Aspectos financieros de la segunda carrera
Alfonso Jiménez, partner de la práctica de Board Services de Exec Avenue
La situación patrimonial del directivo el día que deja de ejercer la función ejecutiva puede condicionar las actividades de segunda carrera, algunas de la cuales pueden requerir cierto nivel de inversión. Igualmente, es preciso evaluar las expectativas de ingresos según la paleta de actividades a realizar. Veamos con detalle estos aspectos.
La importancia de planificar
A la hora de planificar una segunda carrera, uno de los factores clave a considerar es la situación patrimonial del directivo y las rentas ciertas que tendrá, así como la estimación de las posibles rentas requeridas.
Por tanto, la situación patrimonial y financiera condicionarán las alternativas elegidas.
Empecemos diferenciando dos tipos de directivos: los emprendedores que fundaron un proyecto y lo dirigen y aquellos otros que son “directivos por cuenta ajena”, es decir, que son profesionales que otros fichan para que lideren sus proyectos. En este artículo, nos centraremos en los segundos.
Dentro de esa tipología, existe gran variedad dependiendo del proyecto que se haya dirigido y de las situaciones patrimoniales finales, posiblemente muy diferentes entre sí; por lo que es difícil hacer generalizaciones sobre el estado patrimonial y las necesidades de renta en su segunda carrera. No obstante, normalmente podemos observar algunas circunstancias que se producen con cierta regularidad.
Muchos directivos son profesionales que han desarrollado una carrera a partir de sus conocimientos y su esfuerzo personal. Esto les ha generado unas rentas superiores a las de otros profesionales que no han dado el salto a la función directiva. Este hecho les ha permitido mantener un elevado nivel de vida y han dedicado dichas rentas recibidas durante tres o cuatro décadas de su vida a su consumo personal familiar o a su ahorro.
A pesar de haber gozado de niveles de renta muy elevados, muchos directivos no han generado grandes patrimonios por el alto nivel de consumo que han disfrutado durante su vida ejecutiva
En la mayoría de los casos, no han recibido una formación específica en planificación financiera. Incluso muchos directivos de entidades financieras no han realizado dicho ejercicio de planificación.
Las relaciones sociales de los directivos les han posicionado en un colectivo con un alto nivel de consumo, siendo los coches, los deportes y los viajes los grandes hábitos de su consumo.
Esto supone que muchos directivos, a pesar de haber gozado de niveles de renta muy elevados, no han generado grandes patrimonios por el alto nivel de consumo que han disfrutado durante su vida ejecutiva.
Las retribuciones diferidas a través de planes de pensiones de empleo o seguros de vida no son una práctica demasiado extendida entre nuestras empresas, lo que implica que muchos ejecutivos no poseen planes de previsión social empresarial y solo disponen de la pensión pública para su jubilación, junto con aportaciones personales a planes de pensiones gestionados por sus entidades financieras (bancos o compañías de seguros).Las retribuciones diferidas a través de planes de pensiones de empleo o seguros de vida no son una práctica demasiado extendida entre nuestras empresas
Por tanto, una reflexión previa del directivo de cara a su planificación de segunda carrera deberá ser:
¿Cuál es el patrimonio financiero que tengo y qué me permite hacer? Y en segundo lugar, ¿qué nivel de rentas necesitaré obtener con mi actividad profesional en mi segunda carrera para lograr mis objetivos financieros, teniendo en cuenta mis futuras rentas ciertas?
Es muy recomendable iniciar el proceso de planificación de la segunda carrera con un análisis patrimonial del punto de partida y una estimación realista de las necesidades de renta para esta nueva etapa vitalBajo lupa
Llegados a este punto, recomendamos hacer un ejercicio riguroso de análisis de nuestros estados financieros. Para ello, conviene apoyarse en profesionales expertos, por ejemplo, los asesores de banca privada.
Alternativas de inversión
Una de las primeras conclusiones que podremos sacar de este ejercicio es si estamos en condiciones de poder invertir, ya que algunas de las alternativas de segunda carrera precisan de inversión. En este sentido, exponemos tres claros ejemplos que ya hemos ido desgranado en artículos anteriores.
- El primero de ellos es el emprendimiento senior. Poner en marcha un negocio requiere un cierto grado de inversión y, sobre todo, ser conscientes de que no vamos a poder esperar rentas ni del trabajo, ni por dividendos en un cierto tiempo. Por tanto, esta vía del emprendimiento senior es una vía de alto riesgo si no se dispone de un nivel patrimonial holgado. Podemos pensar en apalancarnos y sacar el proyecto con deuda, pero es una alternativa de riesgo elevado en una etapa vital en la que deberíamos tener una posición financiera más conservadora.
- El segundo ejemplo es asumir el rol de business angel de otros proyectos. Para ello tenemos que contar con un gran olfato o metodología de inversión. Nuevamente, necesitamos tener una situación patrimonial holgada, ya que el riesgo financiero es alto y las posibilidades de error, también. No obstante, algunos directivos en su segunda carrera apuestan por esta opción para estar ocupados. Sus actividades son acudir a los foros de business angels, invertir, seguir las operaciones y, en algún caso, involucrarse en el desarrollo de los proyectos como inversores comprometidos bajo la figura de senior advisor o a través de un Consejo Asesor.
- El tercer caso es el de los Operating partners de los Private Equity Funds, en los que el fondo pide al profesional que si realmente cree en el proyecto invierta en el mismo, bien con la aportación de capital o mediante un préstamo que el propio fondo le da. En cualquier caso, es una apuesta por un proyecto y que le supone un factor de riesgo empresarial.
Rentas ciertas y requeridas
El segundo análisis es el referido a las rentas requeridas para la segunda carrera. Aquí deberá considerar previamente las rentas ciertas con las que cuenta, normalmente serán la pensión pública y las rentas derivadas de los planes de pensiones, así como aquellas que le puedan generar otros activos financieros o inmobiliarios de su patrimonio personal.
La mayoría de los directivos tendrán el día que se retiren la máxima pensión pública, establecida en 42.000€ brutos en la actualidad, ya que habrán cotizado en niveles altos durante muchos años. Esto supone aproximadamente 3.000 euros brutos al mes.
A dicha pensión, tendrá que sumarle otras rentas ciertas, las derivadas de los planes de pensiones de los dos pilares restantes de nuestro sistema de previsión social. El pilar de la previsión social empresarial, en el caso de que haya disfrutado de dichos planes en sus paquetes retributivos, y el pilar de las aportaciones a planes personales. Esta renta será muy distinta de unos casos a otros. Los directivos de algunas grandes empresas y los directivos de empresas multinacionales de sectores como farma o consumo serán los que tengan los planes más atractivos.Los directivos de algunas grandes empresas y los directivos de empresas multinacionales de sectores como farma o consumo serán los que tengan los planes más atractivos
En este punto, existen dos tipos de planes: los de prestación definida, en los cuales la empresa se compromete a dotar un plan para que el directivo tenga un determinado nivel de renta futura, y los de aportación definida, en los que la empresa se compromete a aportar una determinada cuantía, sin asumir la calidad de la gestión y, por consiguiente, la rentabilidad de la inversión.
Hace unos años, muchas empresas, especialmente las grandes y las multinacionales, disponían del primer tipo de planes que garantizaban al directivo un nivel de renta futuro definido. Sin embargo, desde los años 90 del pasado siglo, muchas empresas cambiaron sus modelos de diseño al segundo tipo, siendo menos atractivos para los beneficiarios.
Por tanto, hace unos años los directivos que finalizaban su carrera ejecutiva tenían el resto de su vida garantizada con unos ingresos razonablemente altos que en muchos casos podrían ser el 70% o el 80% de su último salario. Eso hacía que no existiese una necesidad financiera de seguir obteniendo rentas de la actividad profesional tras la salida de la función ejecutiva.
Sin embargo, hoy se producen varios hechos que implican que muchos directivos precisen seguir teniendo ingresos en su segunda carrera, algunos de los cuales son los siguientes:
- La esperanza de vida ha crecido mucho en el mundo, en Europa y, en nuestro país, situándose en los 83 años de media. Actualmente en España tenemos más de 17.000 personas que superan los 100 años. Esto conlleva disponer de un gran patrimonio para garantizar muchos años de vida con un coste de vida razonable.
- La finalización de la función ejecutiva se anticipa en la mayor parte de los casos a la edad de jubilación legal, actualmente de transición entre los 65 y los 67 años. Muchos directivos finalizan su carrera antes de los 60 años.
- Muchos ejecutivos no tienen planes de previsión social por parte de sus empresas, ofreciéndolos solamente las grandes compañías y las multinacionales, lo que significa que solo contarán con la pensión pública y las rentas derivadas de sus aportaciones personales a planes de pensiones personales.
- Los planes actuales de jubilación ofrecidos por las empresas son menos generosos que los que había en el pasado.
- Existen nuevas realidades sociales que representan altos niveles de gasto para los directivos, es el caso de los segundos matrimonios con hijos pequeños en edades vitales avanzadas y que requieren gastos durante muchos más años.
Existen nuevas realidades sociales que representan altos niveles de gasto para los directivos, es el caso de los segundos matrimonios con hijos pequeños en edades vitales avanzadas y que requieren gastos durante muchos más añosTodo ello deriva en que buena parte de los directivos se planteen la segunda carrera como una etapa en la que su fin económico es poseer unas rentas que les permitan, al menos, no tener que disponer del patrimonio generado durante su carrera ejecutiva.
Aunque las circunstancias personales pueden ser muy diversas, es muy recomendable iniciar el proceso de planificación de la segunda carrera con un análisis patrimonial del punto de partida y una estimación realista de las necesidades de renta para esta nueva etapa vital.
Alfonso Jiménez es socio de la práctica de Board Services de Exec Avenue, miembro del Consejo Asesor de Atrevia, vocal de la Junta Directiva Nacional de la Asociación Española de Directivos (AED), presidente del Consejo Asesor de la Asociación Española de Directores de Recursos Humanos (AEDRH).
Artículo publicado en enero de 2024.
Imágenes recurso: © Lifestylememory, fabrikasimf, stefamerpik y user6702303 en Freepik / Imagen Alfonso Jiménez © Andrés Gutiérrez (El Día. La Opinión de Tenerife).