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Javier Fernández Aguado: Estilos de gobierno que desmitifican la leyenda negra

(Tiempo estimado: 7 - 13 minutos)
Javier Fernández Aguado

“Incas, aztecas y mayas, al igual que España, fueron grandes por la unidad. Su declive vino enmarcado por dos errores garrafales, aparentemente contrapuestos en la forma, pero de idéntica raíz, la protervia”. En el libro El encuentro de cuatro imperios, Javier Fernández Aguado ofrece una versión basada en hechos de los estilos de gobierno de estas tres culturas prehispánicas y de la propia España en aquel continente, con el objetivo de aprender para mejorar el gobierno de personas y organizaciones contemporáneas.

Como es habitual en él, una exhaustiva y rigurosa labor de investigación previa –en este caso durante tres décadas–, termina cristalizando en un relato vibrante y lleno de descubrimientos, que nos aproximan de un modo inédito a los acontecimientos y protagonistas de tres civilizaciones que, desde hace años, han suscitado en el autor “una inagotable fascinación”.  

Javier Fernández AguadoSocio director de MindValue y director de investigación de EUCIM, Javier Fernández Aguado ha dirigido durante un sexenio la Cátedra de Management de Fundación ”la Caixa” en IE Business School. Consolidado como el referente en Gobierno de personas y organizaciones de habla hispana, su trabajo de investigación y como conferenciante ha sido reconocido no solo en España, sino en numerosos países. En EE.UU. recibió el galardón Peter Drucker a la Innovación por su estudio de “Patologías en las organizaciones”; en Perú recogió el premio Marcelo Eduardo Servat a la Excelencia Académica; en México, el laurel Amedirh a mejor conferencista internacional, y en Gran Bretaña su libro La soledad del directivo (escrito con José Aguilar) fue designado como el mejor libro europeo de management en 2006. Su obra anterior, 2000 años liderando equipos (Kolima), fue reconocida en Chile por Vertical como la mejor investigación en el año 2020 y todo apunta a que El encuentro de cuatro imperios. El management de españoles, aztecas, incas y mayas seguirá aumentando el palmarés. 

EXECUTIVE EXCELLENCE: Existe un movimiento, en EE.UU. y otras partes del mundo, tremendamente crítico con la colonización española. ¿Cuáles serían, desde su punto de vista, los principales errores conceptuales de estas críticas?

JAVIER FERNÁNDEZ AGUADO: A esa injusta calificación contribuyen dos factores. En primer lugar, la ignorancia. El autor francés Marc Ferro con su gran obra El libro negro del colonialismo desmonta el monumental fraude al que hace referencia. En segundo término, muchos confunden a España con el catolicismo. Consideran que atacando la labor realizada por nuestros ancestros descalifican de paso la labor de la Iglesia católica. A este respecto, merece la pena leer la extraordinaria investigación realizada por Enrique Sueiro y publicada este mismo año con el título Mentiras creíbles y verdades exageradas. 500 años de leyenda negra. Resulta particularmente penoso reconocer que, en gran medida, han sido españoles quienes han lanzado paladas de ignominia sobre una historia que merece en su mayor parte reconocimiento y alabanzas.Resulta particularmente penoso reconocer que, en gran medida, han sido españoles quienes han lanzado paladas de ignominia sobre una historia que merece en su mayor parte reconocimiento y alabanzasE.E.: Una da las características más valoradas en el mundo empresarial es la diversidad, pero resulta llamativa la “ausencia" de nativos norteamericamos, si la comparamos con la población del resto del continente. ¿Qué influencia ha tenido la religión en este contraste?

Libro El encuentro de cuatro imperios de Javier Fernández AguadoJ.F.A.: El escrutinio ético provocado por las creencias católicas de la inmensa mayoría de los españoles llegados a América implicó que –aunque no faltaron comportamientos espurios lamentabilísimos– el trato que se dio a los locales fue muchísimo mejor que el que recibieron los aborígenes de lo que hoy es Estados Unidos de Norteamérica. Y qué decir actualmente –¡en pleno siglo XXI!– de la sanguinaria invasión de Ucrania por parte de Putin. Como explico en el libro, hasta la década de los 70 del siglo pasado, Hollywood se recreaba en la eficacia de las armas de fuego para acabar con los habitantes de las tierras invadidas por los anglosajones. Siglos antes de esos lamentables comportamientos, los españoles habían creado escuelas, centros de atención primaria, hospitales, etc., en los que se atendía a individuos de ambos lados del Atlántico.

E.E.: ¿Cómo fue posible que pocos cientos de españoles conquistaran imperios de millones de habitantes, como fueron el azteca, inca y maya?  

J.F.A.: La conquista de América fue posible porque al llegar los españoles se encontraron con feroces guerras civiles provocadas por el afán expansionista y las políticas fiscales confiscatorias de las tribus predominantes, propias de regímenes comunistas. No hubo un enfrentamiento entre foráneos perversos e inocentes lugareños. Los españoles fueron el rodrigón en que se apoyaron cientos de miles de indios explotados.No hubo un enfrentamiento entre foráneos perversos e inocentes lugareños. Los españoles fueron el rodrigón en que se apoyaron cientos de miles de indios explotados

E.E.: ¿De qué manera estos líderes españoles fueron capaces de conciliar los propios intereses con los de aquellos indígenas que se iban sumando a la acción? ¿Cómo motivaban a unos y a otros? 

J.F.A.: La respuesta, como en todo momento histórico agitado, no es lineal. En el libro detallo que los conquistadores no eran tanto empleados de la corona española como emprendedores que debían financiarse. Resulta interesante conocer las políticas retributivas que se aplicaban. Quienes no intervenían en las batallas recibían un salario fijo. Los soldados percibían una remuneración variable en función de los objetivos. Me ha resultado tan fascinante el tema que uno de mis próximos libros será un análisis de las políticas retributivas a través de la historia. Los conquistadores no eran tanto empleados de la corona española como emprendedores que debían financiarseVuelvo a su pregunta. Los aborígenes luchaban esencialmente por su libertad, por recuperar sus ancestrales costumbres arrinconadas por las estirpes imperantes. No faltaron abusos por parte de encomenderos, porque la conquista no fue un picnic, pero no pocos hallaron más livianas las imposiciones de los recién llegados que las de los opresores, autóctonos como ellos.

E.E.: ¿Existen características comunes que definen al carácter emprendedor de los conquistadores españoles?

Hernán CortésJ.F.A.: Frente a lo que afirman algunos politicastros ayunos de conocimiento, bastantes españoles llegados a América contaban con buena formación. Basta leer la extraordinaria prosa de Bernal Díaz del Castillo en su Historia verdadera de la conquista de la nueva España. Las cartas de relación de Hernán Cortés (en la imagen) manifiestan, además de preparación jurídica, gran capacidad narrativa. En los dos mencionados y en muchos más, lo mismo que sucede en quienes hoy emprenden, había mixtura de motivaciones. En los conquistadores, afán de enriquecimiento, anhelo de aventuras, búsqueda de un sentido para la vida y ansia de difusión de la propia fe. En los conquistadores había afán de enriquecimiento, anhelo de aventuras, búsqueda de un sentido para la vida y ansia de difusión de la propia feIndependientemente de que ellos llevasen o no a la práctica las enseñanzas del Evangelio, alentaban el afán de cristianizar. El rijoso Pizarro, en el momento de dar sus últimas boqueadas tras haber sido atravesado por la espada de Almagro el joven, al no serle concedida confesión dibuja en el suelo una Cruz con su sangre. Un codicioso Hernán Cortés, lamentable paradigma en lo que la Iglesia enseña sobre la gestión de las pulsiones sexuales, especifica en su testamento las misas que por su alma han de celebrarse, además de establecer donaciones a hospitales y templos.

E.E.: ¿Podríamos decir que la popular “leyenda negra” antiespañola sería la más famosa fake news de la época? ¿Cómo surge y qué hay de cierto en ella? ¿Y cuánta verdad hay detrás de la “leyenda blanca”, creada para combatirla? 

J.F.A.: La leyenda negra, tan bien descrita por Julián de Juderías a comienzos del siglo XX, es fruto, entre otros hontanares, de la mala intención de un personaje torticero, Antonio Pérez, inmoral secretario de Felipe II, y de la efervescente imaginación y deseos de llamar la atención de Bartolomé de las Casas. Sus textos fueron la palanca en la que se apoyaron autores nacionales y foráneos para denigrar. Mientras gacetilleros anglosajones, galos, belgas o germanos cantaban las presuntas glorias de sus filibusteros, los gobiernos de nuestro país no supieron diseñar ni aplicar correctas campañas de marketing para mostrar con objetividad una de las mayores epopeyas. 

Las leyendas sean negras o blancas son narraciones falseadas. Tan equivocado es denostar la brega de docenas de miles de españoles que contribuyeron a la evangelización y desarrollo de América como ignorar que no faltaron quienes permitieron que sus bajas pasiones timoneasen.Mientras gacetilleros anglosajones, galos, belgas o germanos cantaban las presuntas glorias de sus filibusteros, los gobiernos de nuestro país no supieron mostrar con objetividad una de las mayores epopeyas

E.E.: Havard, la universidad más antigua de EE.UU., fue fundada en 1636, es decir, 85 años después de la primera de América: la de San Marcos, en Lima (actual Universidad Nacional Mayor de San Marcos). De hecho, cuando aquella nació ya existían varias en Latinoamérica. ¿Qué papel ha jugado la formación en la colonización? ¿Por qué el esplendor de esas universidades, que fueron además ejemplo de mestizaje, no ha llegado hasta nuestros días?

J.F.A.: Desde la llegada de los españoles, muchos, fundamentalmente mercedarios, franciscanos, agustinos, dominicos y después jesuitas se esforzaron por atender el alma y el cuerpo de los habitantes de América. Una visita guiada a las laudabilísimas reducciones jesuíticas del Paraguay debería ser obligatoria. Tal como detallo en Jesuitas, liderar talento libre (LID), docenas de miembros de la Compañía de Jesús crearon poblaciones en las que se proporcionaba formación humana, profesional y espiritual a miles de indígenas. 

En la documentación que aporto en El encuentro de cuatro imperios queda una y otra vez verificado el papel de la Iglesia en América. Su relevancia se debió no solo a la expansión de la fe, sino también porque vehiculizó la inculturación. Aparecieron catecismos y sermonarios en lenguas vernáculas. Los misioneros se esforzaron con denuedo por dominar idiomas autóctonos y calar en las culturas indígenas. La Iglesia erigió innumerables colegios tanto para nativos como para colonos. Fray Pedro de Gante, recién concluida la conquista de México, fundó una escuela para los naturales en el convento de San Francisco. En 1536 arrancó para hijos de los caciques el Colegio Imperial de Santa Cruz de Tlatelolco, promovido por el obispo mexicano fray Juan de Zumárraga bajo el patrocinio del virrey Antonio de Mendoza, que también fue el motor de un centro de formación para mestizos, nominado San Juan de Letrán (1547). Mendoza, como tantos otros, confió más en la preparación intelectual que en la imposición. El papel de la Iglesia en América fue relevante no solo porque expandió la fe, sino también porque vehiculizó la inculturación

Nada semejante sucedió en los territorios conquistados por franceses o británicos en el norte del continente, por no hablar del comportamiento asesino de Leopoldo II en el Congo o de modernos como los dictadores hermanos Castro, en Cuba. Pormenorizo en mi investigación que la responsabilidad del frenazo económico y social de parte de la labor realizada por los españoles fue consecuencia del comportamiento de los criollos que pilotaron la independencia.

Una vez lograda la emancipación, cancelaron a los locales de su área de interés. Ya no les eran útiles para justificar diferencias competitivas frente a la ex metrópoli. Sus reclamaciones los incomodaban. El remedio más eficaz fue, para algunos criollos, el genocidio. En Chihuahua (México) se llegaron a ofrecer 200 pesos por indígena extinto. En Chile se persiguió bárbaramente a los mapuches. En Paraguay, Gaspar Rodríguez de Francia (1766- 1840) ordenó a las tropas que pulverizaran a los mbayás y a los guanás del norte. Fructuoso Rivera (1784-1854), presidente de Uruguay, exterminó a los charrúas; se enorgullecía de haber finiquitado a una horda de salvajes nómadas y feroces. En Nicaragua, los recién desvinculados trataron de aniquilar a los miskitos. El argentino Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888) aseveró que había que relegar a los indígenas, porque su inclinación a una sañuda verborrea les tornaba despreciables. 

En el libro pueden encontrarse muchos más ejemplos de este comportamiento cuando los españoles habían abandonado el gobierno de aquellos territorios.

E.E.: Su aproximación a estas civilizaciones persigue, como toda su obra, el afán de “aprender para mejorar los estilos de gobierno de personas y organizaciones contemporáneas”. ¿Qué aspectos de estas tres culturas prehispánicas destacaría principalmente para el management de hoy?

J.F.A.: He aquí algunas, entre otras muchas, referidas a los aztecas. Sobre las otras, para no alargar mi respuesta, remito al libro:

Calendario azteca1.- Fomentar alianzas estratégicas: los aztecas promo-vieron la denominada triple alianza, con Texcoco y Tacuba (antes Tlacopan).

2.- Diseñar una adecuada concepción antropológica: el dios quetzalcoatl, la serpiente con plumas, describe una profunda dicotomía. Casi todos tratamos de obrar cosas buenas y algunas veces las hacemos malas. Si bien es cierto que con frecuencia nos arrastramos como sierpes, hemos de procurar volar como aves.

3.- Apostar por la formación. Los aztecas crearon colegios para todos -telpochcalli-, y escuelas específicas para la clase dirigente: calmecac.

4.- Aprender a relativizar. Nezahualcóyotl escribió: “¿Es verdad que vivimos en la Tierra? / ¿Para siempre en la Tierra, quizás? /¡Solo un instante aquí abajo!”. ¿Cómo no recordar esa hora en el escenario a la que se refería Shakespeare 

5.- Promover la excelencia. Los mexicas desplegaron una élite de soldados que se encuadraban en dos órdenes militares: los cuāuhpipiltin o águilas y los ocēlōpipiltin o jaguares, que vestían con la piel de ese felino.  

6.- Hay que premiar y castigar. Mentir era considerado grave y seriamente penado. ¡Qué hubiera sucedido con gobernantes contemporáneos muy cercanos a nosotros, permanentes embaucadores y falsarios! Los embajadores que no cumplían su cometido, los recaudadores de tributos que malversaban, los jueces que decidían torticeramente pagaban con la vida. La deserción, la indisciplina, robar o traicionar eran castigados con la máxima pena en periodo de guerra.Los embajadores que no cumplían su cometido, los recaudadores de tributos que malversaban, los jueces que decidían torticeramente pagaban con la vidaE.E.: Parafraseando la pregunta que usted mismo plantea en la introducción de la obra, "¿cuáles hubieran sido las alternativas si los españoles no hubieran llegado o hubiesen sido otros los desembarcados?"

J.F.A.: Con altísima probabilidad no hubiéramos visto en el Gobierno de esas naciones a ningún descendiente de aborígenes. Los ancestros del boliviano Evo Morales, del peruano Pedro Castillo y de tantos más hubieran sido aniquilados como lo fueron la práctica totalidad de las tribus que disfrutaban de las amplias praderas de EE. UU.

Muchos fueron los comportamientos errados de algunos españoles llegados a América, pero notablemente menos que los llevados a cabo por otros. Si en algo hemos sido peores, es en comunicación.


 Javier Fernández Aguado, socio director de MindValue y director de investigación de EUCIM.

Última imagen: Calendario Azteca o Piedra del Sol, exhibido en el Museo Nacional de Antropología, en Ciudad de México. © Pau Mondragón en Pixabay 

Entrevista publicada en Executive Excellence n180 mayo 2022.


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