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Iberoamérica: Presente y Futuro

(Tiempo estimado: 6 - 11 minutos)

GESTIÓN EMPRESARIAL / LIDERAZGO

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) acogió el pasado 19 de septiembre la XVI Convención Iberoamericana de Excelencia, bajo el título “Iberoamérica: Presente y Futuro”. Haciéndola coincidir con los actos conmemorativos del Bicentenario de la Constitución Española de 1812 que se celebran en España, cuyo punto culminante se alcanzará en el mes de noviembre con la celebración en Cádiz de la XXII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, este año la Convención –que anualmente se celebra en un país diferente del ámbito iberoamericano– tuvo lugar en Madrid.

Organizada por la Fundación Iberoamericana para la Gestión de la Calidad (FUNDIBEQ), constituye un punto de encuentro de expertos internacionales, en el que se analizan y debaten las últimas tendencias en materia de gestión, lo que la convierte en un referente sobre Calidad y Excelencia en toda Iberoamérica.

Las Convenciones están plenamente ligadas al Premio Iberoamericano a la Calidad, programa oficial de la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno gestionado por FUNDIBEQ, ya que las organizaciones galardonadas con dicho Premio comparten las claves de éxito que les han llevado a ser excelentes, para que puedan ser utilizadas por otras empresas con el fin de acelerar su proceso de mejora y, en definitiva, contribuir a hacer una Iberoamérica más potente social y económicamente.

La Fundación Iberoamericana para la Gestión de la Calidad (FUNDIBEQ) es una organización privada de carácter supranacional, sin ánimo de lucro, que nace en el año 1998 con el fin de mejorar la competitividad empresarial y la eficacia de las Administraciones Públicas en el ámbito de los 22 países de Iberoamérica, tanto de habla hispana como portuguesa. Está compuesta por 11 patronos, 53 asociados de diferentes áreas de actividad y 25 Organizaciones Nacionales/Regionales, que dirigen los temas de calidad y de gestión en sus respectivos países.

Tras la apertura a cargo del director general de la Fundación, Juan Luis Martín Cuesta, y unas breves palabras del representante de la entidad anfitriona, Alberto Sereno, secretario general del CSIC, tomó la palabra el presidente del Patronato de FUNDIBEQ y presidente de AENOR, Manuel López Cachero, quien destacó los esfuerzos en calidad que, desde hace años, llevan a cabo las Administraciones Públicas y el sector privado.

López Cachero defendió que hoy nadie puede discutir “que lo que se hace en nuestras áreas geográficas, políticas y sociales es tan bueno como en otras” y reflexionó sobre la necesidad de la calidad, a pesar la actual situación: “No concibo que por dificultades de tipo económico, coyunturales o estructurales, disminuya la calidad, porque en épocas de estrechez hay que afinar al máximo la eficiencia y, como razón de existencia, todo lo que tiene que ver con la calidad es un factor de impulso. A largo plazo, solo se puede ser eficaz si aquello que se hace está presidido por la idea de la calidad como factor y la excelencia como objetivo”.

En el mismo sentido se manifestó el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Ignacio Wert, quien a través de un vídeo-comunicado subrayó la importancia de propiciar la excelencia en el ámbito de la educación en nuestros países, e implantar una rigurosa cultura de la evaluación de los sistemas educativos para conseguirla.

Conocedor en profundidad de los trabajos de FUNDIBEQ y del mundo de la excelencia, ya que con anterioridad ostentó el cargo de presidente del Jurado de los Premios Europeos de la Calidad EFQM, Wert declaró que: “A lo largo de estos años, he podido comprobar cómo la existencia de una cultura de la evaluación es un requisito inexcusable en el camino de la excelencia. Lo es en el campo educativo, pero también en el de la empresa, en el de las Administraciones Públicas… En definitiva, si no somos capaces de medir y saber por dónde tenemos que mejorar difícilmente alcanzaremos la excelencia”.

En alusión al lema de la Convención, el Ministro mostró su convicción en que “un presente en el que se instale una cultura de la excelencia en todos los ámbitos es lo que va a dar paso a un futuro en el que Iberoamérica dejará de ser la cenicienta del progreso entre las naciones y conseguirá ser –de hecho ya está empezando a serlo– una región de la que no se podrá decir –como se ha dicho durante mucho tiempo– ‘que tiene un gran futuro y siempre lo tendrá’, sino una región que ya tiene un gran presente”.

A continuación, tomó la palabra Salvador Arriola, secretario para la Cooperación Iberoamericana de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), un órgano permanente de apoyo institucional y técnico a la Conferencia Iberoamericana. En su intervención, Arriola explicó la responsabilidad de SEGIB de conducir 23 programas de cooperación iberoamericana y 6 proyectos específicos de cooperación en muy diversos campos, así como algunos de los rasgos principales de los llamados espacios culturales iberoamericanos (del conocimiento, territorial y de cohesión social).

IBEROAMÉRICA, LA GRAN OPORTUNIDAD PARA ESPAÑA

Juan Iranzo, presidente del Colegio de Economistas y vicepresidente del Instituto de Estudios Económicos, fue el encargado de impartir una de las ponencias de la jornada.

Iranzo resaltó la nueva realidad ante la que nos encontramos donde, a través de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y por vez primera en la historia, el mundo se puede conectar en tiempo real. Esa posibilidad ha perfeccionado el mercado de los servicios, haciendo que puedan ser prestados desde cualquier lugar.

Asimismo, valoró el efecto de las TIC sobre la mano de obra. Los grandes avances tecnológicos permiten producir mucho más con el mismo esfuerzo, permitiendo mejorar la mano de obra. Sin embargo, se lamentó de que el único mecanismo de ajuste utilizado en España hasta prácticamente los últimos meses haya sido el de la destrucción de empleo. El presidente del Colegio de Economistas apostó por la introducción de las TIC en el proceso productivo para aumentar la productividad y para favorecer la movilidad de la mano de obra.

La disponibilidad de trabajadores más cualificados es cada vez mayor, y eso implica una mejor asignación de capitales y, en general, de los recursos. Gracias a las TIC, la globalización nos pone frente a un nuevo ciclo económico, con menos tensiones inflacionistas, ante el que –según el economista– estamos respondiendo inadecuadamente.

En palabras de Iranzo, la globalización no solo modifica el ciclo económico sino que es un modelo de economía para los países aún no desarrollados. La asimetría entre unos países y otros es una oportunidad que están aprovechan los iberoamericanos.

Destacó también la necesidad de implantar políticas de competitividad que permitan aprovechar las ventajas de la globalización y exportar. En su opinión, no hay contradicción entre crecimiento y estabilidad, pero en un modelo de economía abierta no se puede crecer de una manera sostenida a través de un creciente gasto, déficit y endeudamiento públicos. Ni tampoco a través de un incremento de los costes laborales unitarios, algo que –remarcó– resta competitividad a la población laboral.

Para mejorar la competencia es fundamental la calidad en muchos aspectos. No solo calidad en la educación y en la formación de la mano de obra, sino también calidad de la justicia para dar confianza a los inversores, la cual solo es eficiente si es rápida, predecible y estable, además de la calidad de la regulación. En definitiva, demandó una mayor seguridad física y jurídica.

Según Juan Iranzo, urgen reformas estructurales que favorezcan la competencia. Se necesitan buenas infraestructuras, tecnologías de la información y la comunicación desarrolladas, una disponibilidad adecuada de energía y agua, una fiscalidad correcta y ofrecer mercados mucho más flexibles y eficientes. “Los países que han comprendido que esos son los mecanismos adecuados para desarrollarse, lo están consiguiendo”.

Ensalzó el esfuerzo realizado en los últimos años por algunos países iberoamericanos para liberarse del círculo vicioso que forman la inflación-devaluación-recesión. Entre las virtudes de la región, citó el fuerte aumento de las exportaciones, que se traduce en un crecimiento sostenido: “Sus mercados no son solo los tradicionales, sino también el chino”. Para Iranzo, es menester seguir el modelo clásico de las exportaciones de bienes y servicios, basado primero en una mano de obra barata que, a medida que se introduce tecnología e inversión se perfecciona, hasta consolidar finalmente el desarrollo consumiendo. A la vez que se importan bienes y servicios de gran valor.

“Países latinoamericanos, como Chile, están ofreciendo un escenario amable a la inversión y favoreciendo la actividad empresarial. Ese es el modelo que debemos seguir también en España”. Latinoamérica ha apostado por políticas económicas ortodoxas y eso es una oportunidad de desarrollo.

CLAVES DE LA CULTURA DE EXCELENCIA EN GESTIÓN

Además de las ponencias de prestigiosos economistas e investigadores, la XVI Convención de Excelencia recogió las experiencias de Premios Iberoamericanos y corporaciones del sector público y privado. La mesa redonda referida a este último fue moderada por Juan Liquete, secretario general del Club Excelencia en Gestión.

Liquete se refirió primero a los principios y valores en los que se inspira la cultura de la excelencia, aludiendo al gurú del management Tom Peters, ya que los principios de la excelencia en gestión nacieron de un trabajo que este llevó a cabo durante los años 80. Peters analizó a un centenar de empresas del Fortune 500 que tenían éxito sostenido y ese análisis le permitió identificar lo que estas tenían en común que, además, explicaba el porqué de su éxito a lo largo de los años. Algunos de esos principios son la pasión por el cliente, el liderazgo, la gestión por procesos, la innovación, la comparación con los demás para mejorar...

Junto con Reyna Yacamán, gerente de Calidad de ABC Medical Center; Avelino Brito, director general de AENOR; Ana María López, gerente de calidad del Global Delivery Center de IBM Argentina; e Ignacio Aguilar, gerente de Calidad de CRILATSA, fueron desgranando las claves de la cultura de excelencia y cómo esta ha ayudado a sus respectivas empresas a ser competitivas.

Para una institución de asistencia privada como ABC Medical Center, que ofrece servicios hospitalarios del más alto nivel, programas de investigación clínica y salud ambiental, y cuenta con más de 1.400 médicos de 40 especialidades, más de 300 camas y una plantilla de 2.300 colaboradores, “es vital contar con procesos de excelencia, ya que trabajamos con seres humanos. Nuestro objetivo estratégico es la seguridad del paciente, y por ello somos evaluados por diferentes organismos”.

En el caso de IBM Argentina, Ana María López relató cómo el hecho de tener históricamente como principal cliente a un país como Japón aumentó su calidad.

Durante su exposición, hizo especial hincapié en el reto de la confianza: “Nos dimos cuenta de que primero teníamos que competir dentro de nuestra propia empresa, IBM, para poder competir fuera. Ahí se decidió aplicar los modelos de excelencia, para lograr la confianza a través de las certificaciones”. Para Ana María López, “es mucho más difícil hacer calidad en servicios que en productos, por eso necesitábamos generar confianza en el cliente (nosotros exportamos a Estados Unidos y a Europa)”.

Para alcanzar la excelencia en la gestión, la gerente de calidad del Global Delivery Center de IBM Argentina puso el foco en la promoción de la mejora continua y en el trabajo de la prevención “que pasa desapercibido, hasta que falla”. ¿Cuánto vale el coste de dañar una marca?, se preguntó. “Tenemos que hacer una fuerte docencia y educar en que se valoren los costes de prevención. Es importante invertir en detectar en qué estamos fracasando. IBM es la segunda marca del mundo y está valorada en 65.000 millones”.

En ese mismo sentido se refirió Avelino Brito, director general de AENOR (Asociación Española de Normalización y Certificación), para quien “el área más interesante de desarrollo para los próximos años será la gestión del riesgo, que tiene que ver con gestionar lo que no ha pasado”. Para Brito, la tecnología y la internacionalización serán dos retos claves del futuro: “Nuestro papel es acompañar a las empresas españolas en su proceso de internacionalización”.

Tras argumentar la complementariedad de las normas ISO con los modelos de calidad, y preguntado sobre la posibilidad de ser muy competitivo sin ningún sistema de gestión, concluyó: “Se puede ser muy competitivo sin tener un solo sistema de gestión, porque el valor está en el factor humano. Si tú eres un genio (un Steve Jobs), solo necesitas a tu equipo. El problema es que todos los demás necesitamos herramientas (y aun así, yo creo que hasta Jobs tenía un modelo de gestión)”.

Por su parte, Ignacio Aguilar Mendoza, gerente de Calidad de CRILATSA –el principal fabricante de vidrio automotriz en el continente americano–, destacó el protagonismo del factor humano en la innovación: “Una cultura de excelencia favorece el desarrollo de la innovación. Si conjugamos el factor humano con las herramientas, y los motivamos, tenemos como resultado la innovación. La gente motivada creará nuevas cosas y mejorará las existentes. Para favorecer esa motivación, es necesario un liderazgo incluyente”.


Publicado en Executive Excellence nº95 sep12


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