabras donde se mezcla denial (negación) con The Nile [Río Nilo]). Por fortuna, fui sacudido fuera de mi estado de negación en una conferencia a la cual asistí en Monterrey. Alguien se me acercó y me dijo: “¿No solía usted ser Warren Bennis?”.
Las cuatro señales de envejecer bien
Mis reflexiones sobre el envejecimiento nacieron a raíz de una pregunta que me formuló el editor de una revista: “¿A quién respeta más por haber envejecido bien?”. Solté varios nombre: Winston Spencer Churchill, Bertrand Russell, Clint Eastwood, Colin Powell, Kay Graham…. Comencé entonces a pensar en lo que tenían en común.
Descubrí 4 factores comunes:
1-. Nunca dejan de vivir.
Piensen en Churchill, cuya carrera no comenzó realmente hasta que tenía 66 años. Se decía que hasta entonces su vida había discurrido contracorriente. O en Bertrand Russell, que a medida envejecía tomaba mayores riesgos al escribir filosofía. O en el cantante Tony Bennet, que continuó cantando y creciendo. Estas personas nunca paran, siguen adelante.
2-. Nunca piensan en logros pasados o en la jubilación.
De hecho, una mejor descripción sería “transicionar”, ya que siempre están en transición. Para mí, el poder es la capacidad de moverse de una posición A a B; de continuar y hacer algo diferente. Estas personas están siempre en transición. No hablan de jubilarse o de sus éxitos pasados. Están siempre rediseñando, recomponiendo y reinventando sus vidas. Estas personas están siempre rediseñando, recomponiendo y reinventando sus vidasPor ejemplo, Colin Powell; fue subteniente en el paso de Fulda (paso fronterizo de tremenda importancia, entre las dos Alemanias, durante la Guerra Fría) nada más graduarse del ROTC (curso de liderazgo de Ejército de Estados Unidos). Treinta años más tarde, era el comandante supremo de las fuerzas Americanas en Alemania. Después pasó al Consejo de Seguridad Nacional. Hoy es autor, conferenciante y empresario. Quién sabe qué será lo próximo que haga, pero seguro que seguiremos oyendo cosas sobre él. Los líderes nunca miran atrás pensando sobre consecuciones pasadas, sino que siempre rediseñan, recomponen y reinventan.
3-. Dejan de intentar probarse, en un momento dado de sus vidas, y comienzan a expresarse.
Hay una gran diferencia entre tener que probarte a ti mismo y utilizar esa energía para expresarte. Por ejemplo, Bill Bradley, el senador de Nueva Jersey. En un momento dado se dio cuenta de que estaba perdiendo su campaña y de que en sus discursos comenzaba a intentar complacer a su audiencia, más que otra cosa. No se expresaba, sino que buscaba la aprobación intentando probarse. Me dijo que eso le recordaba a sí mismo cuando jugaba a baloncesto en Princeton: “Entonces jugaba para los fans, y no conseguía ser la mitad de efectivo que cuando jugaba para el equipo”. Sus dos últimos años con los New York Nicks los pasó casi todo el tiempo en el banquillo. “Fue como si participase de mi propia muerte”. Fue de Bradley de quien obtuve la inspiración de expresarme versus probarme.
4-. Tuvieron éxito tanto en su carrera como en sus transiciones vitales.
Quienes no han tenido éxito en su carrera y/o en su vida no se adaptan bien a las transiciones. Para ellos -y para mí- la muerte es simplemente un plazo en su plan de amortización. Mis estudios sobre líderes sobresalientes me han hecho darme cuentade que estas cinco características, demostradas en su trabajo, serán ciertas y validas para el éxito de su transición o jubilación.
Cinco características distintivas para transiciones en la vida
He aquí cinco características de líderes que demostraron excelencia en sus transiciones:
Primero. Tienen un profundo sentido del propósito; una pasión, convicción o sentido de deseo por hacer algo importante y marcar la diferencia.
Eso es cierto en cada líder. Recuerdo hablar con Michael Eisner (primer ejecutivo de Walt Disney) sobre sus propósitos. Me decía: “No sé si tengo un propósito, pero sí que tengo un claro punto de vista. En las reuniones de mi staff, en las cuales se toman importantes decisiones sobre proyectos y películas, la persona que se lleva el agua a su molino es aquella que tiene un fuerte punto de vista. Aquí, un punto de vista sólido vale como 80 puntos de coeficiente intelectual”.
Cuando Jack Welch pasó a un nuevo trabajo en GE dijo: “Siempre quiero revolucionar el lugar”. Otro ejemplo de un fuerte sentido de propósito. Max De Pree, consejero delegado retirado de Herman Miller hablaba de crear una visión como un “proyecto espiritual”. Nuestros propósitos en la vida, esos proyectos espirituales, son una manera de trascender a la muerte.Nuestros propósitos en la vida son una manera de trascender a la muerte
Segundo. Desarrollan y mantienen profundas relaciones basadas en la confianza.
Parecen constantes y auténticos, además de preocuparse por otras personas. Un propósito en la vida, junto con relaciones humanas íntimas, profundas y sólidas constituyen dos de los mayores secretos de transiciones con éxito.
Tercero. Son proveedores de esperanza.
Tienen ilusiones positivas sobre la realidad; un sentido hasta casi irreal sobre “podemos hacerlo” y “puedo hacerlo”. Un líder fue diagnosticado de un tumor cerebral inoperable, quedándole solo unos 3 años de vida. Gracias a su optimismo y esperanza, se retiró 15 años más tarde. O ahí está el presidente Reagan quien, inmediatamente tras el atentado que sufrió, vio cómo sus índices de aprobación públicos subían hasta el 90%, los más altos nunca registrados. Un año más tarde habían descendido al 30%. Reagan dijo a su equipo: “No os preocupéis. Ahora salgo ahí fuera e intento que me peguen otro tiro”.
Cuarto. Mantienen un equilibrio entre el trabajo, el poder y la familia u otras relaciones.
No centran toda su apreciación personal en su posición. Eso en muy peligroso. Mi predecesor en la Universidad de Cincinnatti estuvo 20 años allí. Durante los disturbios de los estudiantes, una piedra rompió una ventana del departamento de administración. Fue como si le hubiese dado la pedrada a él mismo. Lo tomó como un ataque personal. Su jubilación no fue fácil y tras un año había fallecido. Cuando un buen amigo del Washington Post se jubiló, me comentó que fue como si hubiese perdido parte de su identidad. Así que, mantén el equilibrio. Fallas el 100% de los tiros que no haces. En eso se basa el éxito de la transición
Quinto. Tienen tendencia a la acción.
Son personas que toman riesgos, y aun no siendo irresponsables, hacen cosas. Aman la aventura, el riesgo y las perspectivas. Me gusta reflexionar sobre la vida J. Paul Getty y sus tres reglas para el éxito: “Levántate temprano, trabaja duro y encuentra petróleo”. Mi filósofo favorito de management, el gran Wayne Gretzky (un grandísimo jugador de hockey sobre hielo), dijo una vez: “Fallas el 100% de los tiros que no haces. En eso se basa el éxito de la transición”.
Warren Bennis, founding chairman The Leadership Institute at the Universtiy of Southern California
Artículo de opinión publicado por Executive Excellence nº47 feb08. Revisado por última vez en junio de 2024.
Warren Bennis (1925-2014).
© Freepik.