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Federico II Hohenstaufen y Donald Trump (II)

(Tiempo estimado: 3 - 6 minutos)
Federico II Hohenstaufen y Donald Trump

Algunos paralelismos. Por Javier Fernández Aguado_

Donald John Trump vio la luz el 14 de junio de 1946 en Queens (Nueva York). Empresario, celebridad de la televisión y presidente de los EE. UU., Trump desembarcó en los negocios gracias a la herencia recibida. Ha alcanzado la fama mundial gracias a su, por el momento incalificable, paso por la Casa Blanca.


Fred Trump, su progenitor, fue promotor inmobiliario, y Mary MacLeod, la madre, una inmigrante escocesa. Desde su juventud, Donald manifestó una descomunal ambición. Fue inscrito en la New York Military Academy con 13 años. Le inculcaron disciplina. Posteriormente se matriculó en la Wharton School (Universidad de Pennsylvania). Se licenció en 1968 en Economía. Tras graduarse, Trump se incorporó a la compañía de bienes raíces de su padre. En 1974, Donald asumió el control de la empresa, que se había enfocado hasta ese momento al desarrollo de viviendas en los barrios populares de Brooklyn, Queens y Staten Island. Expandió el negocio a Manhattan. En 1978, adquirió el Grand Hyatt Hotel. Le proporcionó tanta notoriedad como a Federico II su entrada en Jerusalén.Donald Trump desembarcó en los negocios gracias a la herencia recibida

 En la década de los ochenta del siglo pasado, promovió la Trump Tower, un rascacielos en la Quinta Avenida de Nueva York. Desplegó un estilo de vida ostentoso y afrontó desafíos financieros. En 1990, se vio involucrado en una profunda crisis económica por las colosales deudas acumuladas. ¡Prosiguen los paralelismos con el autócrata siciliano!

Trump se recuperó y en la década de 2000 expandió su imperio hacia los campos de golf y los casinos. La marca Trump se apuntaló como paradigma de lujo y exclusividad. Además de su carrera empresarial, alcanzó la popularidad en la televisión. En 2004, protagonizó "The Apprentice", que le consolidó como un emprendedor impasible. El programa, con concursantes que competían por un empleo en su empresa, trocó en éxito. Su frase, You’re fired! (¡Estás despedido!) se convirtió en un eslogan nacional.En 1978 adquirió el Grand Hyatt Hotel, lo cual le proporcionó tanta notoriedad como a Federico II su entrada en Jerusalén

En 2015 se lanzó a la carrera presidencial por el partido republicano. Su campaña estuvo marcada por propuestas inviables y un estilo de comunicación sin tamices, con ofensivas descalificaciones a sus rivales. Nada diferente de lo que ejerció Federico II durante su existencia.

Trump se distinguió, al igual que el rey medieval, por un discurso supremacista. Consiste no en valorar lo propio, sino en despreciar lo ajeno para ensalzar lo cercano. Su crítica al sistema político tradicional y su estilo combativo lo hicieron popular entre determinados votantes. Sembró provocaciones y controversias. Los más fanáticos le aplaudieron, muchos otros lo repudiaron por fomentar la intolerancia, el racismo y el enfrentamiento. Su campaña presidencial estuvo marcada por ofensivas descalificaciones a sus rivales. Nada diferente de lo que ejerció Federico II durante su existencia. Al igual que él, se distinguió por un discurso supremacista

Ganó las primarias republicanas y se enfrentó a la demócrata Hillary Clinton en 2016. La campaña estuvo repleta de acusaciones de interferencia rusa y una lamentable polarización maniqueísta. Trump ganó con 304 votos electorales frente a los 227 de Clinton. Se convirtió en el 45° presidente de los Estados Unidos el 8 de noviembre de 2016.

Durante su primer mandato, se centró en la inmigración, la reducción de impuestos, la desregulación de sectores clave de la economía y en la política exterior, fieramente nacionalista, de "America First". En el ámbito económico, promovió el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). En inmigración, implementó políticas severas e inhumanas, incluyendo la separación de familias en la frontera y la prohibición de entrada a individuos de específicos países musulmanes. En este punto se distanció del Hohenstaufen.

Su estilo conflictivo le ganó fervientes seguidores y detractores inexorables. La crisis sanitaria y económica derivada de la pandemia fueron factores clave en su derrota. En las elecciones presidenciales de 2020, su oponente, el demócrata Joe Biden, ganó con 306 votos electorales frente a los 232 de Trump. Este alegó fraude y, durante semanas, impulsó demandas legales sin futuro. Todo culminó en los indignos disturbios en el Capitolio el 6 de enero de 2021, cuando sus secuaces irrumpieron en el edificio del Congreso con el objetivo de revertir el resultado. Su comportamiento, al igual que el del rey medieval, asemeja al de un niño bobalicón y caprichoso 

Su vida había sido hasta 2024 una mezcla de éxitos y fracasos, controversias y obsesiva presencia mediática. Ganó entonces unas segundas elecciones que muchos millones están padeciendo. Por sus políticas arancelarias ha provocado un cataclismo en los mercados financieros mundiales. A comienzos de abril y en apenas 72 horas provocó la evaporación de 6,5 billones de euros, que son más cuando escribo estas líneas. Su comportamiento, al igual que el de Federico II, asemeja al de un niño bobalicón y caprichoso.

Pervive la sospecha de si se ha limitado a bravuconas de chusco barriobajero o va a mantener el órdago. Todo es posible a la luz de su libro The Art of Deal –El arte de la Negociació–. En ese texto explicó en la década de los 80 cómo acostumbra a hacer negocios: “Hay que poner a la contraparte contra la pared y luego darle un poco de aire para que llegue donde inicialmente tú querías que estuviera”. Tony Schwartz fue el coautor. Denominar Día de la Liberación a lo que ha hecho a comienzos de abril es tan insultante como asegurar que Federico II era un benefactor de la humanidad

Denominar Día de la Liberación a lo que ha hecho a comienzos de abril –este término se empleaba hasta ahora para definir la victoria de los aliados sobre los nazis– es tan insultante como asegurar que Federico II era un benefactor de la humanidad. Poca economía es preciso haber estudiado para saber que los aranceles desproporcionados, igual que sucedía con las alcabalas en la Edad Media, son una calamidad para quien los absorbe y para quien los grava. Pronto sabremos si los dos estaban desquiciados o el segundo solo lo simula.

Si aún no lo has leído:

"Federico II Hohenstaufen y Donald Trump (I)".


Javier Fernández Aguado, socio de MindValue, autor y director de Investigación de EUCIM.

Imagen de Trump en apertura: © History in HD en Unsplash e interior: © AI Freepik.

Publicado en abril de 2025.